Una y otra estación;
cada estación un pueblo,
cada pueblo un andén,
cada andén un recuerdo.
Esta es la primera estrofa del tango Viajar en tren, letra de Jorge E. Padula Perkins y música de Julio Rolon.
Escúchenlo, vean las imágenes con que los autores lo han ilustrado y encontrarán en él evocaciones de lo que escribió Vicente Blasco Ibáñez en La tierra de todos (1922) sobre el vínculo entre el ferrocarril y la construcción de Argentina:
"En el viejo mundo se creaban al principio las poblaciones, y después se construían para ellas los ferrocarriles. En esta tierra nueva ocurría lo contrario. Primeramente se habían tendido los rieles a través del desierto; después, de cincuenta en cincuenta kilómetros, se creaba una estación, formándose un pueblo en torno a ella".
Es precisamente en uno de estos pueblos nacidos con el ferrocarril que está ambientada la película Kilómetro 111, dirigida en 1938 por Mario Soffici, a la que este tango le vendría muy bien como banda sonora.
Sólo se construye arte enraizándose en la tradición, y el tango Viajar en tren es un buen ejemplo de esta máxima.
Una y otra estación;
cada estación un pueblo,
cada pueblo un andén,
cada andén un recuerdo.
La máquina veloz
se alimenta voraz;
serpiente de metal
que deglute durmientes
sin cesar.
Una y otra estación,
cada una un jalón
de un destino final
y a la vez, un destino.
Paralelos sin fin
los rieles cortarán
el campo y la ciudad,
espacio interurbano
y agonal.
Una y otra estación;
cada una un cartel,
una historia, un ayer
y un curioso presente.
Una valija aquí,
un bolso más allá,
por influjo del tren
cada día llegarán
al andén.
Una y otra estación,
cada una un lugar
desde donde partir
e iniciar el camino.
Ventanilla y adiós.
Abrazo y ansiedad,
cuando marca el reloj
la hora de partir
o llegar.
Una y otra estación;
cada estación un pueblo,
cada pueblo un andén,
cada andén un recuerdo.