“Ricard sobre toda la línea.También una destileria zaragozana recurrió a la inspiración ferroviar, aunque no era publicidad dirigida a los ferroviarios sinó que asociaba la calidad del anís, el ron y el coñac a su prestigio y seriedad. Llegó a producir un anís envasado en una botella con forma de locomotora de vapor
Los ferroviarios que necesitan de todo su juicio... han adoptado inmediatamente Ricard.
Qué terribles espantosas consecuencias, en efecto, podría tener para cada uno de nosotros un solo instante de falta de atención de estos “responsables” del ferrocarril. Lo saben bien – saben que deben mantenerse sobrios y por eso “en toda la línea” de Marsella a París solo beben Ricard.” La justificación de la bondad de beber este pastís es que su alcohol es muy puro y no contiene cetonas u otros compuestos derivados de una mala destilación con efectos intoxicantes."
No sólo las bebidas se han asociado al ferrocarril, también lo han hecho cacaos, quesos, concentrados de caldo, galletas... y todo es cuestión de seguir buscando.