lunes, 2 de julio de 2018

Prohibido fumar y escupir en el tranvía (1903)

En el año 1903, el alcalde de Barcelona Josep Monegal, publicó la orden que prohibía fumar y escupir en los tranvías y, la que tendría que haber sido una medida de mejora de la higiene y el confort del servicio, se convirtió en el centro de las iras de la política del alcalde. La revista Cu-cut ridiculizó así la medida antitabaco:


La prohibición de escupir en el suelo en los tranvías tampoco se libró de la sátira:

¡No escupir en el suelo! / Diversas maneras prácticas de seguir los consejos de la Alcaldía
Eduard Coca Vallmajor, periodista y escritor ferroviario del momento, escribió un artículo en verso contra la prohibición de fumar en los tranvías, A don Josep Monegal (1903), así arranca el poema de estrofas de medida desigual: 
Señor Alcalde: Con el respeto
Que se debe a la Autoridad,
Me permito indicarle
Que me extraña mucho
Que un hombre del su criterio,
De tan buenas cualidades
Y de sentimientos tan nobles,
Se entretenga en perseguir
A los barceloneses que se honran
Con el vicio de fumar.
No se comprende que una persona
Como el señor Monegal,
Alcalde de Barcelona,
Haya de repente dispuesto
Que en el interior de los tranvías
Se nos impida fumar.
Esta orden draconiana
Ha traído un gran trastorno
Entre el núcleo de viciosos,
Con que cuenta la ciudad,
Los que se han creído ofendidos
Y escarnecidos y denigrados,
No tan solo porque se les priva
De un vicio tan general,
Sino que también porqué atenta
A los fueros de la libertad
(que se han puesto tan de moda
de un tiempo a esta parte),
con menosprecio de la justicia,
del fumador y de los estancos.
Algunos de los argumentos empleados, aún resuenan en nuestros días:
Si bien es cierto que en muchos países
Está prohibido el fumar
En el interior de los tranvías,
Tampoco es menos verdad
Que los pueblos de referencia
Son pueblos civilizados…
Y, señores míos, aquí en España
Aún tenemos para años.
No le faltaba razón. Finalmente, parece que en la sátira se impone el sentido común.

Y ara debo manifestarle
Que yo por mi parte,
Por respeto a las señoras
Y a los señores y a todos los nacidos,
Si alguna vez subo al tranvía
Tiro el cigarrillo al entrar…
Pero, vaya: esto no lo publique;
Por aquello de qué dirán.
Perdone por la molestia
Que le puedo haber causado
Y, ya lo sabe, mande y disponga
De su servidor.