En tiempos de guerra, la importancia estratégica del ferrocarril conllevó la publicación de carteles en los que, no sólo se daban instrucciones para su uso, se alertaba de la prioridad de los transportes militares o se daban instrucciones para la circulación durante los blackout, sino que se usaba la eficacia del ferrocarril como elemento de mejora de la moral de la población.
El ferrocarril en la literatura, el cine y las artes plásticas. Por Jordi Font-Agustí.
viernes, 21 de diciembre de 2018
Carteles políticos con trenes
domingo, 2 de diciembre de 2018
Compartimentos como polveras
Revista El Nandu (1923) |
No es de extrañar: si una pareja lograba tomar asiento ella sola en un compartimento, sin otros viajeros que desbarataran sus planes, tenían intimidad garantizada todo el tiempo que tardara el tren en llegar a la próxima estación. He aquí algunos ejemplos de postales y viñetas de publicaciones periódicas alusivas al tema:
De modo que el Great Eastern Railway, que puso en contacto dos veces al día a estos jóvenes –ella con su uniforme rojo herrumbroso, y él de color negro azabache–, debe ser responsabilizado de la desinhibición que, sin sus sacudidas y traqueteos, hubiese podido tardar mucho más en producirse, y de una fusión de dos destinos que, de otro modo, quizá no se habría producido. Porque mientras que la sombra de la locomotora –inclinada hacia el oeste por la mañana, e inclinada hacia el este por la tarde– se ondulaba sobre los campos de remolacha, lo inalcanzable era alcanzado. Ciertas ideas fueron disolviéndose gradual (aunque no indoloramente), ciertas insinuaciones fueron puestas en práctica y, con menos vacilaciones, fueron también estimuladas, y, por fin (pero esto fue el resultado de dos años de viajes en ferrocarril) se logró una innegable intimidad mutua, aunque circunspecta.La novela fue llevada a la pantalla en 1992 por el director Stephen Gyllenhaal y, aunque la escena transcrita no tiene en la pantalla la sutileza del texto, es entrañable la secuencia en la que los dos adolescentes acceden al andén, se buscan con los ojos sin decirse nada, la chica selecciona un compartimiento vacío, el muchacho sube a él cuando el tren se pone en marcha y, al desaparecen de la vista del personal de la estación, se aligeran de ropa y se entregan a la pasión amorosa.
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