domingo, 16 de mayo de 2021

Específico contra los descarrilamientos y choques de los trenes

A finales del siglo XIX, salió de la imprenta de la orden religiosa católica de los Salesianos de Barcelona el librito cuya portada reproducimos. De entre las diversas oraciones y lecturas pías que contiene, cabe destacar estas advertencias para viajar en tren.

ADVERTENCIAS

1.ª Cunado se haya de emprender algún viaje, es muy conveniente hacerlo en estado de gracia y el que no lo esté, puede purificarse antes en la Piscina de la Penitencia.

2.ª Como que en los vagones de los trenes no se halla colocada la Imagen del Crucifijo, se suplica a los señores viajeros que no se descuiden de llevarse al menos el rosario, que deberán rezar en los ratos libres y apretarle entre las manos al pasar algún túnel.

3.ª Sabido que la ociosidad es la raíz de todos los males, los señores viajeros podrían ocuparse en labores de mano, cuyo producto se podría destinar a los niños huérfanos, y en la lectura escogida de libros católicos.

4.ª El producto de este librito será aplicado a la construcción de un templo a la Virgen Auxiliadora.
En materia de creencias religiosas, lo más sensato es no inmiscuirse si uno no detecta, por ejemplo, que se estén produciendo violaciones de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Dicho esto, uno se pregunta el porqué de la recomendación de apretar entre las manos el rosario cuando se pasa un túnel. Viendo lo que se cuenta en la literatura de la época, sobre todo en la satírica, de lo que ocurría al pasar un túnel dentro de los coches en la época en que no siempre había luz en ellos, uno se da cuenta enseguida por donde iban los tiros de la segunda recomendación.

-No leas, hombre, estate un poco por mi...
-Calla, tonta, bastantes túneles que vendrán.