sábado, 18 de febrero de 2012

El tren en la pantalla... de 1942

El semanario español de cinematografía Primer Plano, editado por el Departamento de Cine de la Vicesecretaría de Educación Popular, en su número 80 (Año III) del 26 de abril de 1942, publicó una doble página titulada El tren en la pantalla. Sorprende que, lo que a primera vista parece un texto pensado para completar cuatro fotografías supuestamente tomadas al azar, contiene los temas que habitualmente se utilizan como ejes en los ensayos sobre cine y ferrocarril: el paralelismo entre la proyección y el tren en movimiento, el hecho de que las primeras cintas captaran trenes, la consideración del tren como contenedor de la escena y la gradación de sus usos en las películas, desde “tema esencial” a “leve capricho ornamental” pasando por las películas con “escenas tremendas”, “planos plácidos” o “trucos deliciosos”.

Las cuatro fotografías (mal numeras, por cierto) corresponden a Señales de alarma (¡?), Kongo Express (1939, Kongo exprés) dirigida por Eduard von Borsody, Un marido barato (1941) de Armando Vidal y Sarasate (1941) de Richard Busch, que en aquel momento todavía no se había estrenado en España.

El artículo lo firma Fernando Castán Palomares (1898 – 1963), un aragonés que fue periodista, realizador cinematográfico, crítico taurino y autor de libros sobre cine.

martes, 7 de febrero de 2012

Bicentenario del nacimiento de Charles Dickens


La obra de Charles Dickens (1812 – 1870) ha contribuido a conformar la imagen que tenemos ahora de la Inglaterra victoriana, un paisaje literario que incluye la expansión del ferrocarril. En Dumbey and Son (1848, Dumbey e hijo), la familia protagonista está relacionada con el negocio ferroviario y, cuando describe la irrupción en Londres de la trinchera entre Camden Town y la estación de Euston, el novelista utiliza frases cortas y expresiones que percuten en el lector como las herramientas que abren la zanja:

Se aleja con un chillido, un aullido, un ruido metálico, excavando su guarida entre los hogares de los hombres, zumbando por las calles, iluminando los prados por un momento, horadando la tierra húmeda, bramando en la oscuridad y el aire espeso, con un chillido, un aullido, un ruido metálico, a través de los campos, a través de los cereales, a través de la paja, a través del forraje, a través de la arcilla, a través de la roca, entre los objetos próximos, casi a tocar de la mano, siempre alejándose volando del viajero, a una distancia engañosa siempre moviéndose en su interior, como si siguiera los pasos del despiadado monstruo: la muerte.

La novela Hard Times (1854, Tiempos difíciles), repleta de referencias a la industrialización, tiene el ferrocarril de fondo. El guardavías (1866) es un relato de fantasmas ambientado en la caseta de señales de la boca de un túnel. En el relato Mugby Junction (1866) se describe el ferrocarril como un fenómeno colectivo que envuelve a hombres y a máquinas.

Entonces se oyó un lejano tañido de campanas y resoplido de silbatos. Después, cabezas de hombres cómo muñequitos asomándose a las ventanas y escondiéndose otra vez. Después, prodigiosas hoces de vapor comenzaron a afeitar la atmósfera. Después, algunas locomotoras comenzaron a dar alaridos y a moverse en diversas direcciones. Después, llegó un tren. Después, se vieron venir dos trenes más, pera se detuvieron antes de entrar. Después, el tren se dividió en trozos. Después, locomotoras de maniobra los movieron. Después, las locomotoras unieron los trozos de tren y se marcharon con el tren entero.

Se ha aducido en múltiples ocasiones que Dickens no veía el tren con buenos ojos, pero quizá sea más exacto considerar que, en su mirada crítica sobre los efectos no agradables de la industrialización, lo utilizó como símbolo de la desaparición de la Inglaterra idílica de su infancia.

[Ilustración: Scharf, George - The Birmingham Railroad in Progres on the Hampstead Road (1836)]

domingo, 5 de febrero de 2012

Streamline Express (1935, El expreso aerodinámico)


De las películas que se citan en Al hilo de febrero, la menos conocida es Streamline Express (1935, El expreso aerodinámico). Un año antes, el M-10000 de la Union Pacific y el Zephyr de la Burlington habían hecho su aparición triunfal en la red ferroviaria estadounidense, y ambos trenes se habían convertido en estrellas de la pantalla. Streamline Express fue, pues, una secuela de The Silver Streak (El rayo de plata) y de Twentieth Century (La comedia de la vida). Mientras en las dos películas de 1934 los trenes protagonistas eran reales, en la de 1935 ni siquiera se utilizaron. Un decorado fantasioso y futurista fue suficiente para contener la acción. Los fotogramas que se reproducen, que corresponden a la escena de la inauguración, al interior del tren y a una circulación nocturna, no necesitan mayor comentario.

jueves, 26 de enero de 2012

Andréi Platonov y el ferrocarril

El ingeniero y novelista ruso Andréi Platónovich Kliméntov, (1899–1951) que firmó sus obras como Andréi Platonov, fue el autor de Chevengur, un canto al hecho de que la mayor riqueza de los humanos es que somos todos distintos y al hecho de que sólo de la mano de los sueños y los deseos, la tecnología es útil a la humanidad. El fragmento de la novela que se reproduce a continuación constituye uno de los más bellos ejemplos del tratamiento por parte de un novelista de la pasión que puede llegar a sentir un ferroviario por su profesión y su mundo.

