lunes, 1 de febrero de 2021

Unas curiosas aleluyas ferroviarias

Aleluyas de la Estación de Lavern

La estación de Lavern está en punto quilométrico 56,4 de la línea que sube por la costa mediterránea hasta la frontera hispano-francesa pasando por Tarragona, Barcelona y Gerona. Lavern es un pueblecito de 450 habitantes, situado en una zona vitivinícola, en el que no se puso estación cuando se construyó la línea en 1865.

El 27 de abril de 1946 un tren se detuvo en el PK donde ahora se encuentra la estación porque un ferroviario se casaba con una chica del pueblo. Allí nació la reivindicación y, después de muchas gestiones infructuosas ante la administración, Lavern tuvo estación en 1958.

Para celebrar la inauguración, se publicaron unas aleluyas (auca en catalán) en las que se relataban los esfuerzos para conseguirla y la satisfacción de tenerla. Son 48 pareados de una calidad más que dudosa, pues el autor o autora utilizó muchas rimas con tiempos verbales.

He aquí las primeras aleluyas (en traducción textual y sin rima):
1 Buscando mejorar
se preocupaba la gente

2 Y un día, algunos pensaron
que el tren podía parar

3 Los patricios ya hacía años
que tenían esta inquietud

4 Y entre todos se animaron
y pidieron la estación

5 Se desplazó a Madrid
una delegación muy reducida

6 Con el ministro hablaron
y su deseo expusieron

7 Pero como era cuesta arriba
la cosa se complicó

8 «No puede ser por ahora»
(y se marcharon)
Y así continua, contado la historia hasta que celebran orgullosos que ya tienen estación
47 Los vecinos firmes como rocas
harán todo lo que les corresponde

48 Para proteger, con más razón,
la esperada estación.