martes, 16 de febrero de 2021

Estación de la Sagrera: tres miradas pictóricas

La estación de la Sagrera, en el barrio de Barcelona del mismo nombre, la construyó la compañía ferroviaria Madrid Zaragoza Alicante (MZA) en 1918 como estación central de mercancías, entonces fue denominada Barcelona-Clot (Sagrera). En los años 90 del siglo pasado, la estación dejó de tener esta función, aunque los trenes de cercanías y regionales seguían pasando por sus dominios sin detenerse y, a partir de 2013, la están atravesando también los trenes de alta velocidad de la línea de la frontera francesa. Actualmente la zona se encuentra en plena remodelación para convertirse en el nudo intermodal más importante del norte del área metropolitana; cuando terminen las obras, en él confluirán trenes de alta velocidad, media distancia, regionales y cercanías, tres líneas de metro y varias de autobuses.


 El óleo que encabeza esta entrada fue pintado por Àlex Prunés en 2006, dos años antes de que se iniciaran las obras, y nos muestra el aspecto que tenia la zona en aquel año, con parte de los tinglados y marquesinas ya desaparecidos. Al fondo a la izquierda puede observarse el edificio de administración de la estación que construyó MZA. Prunés es un artista que sabe leer la belleza de los edificios y espacios industriales. En este caso, para transmitirnos su mirada sobre ellos, los ha despojado de elementos superfluos de su contorno y nos los presenta dominando unos amplios espacios vacíos, de una perspectiva intachable, en los que unas tímidas trazas de las vías nos recuerdan su función.

Unos veinte años antes, en 1988, el mismo tema fue pintado por Ignasi Mundó. La estación de mercancías aun está en servicio, un tren de cercanías atraviesa la zona y los operarios de vías y obras trabajan en las infraestructuras. Al fondo a la izquierda, el edificio de administración.


Pero aun tenemos otra pintura de esta estación, la de Miquel Vilà de 1995, es decir, pintada entre las dos anteriores y en el momento en que la estación hacía sus últimas operaciones. Ahora el pintor se ha situado en el edificio de administración, de manera que nos da una visión casi simétrica a la de sus colegas.


Quedamos a la espera de que en el futuro alguien se deje fascinar por la nueva estación intermodal y plasme en un lienzo su manera de mirársela.

Las obras en 2019
Las obras en 2019, el edificio preservado al fondo a la izquierda


lunes, 1 de febrero de 2021

Unas curiosas aleluyas ferroviarias

Aleluyas de la Estación de Lavern

La estación de Lavern está en punto quilométrico 56,4 de la línea que sube por la costa mediterránea hasta la frontera hispano-francesa pasando por Tarragona, Barcelona y Gerona. Lavern es un pueblecito de 450 habitantes, situado en una zona vitivinícola, en el que no se puso estación cuando se construyó la línea en 1865.

El 27 de abril de 1946 un tren se detuvo en el PK donde ahora se encuentra la estación porque un ferroviario se casaba con una chica del pueblo. Allí nació la reivindicación y, después de muchas gestiones infructuosas ante la administración, Lavern tuvo estación en 1958.

Para celebrar la inauguración, se publicaron unas aleluyas (auca en catalán) en las que se relataban los esfuerzos para conseguirla y la satisfacción de tenerla. Son 48 pareados de una calidad más que dudosa, pues el autor o autora utilizó muchas rimas con tiempos verbales.

He aquí las primeras aleluyas (en traducción textual y sin rima):
1 Buscando mejorar
se preocupaba la gente

2 Y un día, algunos pensaron
que el tren podía parar

3 Los patricios ya hacía años
que tenían esta inquietud

4 Y entre todos se animaron
y pidieron la estación

5 Se desplazó a Madrid
una delegación muy reducida

6 Con el ministro hablaron
y su deseo expusieron

7 Pero como era cuesta arriba
la cosa se complicó

8 «No puede ser por ahora»
(y se marcharon)
Y así continua, contado la historia hasta que celebran orgullosos que ya tienen estación
47 Los vecinos firmes como rocas
harán todo lo que les corresponde

48 Para proteger, con más razón,
la esperada estación.