La publicidad de productos farmacéuticos de nuestros días tiende a presentarnos las fosas nasales, los conductos digestivos y los pulmones como tuberías y el calmante, el protector gástrico o el laxante como un líquido desatascador en manos de un fontanero. Estas comparaciones parecen muy simples si las comparamos con esta curiosa publicidad aparecida en la revista francesa L'Illustration el 30 de junio de 1923. El anuncio reza:
"Urodonal evita la arteriosclerosis al desenquilosar las arterias y limpiarlas de todas las escorias y depósitos ureicos y calcáreos que lesionan y petrifican sus paredes.Que el año 1923 una publicidad estableciera comparaciones entre el cuidado de las arterias y el de los tubos de la caldera de una locomotora es un indicador del conocimiento general sobre el funcionamiento del ferrocarril que había en aquel momento. ¿Podemos imaginar una publicidad actual comparando el cuerpo humano con motores de combustión interna o sistemas controlados por PLC? Probablemento no, y el motivo es que la cultura tecnocientífica media de la ciudadanía no mejora al ritmo que lo hacen las consecuciones tecnológicas.
Esta limpieza general es al organismo lo que la limpieza de su caldera y de sus tubos es a la locomotora, la cual no dejaría de rehusar cualquier servicio el día que sus diferentes piezas, invadidas por el polvo, las incrustaciones y los residuos acumulados, acabaran deteniendo su movimiento normal y regular."
Más anuncios:
¿Qué tienen en común una hoja de afeitar, una máquina de escribir mecánica y un reloj de pulsera? Que son consecuciones de la tecnología mecánica a las que se les demanda precisión, rapidez y seguridad. Visto así, no es de extrañar que los publicistas que recibieron estos tres encargos coincidieran en utilizar el ferrocarril como referente.
La hoja de afeitar argentina tomó como modelo una versión más fantasiosa que real de las locomotoras de vapor aerodinámicas americanas de su época. Pueden reconocerse las formas del diseñador Raymond Loewy que han servido de inspiración para el dibujo.
La marca italiana de máquinas de escribir apostó por la idea de rapidez, aunque pude apreciarse una cierta analogía de formato: el teclado se asemeja al apartavacas y el frontal de la máquina de escribir, a la mitad inferior del testero.
En una publicidad reciente, pero que busca una estética retro, la marca de relojes suizos propone una correlación entre su reloj de acero y el diseño de los trenes americanos de los años dorados del diesel transcontinental.
La idéntica perspectiva de los tres trenes se debe a que un ferrocarril en marcha da sensación de poderío, la misma que se insinúa que tendrá el observador si compra los productos anunciados.