lunes, 1 de abril de 2019

Mafalda va en tren


Esta tira de Joaquín Salvador Lavado 'Quino', dibujada en los años sesenta del siglo pasado, nos muestra a la inefable Mafalda regresando de vacaciones en un tren. Como tantos viajeros, descubre la analogía entre la ventanilla del tren y una pantalla: "Mirar por la ventanilla del tren es como ver el país por la televisión," dice orgullosa de su descubrimiento mientras sus padres duermen con placidez. Pero lo que ve a través del cristal, un poblado muy humilde, no es de su agrado: "Lástima que la televisión tenga mejores programas que el país."

El lugar de vacaciones de Mafalda y familia es Zapala, en la línea de Roca, sin servicio de trenes desde que se cerró "el zapalero". Cuando bajan en la estación para continuar el recorrido de los lagos con autobús, Mafalda corre a despedirse del tren y a disculparse por el déficit.


En otra tira, Mafalda le comenta a su padre lo que va viendo a través del cristal. "¡Es todo tan lindo!… ¡Sembrados y sembrados!... ¡Eh!... ¡Y vaquitas!..." Pero de nuevo la realidad se planta delante de la ventanilla: ¡Oh!... ¡Y esa pobre gente!... ¡Qué ranchito miserable!..." A lo que el señor que viaja en el asiento de atrás, con cara de pocos amigos y aspecto de restriñido, objeta: "¡Pintoresco, nena, pintoresco!"


En otra ocasión, circulando por una llanura desangelada, Mafalda comenta: "Por esta zona el panorama se pone un poco trise ¿No, papá?" Cuando su padre le cuenta que aquella zona no es fértil en agricultura sino en petróleo, la niña sentencia: "¿Petróleo? Sí, claro. Y más de una vez en esta zona el panorama se pone un poco espeso ¿No, papá?"


Los trenes de Quino no son ni temporales ni universales, son muy argentinos y muy del siglo pasado. En un dibujo mucho más tardío, fuera de la serie de Mafalda, el dibujante da su visión sobre la situación del ferrocarril en el país.