miércoles, 16 de agosto de 2017

Alabanza desmedida al ferrocarril (1882)


En 1882 se convocó en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) un certamen literario "con motivo de los festejos con que solemnizó esta villa la inauguración de los ferrocarriles directos de Madrid y Zaragoza a Barcelona en la sección comprendida entre esta capital y Villanueva".
Las bases preveían premios para las secciones de biografía, poesía de tema libre, oda al ferrocarril y memoria. Concretamente, el apartado IV de las bases decía:
IV. El Centro Artesano de Villanueva ofrece un ejemplar lujosamente encuadernado de la magnífica obra titulada: Chiefs-d’OEuvre d’Art á l’Exposition de 1878, al autor de la mejor Memoria enumerando las ventajas que les vías férreas proporcionan á la sociedad, coadyuvando eficacísimamente al progreso de la civilización en todos sus ramos.
El galardón lo ganó Augusto de Bilbao con el trabajo Memoria sobre las ventajas de los ferrocarriles.

La obra es un texto farragoso, exhaustivo y lleno de cifras, de interés sin duda para los estudiosos de la historia del ferrocarril, que pone de manifiesto la certeza que se tenía por aquellos años en los círculos liberales de que el ferrocarril estaba ligado al progreso y que, sin duda alguna, traería toda clase de beneficios a la sociedad. En esta línea de pensamiento, Augusto de Bilbao no se quedaba corto:
II 
El carril de hierro es el Libertador de la esclavitud, de la servidumbre, del despotismo y de la ignorancia, el gran propagador de todas las libertades. 
El carril de hierro es el armonizador de las desigualdades sociales; el nivelador de los precios del trabajo y del capital, de la producción y del consumo; el asimilador de clases, estados y razas, promoviendo las uniones y confederaciones políticas y económicas; el gran pacificador universal; y por fin, sino el más, uno de los instrumentos más poderosos de la cultura y riqueza, de la civilización y progreso del siglo en todas las humanas manifestaciones.
El texto introduce también la que será una constante en nuestro país: el compararnos con otros países y establecer un vínculo entre protección del ferrocarril y salud democrática.

III
Casi puede decirse que el camino de la libertad y el de la locomotora se explanan y asientan paralelos, y al mismo tiempo si no son un solo y mismo camino.
El país más instruido políticamente ha de ser, aun á despecho de grandes dificultades físicas, el que construya más ferrocarriles: la pequeña y montañosa Suiza lo evidencia. El país que posea más ferrocarriles será el más instruido.
Bélgica, Inglaterra y los Estados Unidos, donde funciona el sistema representativo más antiguo y más religiosamente, constituyen la vanguardia del movimiento civilizador de locomotoras, vagones y carriles.