martes, 16 de agosto de 2022

Viñetas satíricas 4/5: Los pícaros pasajeros

El tren es un no-lugar que situa a los pasajeros fuera del espacio y del tiempo habituales y, en consecuencia, les predispone a la novedad, a la picaresca, a la aventura y a vivir situaciones fuera de lo corriente. Este fenómeno no ha escapado a la mirada de los dibujantes.

La picaresca

Las artimañas de los usuarios para viajar sin billete, con un billete de menor cuantia o en una clase superior a la pagada son un tema habitual.

–¿El rápido de Lyon? ¡Acaba de partir!
–Ah, bueno. Entonces voy a que me reembolsen mi billete de andén.

–Medio billete de ida y vuelta a Brixton, por favor.
–¿Medio? ¿Cuantos años tienes?
–Trece en casa, pero sólo nueve y medio en el tren.
[De Punch]

El joven bajito. “Medio billete a Baker Street.”
[Paga y espera que le entreguen el billete.]
Taquillero: “Es algo vergonzoso un chico como tu fumando.”
El joven bajito (indignado). “¿A quien está llamando chiquillo? ¡Tengo catorce años!
Taquillero. ¿Ah, sí? ¡Entonces pagas billete entero!
[De Punch

La siguiente viñeta, sin embargo, esta planteada en sentido contrario.

Pasajero (en segunda clase). “Creo que me he metido en un coche equivocado.”
Revisor (con dureza). “¡Ha de pagar la diferencia!”
Pasajero (triunfante). “!Oh, es eso¡ Entonces le pediré tres chelines… Tengo un billete de primera clase.”
[De Punch

La convivencia en los coches

La convivencia en los coches, especialmente en la época que estos no tenían pasillos longitudinales y no era posible cambiar de compartimento durante los trayectos, propiciaban muchas anécdotas y situaciones cómicas.

Cosas que uno más bien no debería decir
“Me temo que no tendremos este compartimento para nosotras solas, Janet.”
“Oh, está bien querida tía. Si saca la cabeza por la ventana, me atrevo a decir que nadie entrará.”
[De Punch

Algunos pasajeros tienen muy claros cuales son sus derechos.

“He reservado este asiento”

Más que satíricos, costumbristas, son estos dibujos aparecidos en distintas publicaciones periódicas.

Honor Daumier - Train de plaisir de Paris  St-Germain (c. 1870)

De Cien años de ferrrocarril en españa (1948)

De La Esfera (1917)

Escenario privilegiado del erotismo

Las estaciones ferroviarias francesas de Mézidon (mets y donc / ponlo pues) y Moult (mou..lt / suave, tierno) han servido repetidamente para hacer juegos de palabras eróticos por similitud fonética usando personajes que viajan en compartimentos aislados. En la viñeta esta se produce el siguiente diálogo cuando la dama que viaja en el mismo compartimento que la pareja anuncia erróneamente la estación: 

La dama: Mézidon.
El joven: Todavía no, señora, es Mou.. lt.

En otras versiones, las estaciones que entran en juego son las de Mézidon y Carentan (quarante an / cuarenta años):


El empleado (anunciando): –Mézidon!!!!
El viejo caballero: –Es lo que intento hacer desde Carentan.

En nuestro país el erotismo en el tren también ha dado de sí:

La revista satírica y erótica El Nando de Llofriu, que se publicó en Barcelona en los años 20 del siglo XX, también tiró de las posibilidades de esta distribución de plazas con la pluma de Eduard Serra.

–¿Te pasa ya, Ernestina?
–¡Ay, Ramoncín, no hace poco rato que me lo he sentido pasar.

En el número 806 (1898) de la revista Madrid Cómico, una historia galante que parece que arranca bien tiene un final inesperado.
  
La flechó en el andén, la amó en Pozuelo, se declaró en Las Rozas y, al pasar por el túnel de Villalba…
… curó el chucho sus ansias amorosas.

Este tipo de humor está pisando siempre el mismo territorio, como puede verse en estas viñetas de procedencia diversa.

Une Curiosite por Alexandre Hepp en Gil Blas del 11 de junio del 1897.

Noticia... perturbadora
(Italia, 1950)

La nueva orden del alcalde
Con un par de criadas
al lado del conductor
se logrará que los tranvías
vayan más lentos.
(¡Cu-cut! Del 18 de marzo del 1903 a propósito de la orden del alcalde de Barcelona de disminuir la velocidad de los tranvías.)

–¡Qué calor, señora! Si usted me lo permite me quedaré en mangas de camisa.
–Por mi que no sea. Si quiere, puede quedarse en mangas de calzoncillos.
(Feliu Elias en Papitu del 7 de septiembre del 1910)

–¿Sólo llevan un billete?
–Es que nosotros dos somos uno.

Y acabamos con un juego de palabras muy habitual en el humor erótico inglés: "get off" significa bajar de un vehículo en el lenguaje habitual y eyacular en slang.

Pensaba subir al metro en Piccadilly la pasada noche, pero "me bajé" ahí.

Aquí es donde "me bajé".