Como la mayoría de ferrocarriles de vía estrecha que han circulado por nuestras comarcas atravesando zonas urbanas, la “Panderola” mereció el interés de muchos artistas mientras circuló y ha estimulado la producción nostálgica después de su desaparición.
El pintor castellonense Joan Baptista Porcar Ripollés (1889-1974) pintó decenas de telas de tema ferroviario. La mayoría están realizadas en su entorno inmediato, es decir, la línea de Barcelona a Valencia y, sobre todo, la de la "Panderola". En sus obras vemos estaciones, depósitos de locomotoras, muelles portuarios con vías, grúas y tinglados, playas de vías y pasos a nivel. Estos últimos a menudo muestran como la vía del tren divide el territorio o como crea una especie de tierra de nadie a su alrededor. Porcar pintó este ferrocarril en muchas ocasiones, dando repetidamente a sus cuadros títulos como La estación de la Panderola, Cocheras, Estacioneta, Pas a nivell, Paisatge del Grao, etc.
Las imágenes ferroviarias de Porcar tienen la característica de usar una perspectiva que inclina hacia el exterior los elementos verticales laterales, como postes o semáforos, y hace que la mirada del espectador se enfoque al centro de la composición, donde suelen convergir los raíles y tienen su espacio las estaciones, los almacenes o las grúas portuarias. Todo ello en beneficio de una mirada fascinada sobre el ferrocarril. El óleo sobre tela de 1950 titulado Espacial (Portuaria), que puede verse en el Museo de Bellas Artes de Castellón, es un buen ejemplo de su técnica de tratamiento del espacio y de la perspectiva. En él vemos las instalaciones del puerto del Grao y el servicio que prestaba el tranvía; en este entorno tan amplio, la locomotora, es un detalle muy pequeño, pero esencial.
Desaparecida ya la "Panderola", han sido muchos los pintores aficionados que la han querido recrear en sus telas. En 2013, con motivo del 50 aniversario de su cierre, se realizó una exposición de pintores y escultores del Ateneo de Castellón; los más veteranos plasmaron en sus obras las imágenes de sus recuerdos y los más jóvenes, recreaciones de un pasado que hubieran querido conocer. Àngels Caballero es una de estas artistas que, con su obra a medio camino entre el bosquejo y la acuarela, transmite la nostalgia por el tranvía desparecido.
Años antes, en 2005, Vicente Guerola Peris había dibujado la locomotora preservada cuando todavía se encontraba en el parque Ribalta de Castellón.
El vínculo de la "Panderola" con la industria de los azulejos se recuerda en algunos mosaicos con su imagen. En la plaza de La Pau de Castellón puede verse uno que reproduce una foto histórica.
Los hay también en otras ubicaciones, entre ellas un restaurante de Burriana que lleva su nombre.
En 2009 fue colocada en Castellón, ciudad que se distingue por la notable presencia de esculturas en el espacio público, una obra de Felipe Fauvell que rememora la locomotora del tren tranvía.
Un ferrocarril de estas características ha generado, como es habitual, letrillas y canciones populares. La más conocida es una que dice:
De Castelló a Onda,[De Castellón a Onda, / va el tren que vuela; / por eso todos le llaman / la cucaracha.]
va el tren que vola;
per açò tots li diuen
la Panderola.
También es muy popular la canción que compuso José María Peris con letra de José Martín:
De Castelló a Almassora
xim pum tracatrac.
De Castelló a Almassora,
xim pum tracatrac.
Va un tren que vola, leré
Va un tren que vola, leré
Va un tren que vola,
Leré, leré, leré, leré.
Va un tren que vola,
Leré, leré.
Era de gran ajuda
xim pum tracatrac.
Era de gran ajuda
xim pum tracatrac,
per als graueros leré
(…)
I ara com ja no vola
Xim pum tracatrac.
I ara com ja no vola
Xim pum tracatrac.
Està al "paseo" leré
(…)
Qui fa de guardagulles
xim pum tracatrac.
Qui fa de guardagulles
xim pum tracatrac,
algún llegüero leré
(…)
[De Castellón a Almazora / va un tren que vuela. Era de gran ayuda / para los grauenses. Y ahora como ya no vuela / está en el paseo. ¿Quién hace de guardagujas? / algún vigilante.]
La canción ha sido grabada por el grupo de música tradicional Els llauradors, por el de música infantil Carraixet y por el grupo Pleasant Dreams que hace una versión que lleva el tema al terreno del pop melódico.
Se han editado cuentos infantiles que explican la historia del tren tranvía, como es el caso de La Panderola, un tren que vola de Pep Castellano Puchol y Canto Nieto Sánchez.
La canción ha sido grabada por el grupo de música tradicional Els llauradors, por el de música infantil Carraixet y por el grupo Pleasant Dreams que hace una versión que lleva el tema al terreno del pop melódico.
Se han editado cuentos infantiles que explican la historia del tren tranvía, como es el caso de La Panderola, un tren que vola de Pep Castellano Puchol y Canto Nieto Sánchez.
En 2021 se publicó un cómic con el mismo título obra de Joan Montañés Xipell.
El trayecto entre Castellón y El Grao que realizaba la Panderola, lo realiza ahora un trolebús con guiado óptico. Los castellonenses, se supone que por aquello de que el ferrocarril desaparecido era un tranvía de vapor, le llaman TRAM. La línea del trolebús no tiene catenaria cuando atraviesa el casco viejo de la ciudad y, en estos tramos, usa baterías y un motor diésel de baja potencia.
El trayecto entre Castellón y El Grao que realizaba la Panderola, lo realiza ahora un trolebús con guiado óptico. Los castellonenses, se supone que por aquello de que el ferrocarril desaparecido era un tranvía de vapor, le llaman TRAM. La línea del trolebús no tiene catenaria cuando atraviesa el casco viejo de la ciudad y, en estos tramos, usa baterías y un motor diésel de baja potencia.
Las decoraciones actuales del trolebús son obra de Albert Estrada Sebastiá que, siendo alumno de la Escola d'Art i Superior de Disseny de Castellón, ganó el certamen que se convocó con un diseño que refleja la cerámica tradicional de la zona en tonos de la tierra, verde del campo, azul del mar y el naranja de la fruta, e incorpora las siluetas de algunos edificios y monumentos emblemáticos de Castellón como son el campanario llamado el Fadrí, el Ayuntamiento, el Planetario, la catedral de Santa María o la playa.
Nos encontramos, pues, ante un magnífico ejemplo de cómo un tren tranvía de 750 milímetros, nacido del espíritu emprendedor de su territorio, generó arte, tanto académico como popular, durante su funcionamiento y como lo ha seguido generando por ser parte del patrimonio a pesar de no haber sido preservado.