jueves, 1 de julio de 2021

Ingeniero Miquel Forteza: estructuras y poemas ferroviarios

 

Cuando la Maquinista Terrestre y Marítima construyó la marquesina metálica de la Estación de Francia de Barcelona entre 1926 y 1929, la obra fue supervisada por Miquel Forteza (1888–1969) que, por aquellos años, era el ingeniero de vías y obras de la red catalana de MZA. En 1929, cesó de la compañía ferroviaria y tomó posesión del cargo de ingeniero afecto a la Jefatura de Obras Públicas de Baleares, con residencia en Palma de Mallorca. Allí desplegará la parte más importante de su carrera como ingeniero y como escritor.

Forteza, además de ingeniería civil, había estudiado filosofía i letras, y junto a su labor como ingeniero, desplegó otra como poeta y ensayista. Fue miembro de la Obra Cultural Balear.

Su poesía está llena de los elementos tecnológicos que pueden verse en el paisaje mallorquín: molinos, trenes, estaciones, puentes… En 1935 publicó el soneto Sóller-Express, que describe con un gran dinamismo el trayecto del tren entre Palma y Sóller y, al año siguiente, el poema La estación. Se transcriben a continuación traducidos al castellano (sin rima) y, a continuación, se incluye la versión original en catalán.

Sóller-Espress

Cada día como una lanzadera
de ciudad a ciudad corre el expreso.
La una le ríe sobre la mar sonora,
la otra en un valle de naranjos.

Dejando la llanura de huertas y almendros
rápida sube la locomotora,
y la montaña de ignorados cobijos
atraviesa como espada sobrecogedora.

Comienza a descender, desde el abrupto
peñasco, sobre los arcos del viaducto,
hasta llegar a la ciudad florida.

A sus pies canta el agua del torrente,
al frente, el Puig Major fosforescente
y, desde lo lejos, la mar llena de amor lo llama.

La estación

Espesa red hacen las vías
entrecruzándose indefinidamente.
Negros son todos los muros.
Sin cesar se oye
el sonido estridente
de la corneta;
toca pausada la campana
y, sobrecogedoras,
lanzan su chillido las locomotoras.

Entra la noche.
Van encendiéndose, alejadas
como las estrellas,
las luminarias blancas y rojas,
y reconforta el espíritu
el canto del río, que poco a poco surge
dentro del ruido.

En una vía umbría
un tren permanece con las luces apagadas,
y los viajeros adormecidos
miran la noche, como una amiga
que en las tinieblas inmóviles los liga.

Pero se deshace repentina,
la lejanía negra:
Dos faroles brillan en la obscuridad
y va creciendo el estallido
de las pupilas que la noche desgarran.
Pita a la niebla la locomotora,
y llega un tren
que un solo momento
ha be detenerse aquí.

Como un relámpago he visto lucir
tu bello mirar
oh viajera
que quizá tienes el hilo de mi destino
y huyes para no volver.
La estación queda en la oscuridad.
Sólo endulza
mi espíritu,
el canto del río que poco a poco surge
en el silencio de la noche.



Sóller-Express

Cada dia com una llançadora
de ciutat a ciutat corre l’exprés.
L’una li riu damunt la mar sonora,
l’altra dins una vall de tarongers.

Deixant la plana d’hortes i ametllers
ràpida puja la locomotora,
i la muntanya d’ignorats recers
travessa com espasa colpidora.

Comença a davallar, des de l’abrupte
penyal, damunt els arcs del viaducte,
fins arribar a la ciutat florida.

A sos peus canta l’aigua del torrent,
al front, el Puig Major fosforescent
i, al lluny, la mar plena d’amor la crida.



L'estació

Espessa xarxa fan les vies
entrecreuant-se indefinidament.
Negres són tots els murs.
Sense parar es sent
el so estrident
de la corneta;
toca pausada la campana
i, esglaiadores,
llencen son xiscle les locomotores.

Entra la nit.
Van encenent-se, llunyedanes
com les estrelles,
les lluminàries blanques i vermelles,
i reconforta l'esperit
el cant del riu, que a poc a poc sorgeix
dins el brogit.

En una via obaga
un tren roman amb els llums apagats,
i els viatgers endormiscats
miren la nit, com una amiga
que a les tenebres immòbils els lliga.

Però es desfà sobtada,
la llunyania negra:
Dos fanals brillen dins l'obscuretat
i va creixent l'esclat
de les pupil·les que la nit esqueixen.
Xiula a la boira la locomotora,
i arriba un tren
que un sol moment
ha d'aturar-se aquí.

Com un llampec he vist lluir
ton bell mirar
oh viatgera
que potser tens el fil de mon destí
i fuges per no tornar.
L'estació resta en la fosca.
Sols endolceix
mon esperit,
el cant del riu que poc a poc sorgeix
dins el silenci de la nit.