sábado, 16 de mayo de 2020

Arte ferroviario en el DIM2020


El lunes día 18 de este mes se celebra el Día Internacional de los Museos. La edición de este año 2020 tiene la particularidad de ser virtual, hecho que contrasta con el bullicio que se vivía en los museos en tal día como hay en años anteriores.

Los dos museos de la FFE, el de Madrid y el de Vilanova i la Geltrú, así como el del País Vasco en Azpeitia y tantos otros en la península, están colgando en sus webs sus propuestas no presenciales, que podemos ver siguiendo sus enlaces respectivos.

Lo que se espera ver cuando se visitan estos museos, sea presencialmente o de modo virtual, es material rodante, equipos de vías y de señalización, colecciones de uniformes, billetes, gorras y herramientas y un largo etcétera.

¿Y el arte? Muchos de estos museos custodian obras de arte que han llegado a ellos de las maneras más diversas, como donaciones de los autores o sus familias, adquisiciones o incorporación de fondos patrimoniales de empresas desaparecidas.

Vamos a ver tres ejemplos de estos tesoros ocultos.


Esta obra de 2006, titulada Electrificación, puede verse en el edificio de recepción del Museo del Ferrocarril de Cataluña en Vilanova y la Geltrú. Su autor es Jordi Urbón (1962). Este óleo puede inscribirse en la corriente representa locomotoras, vagones e infraestructuras prácticamente aislados de sus líneas e incluso de sus contextos temporales para resaltar la belleza formal e intrínseca de este material.


El Museo del Ferrocarril de Madrid dispone de una sala de exposiciones permanente dentro de uno de los coches expuestos, la Sala de Exposiciones “Coche 3000”. En 2019 se expuso en ella una selección de veintiuna acuarelas de temática ferroviaria en pequeño formato del artista Alberto Fuentes (1953). En el catálogo de la exposición se indicaba que "estos vehículos aparecen en las obras como elemento protagonista en un marco que lo rodea y en el que sobresalen como pieza principal. El juego de las transparencias de la acuarela, luces, sombras y color permiten al artista explorar movimientos imprevisibles, consiguiendo sugerentes y equilibradas obras con un estilo figurativo propio."


En los archivos del Museo Vasco del Ferrocarril puede encontrarse toda suerte de planos, proyectos, mapas, catálogos, inventarios y, de repente, apararece una pieza con contenido artístico. En este caso un calendario de 1995 de la Sociedad de Garantía Recípocra Elkargi con las estaciones del desaparecido Ferrocarril de Urola. Los dibujos a plumilla son de José María Arrizabalaga Alberdi (1946).

Cuando hagan visitas virtuales a los museos ferroviarios, si lo buscan, seguro que encuentran arte.