martes, 10 de enero de 2023

Humaredas (y II)


Cuando las compañías ferroviarias imprimieron carteles y cuadernillos de horarios en la época del vapor, no pudieron resistirse a utilizar las posibilidades plásticas de las humaredas de las locomotoras. Un magnífico ejemplo primerizo es el horario de trenes de Kobe a Osaka de 1876, con el humo sobrevolando un tren que parece sacado de un ukiyo-e.


En 1927, la compañía estadounidense Baltimore and Ohio Railroad, para celebrar su centenario publicó un cartel en el que se elevan en paralelo las enormes columnas de humo de una máquina primitiva y de una imponente locomotora de última generación. Ambas columnas de humo son iguales, la primera es imposible, la segunda, verosímil, pero la idea del cartelista es mostrar la continuidad de la solidez de la compañía.


Wagon Lits recurrió a la estela de humo y vapor para promocionar el Tren Azul que trasladaba la buena sociedad británica a sus veraneos en la Costa Azul a principios del siglo XX. Son varios los carteles que promocionan esta línea y el vapor siempre está presente.

 

Al otro lado del canal, British Rail también tiraba de humaredas para promocionar sus servicios industriales, en este caso el humo de una locomotora de vapor se hermana con el de la industria química. La leyenda del cartel, bajo el título de Servicio a la industria, explica como el complejo de la industria química ICI de Billinham-on-Tees depende de British Railways para el suministro de carbón y otras materias primas, y para la expedición de fertilizantes, cemento, líquidos a granel y otros productos. El autor de la ilustración es Terence Cuneo (1907-1996), el artista que ha pintado y dibujado el ferrocarril británico en centenares de obras.
 

Los cómics de tema ferroviario también han explotado las posibilidades de las humaredas de las locomotoras para dar dramatismo a las historietas. Vemos el ejemplo de una viñeta del cómic Le carrefour de Mâm-Pha (1987) del belga Willi Baltaite y otra perteneciente al extraordinario álbum La 12 de François Schuiten. Mientras que la primera de las obras es un ejemplo de un uso circunstancial de la locomotora de vapor, la de Schuiten es profundamente ferroviaria. Narra la historia de Léon, el maquinista titular de la 12.004, una campeona de la velocidad, el súmmum de la sofisticación mecánica, locomotora que sabe adelantarse a los deseos de su conductor, pero los tiempos cambian, se introduce la tracción eléctrica y las 12, las locomotoras Atlantic carenadas belgas que alcanzaba los 140 km/h, tienen los días contados.

 

Ya en el cine, ¿quien no recuerda escenas con enormes humaredas que cobran un valor simbólico en filmes? Las encontramos en películas como La bête humaine (1938, La bestia humana) de Jean Renoir cuando las pasiones se descontrolan, Noche fantástica (1943) de Luis Marquina con la humareda en la escena inicial, Brief Encounter (1946, Breve encuentro) de David Lean cuando los amantes se besan en el andén venciendo la mala consciencia, Czlowiek na torze (1957, Hombre en las vías) del polaco Andrzej Munk en que simboliza el honor de los ferroviarios o Ostre Sledovane Vlaky (1966, Trenes rigurosamente vigilados) del checo Jiri Menzel en que el humo de la locomotora acaba mezclándose con el de la explosión del sabotaje realizado por la resistencia.

 

La lista anterior contiene solamente películas de gran contenido ferroviario de cinco nacionalidades distintas, pero podría ser mucho más larga, y no digamos una que contuviera títulos de filmes en los que el tren de vapor tiene una aparición fugaz pero se utiliza su humareda como metáfora; basta pensar, por ejemplo, en las diversas versiones de Ana Karenina en las que la humareda y el vapor condensándose en el aire gélido del andén cobijan a los amantes,

Entrado ya el siglo XXI, el humo de los trenes es un elemento apenas tolerado por las miradas desconfiadas y reticentes en las líneas con locomotoras preservadas; pero ésta irrisoria cantidad de humo vertida a la atmósfera no hace sino recordarnos que el ferrocarril ha conseguido evolucionar y ser ahora un símbolo de medio de transporte medioambientalmente sostenible.

Humaredas (I) puede leerse aquí.