Al día siguiente Zajar Pávlovich acudió al depósito. El maquinista-maestro, un viejecito que desconfiaba de las personas vivas, estuvo observándole durante largo rato. Amaba las locomotoras con tanta pasión y celo que sentía pavor al verlas en marcha. Si estuviera en su poder daría descanso eterno a todas las locomotoras para que no las estropearan las bastas manos de gente ignorante. Opinaba que las personas eran muchas, y las máquinas pocas; que las personas eran seres humanos vivos que podían defenderse por sí mismos, mientras que las máquinas eran seres delicados, indefensos y quebradizos; y que para llevarlas como es preciso había que abandonar a la esposa, quitarse de la cabeza todas las preocupaciones y mojar el pan en oleonafta: sólo entonces podía permitirse que un hombre se acercara a las máquinas, y eso tras diez años de paciente espera!

En este otro fragmento, Platonov avanza la visión que tendrán los antropólogos de la segunda mitad del siglo XX sobre la vinculación entre tecnología y humanidad.

–¡Fíjate en los pájaros! [dijo el maestro maquinista] ¡Son preciosos, pero como no trabajan no queda nada tras ellos! ¿Has visto algo hecho por pájaros? ¡Absolutamente nada! Bueno, algo hacen para conseguir alimentos y cobijo. Pero, ¿dónde están sus productos instrumentales? ¿Dónde el ángulo de avance de sus vidas? No lo tienen, ni lo pueden tener.
–¿Y el hombre? –preguntó Zajar Pávlovich, que no acababa de entender al maestro.
–¡El hombre tiene las máquinas! ¿Comprendes? El hombre es el principio de todo mecanismo, mientras que los pájaros son el final de sí mismos.

miércoles, 18 de enero de 2012

Underground NY Public Library

Esta fotografía pertenece a una serie tomada en el metro de Nueva York y que se puede ver en Facebook y en Google+. Se trata de la Underground NY Public Library. Son fotos robadas, o con apariencia de ello, en las que el viajero es sorprendido absorto en su lectura. Las fotografías tienen un suscinto pie que informa del título y el autor de la obra.
Ourit Ban-Haïm es la autora de esta serie que tiene múltiples interpretaciones y que muestra el vínculo entre lectura y viaje en ferrocarril.

lunes, 16 de enero de 2012

Trenes en Sherlock Holmes, Juego de sombras

La última versión cinematográfica de los enfrentamientos entre Sherlock Holmes y el profesor Moriarti, A Game of Shadows (2011, Juego de sombras), viene llena de interés ferroviario. Los escenarios y los decorados, que en algunos momentos superan en interés al guión y a la interpretación, tienen una clara inspiración steampunk, sobre todo en las dos escenas ferroviarias y en la de la fábrica de armas de Moriarti. Esta última fue rodada en el Didcot Railway Centre, centro de preservación ferroviaria próximo a la estación de Didcot Parkway, en la línea de Londres a Oxford, donde se utilizaron las locomotoras de la colección, que se ven empequeñecidas por el tamaño del armamento pesado. La secuencia del viaje de novios de Watson entre Londres y Brighton, y la de la huida de Alemania contienen innovadoras escenas de acción en el interior de un tren y encuadres con la cámara en el exterior que les confieren un dinamismo espectacular.

miércoles, 11 de enero de 2012

En talleres



La película The Navigators (2001, La cuadrilla) del británico Ken Loach es un film sobre las consecuencias laborales, económicas y humanas que tiene, en un cuadrilla de trabajadores de mantenimiento de vías y señales, la privatización de British Rail. La escena seleccionada, que corresponde a la reunión inicial donde se explica a los ferroviarios las nuevas reglas del juego, resume el espíritu de la cinta con buenas dosis de humor y de realismo.


La mayor parte de la acción de Danger Lights (1930) transcurre en el depósito base, donde el director se recrea con las maniobras, las circulaciones, en un pulso de empuje entre locomotoras y en el trabajo del personal de vía y de talleres. Puede verse la película aquí.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Expreso de guerra


Durante la Segunda Guerra Mundial, The USA Publishing Company, editaba en varias lenguas unos cuadernillos con artículos de propaganda de guerra. El que citamos estaba dedicado a explicar como los ferrocarriles transportaban suministros de todo el país hasta la costa atlántica, para ser embarcados a los escenarios de la contienda. Como soporte gráfico se publicaron fotografías como las reproducidas. El arte fotográfico utiliza en esta ocasión encuadres y perspectivas que contagian sensación de poder, abundancia y capacidad de maniobra. Los silos parecen inagotables, los convoyes de cisternas y de carbón se pierden en el horizonte. Propaganda de guerra.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Nuevo número de la revista de literatura ferroviaria Des rails



Des Rails
, la revista semestral francesa de literatura de tema ferroviario, ya tiene disponible en su web el número correspondiente a diciembre de 2011. Bajo el título global de La sombra de Dickens, recoge un prólogo de Suzanne Vanweddingen, su creadora, seis relatos y un poema ambientados en la época o escritos bajo el influjo del escritor británico. Puede leerse o descargarse aquí.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El secreto de sus ojos (2009)


La Estación Retiro de Buenos Aires, que ahora es patrimonio histórico nacional, fue utilizada en algunas escenas de la película El secreto de sus ojos (2009) dirigida por Juan José Campanella según un guión basado en la novela La pregunta de sus ojos (2005) de Eduardo Sacheri. La estación es el escenario de las interminables esperas del marido de la víctima para localizar el asesino, de los viajes del protagonista y de la emotiva y fílmicamente perfecta escena de la despedida en el andén. La escena puede verse en Youtube
La cinta, que recibió el Oscar a la mejor película extranjera 2010, utilizó la nave central, en la que se maquilló un tren con los colores de 1974, y el vestíbulo, en el que tuvo que emplearse a fondo el equipo de trucaje para que tuviera en pantalla el aspecto del año de la acción. La película tiene un sitio oficial