domingo, 19 de abril de 2015

22 minutos en tren, intervención artística


22 minutos es el tiempo que tarda el cercanías entre Badalona y Mataró, y así se titula la exposición que puede verse en las estaciones de estas ciudades y las intermedias. Las obras son vinilos elaborados por alumnos del grado superior de Ilustración de la escuela de artes “Pau Gargallo” de Badalona. En el proyecto se ha incluido un taller con el artista Perejaume.


Los participantes han representado instantáneas del trayecto en tren: un hombre leyendo el periódico, una chica escrutando el teléfono móvil o un viajero disfrutando del recorrido. Los vinilos son de gran formato y están adheridos a los ventanales, los muros y los ascensores de las estaciones; unos carteles con códigos QR describen la intervención artística y permiten ampliar información.


Los autores explican así su trabajo:
Este es también el trayecto habitual de muchos alumnos mataronenses que se desplazan cada día para ir a la escuela “Pau Gargallo”. Y más allá de este recorrido, los desplazamientos en tren ocupan la cotidianidad de los trayectos diarios de muchísima gente; vertebran el territorio alargado de la comarca del Maresme que se despliega la orilla del mar hasta Barcelona; dibujan el paisaje, desde la ventana o dentro del vagón; y narran miles de historias, reiteradas o no, de cada uno de sus pasajeros.
Con 22 minutos en tren hemos querido acercar el trabajo creativo a esta cotidianidad y establecer analogías entre el trayecto físico y el proceso creativo. El concepto de trayecto ha servido para que los ilustradores fueran esbozando en las libretas sus miradas particulares.
El hecho de buscar nuevas plataformas de exhibición nos ha llevado a intervenir en los andenes y las fachadas de las estaciones del trayecto para dar visibilidad a los lenguajes narrativos. Lo hemos hecho escogiendo algunas de las ilustraciones y vinilizándolas en grandes formatos en los ventanales, muros o ascensores de cada una de las estaciones.

El proyecto no ha dejado nada al azar, su logo, por ejemplo, toma los colores y la estética de los títulos de viaje integrados del área metropolitana.


22 minutos en tren ha sido organizado por la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mataró y EASD Pau Gargallo de Badalona, con la colaboración de Cercanías de Cataluña, Renfe y Generalitat de Catalunya.

Las obras estarán en las estaciones hasta el 26 de abril y los bocetos y los desplegables de los alumnos se podrán ver en el centro cultural “Can Palauet” de Mataró hasta el 3 de mayo.


miércoles, 8 de abril de 2015

Literatura del Tren de Val de Zafán


En 2010, Juli Micolau y Chusé Aragüés hicieron una llamada para que narradores y poetas escribieran sobre la desaparecida línea ferroviaria de Val de Zafán, que iba de Puebla de Híjar a Tortosa. 41 autores respondieron al envite y Gara d'Edizions (Zaragoza) publicó el volumen en julio de 2011.

Como suele ocurrir en este tipo de obras colectivas, lo interesante es leer sin comparar, tener la mente abierta para que cada pluma pueda sorprendernos con una evocación singular, una anécdota inesperada, un matiz revelador, una referencia histórica incómoda, una mirada fascinada. Algunos tienen el privilegio de volcar sus recuerdos como pasajeros, otras son capaces de ponerse en la piel de los que construyeron la tortuosa vía, algunas se detienen en el paisaje humano, otros en el del trazado. A la postre, entre todos los relatos recorren toda la línea y todos los periodos históricos. 

Como es privilegio del bloguero hacer su propia selección, aquí van cinco fragmentos, cuatro de relatos y uno de poesía; nadie está diciendo que sean los mejores, ni los más significativos, son los que, en el momento de la lectura, han calado más en el bloguero. Se ha conservado para cada texto su lengua original, como han hecho los coordinadores al incluir en un mismo volumen, sin traducir, escritos en español, catalán y aragonés.

Rosa, Rosi. Rosalía de Antón Castro, que con literatura de calidad describe como uno puede enamorarse de una tierra y un ferrocarril.
Como si fuera una lineación de fútbol, Lisando decía: "La Puebla, Alcañiz, Valdealgorfa, Valjunquera, Valderrobles, La Fresneda, Torre del Compte, Cretas... No sé si  puedes imaginar ese tren: mirabas por la ventana y dominabas un paisaje sobrenatural de ríos, de vergeles, de serranía y de carrascas. Mirases hacia donde mirases, siempre había un castillo a lo lejos, un palacio, un monasterio, un plantío exuberante de vida, un mar de olivos, un cerrado de caballos. Y lejos, al final de trayecto, estaba el mar. ¿Te imaginas?". Tuve la sensación de que Lisando ya me había metido donde había querido meterme siempre. Tuve la sensación de que Rosi y Alcañiz habían sido un señuelo.

Vía muerta de Alicia Estropiñá Amela, una historia que merece ser llevada a la pantalla.
Llevaba desde muy niña en el internado de Zaragoza y desde hacía unos tres años iba y venía sola en el tren, pero como la estación distaba varios kilómetros del pueblo, alguien tenía forzosamente que llevarla o traerla en coche cuando el horario del pequeño y vetusto autobús que cubría el recorrido no coincidía con el del viaje ferroviario. Cosa que ocurría cada vez con más frecuencia, pues la escasez de viajeros obligaba a ir recortando servicios paulatinamente y lo que antes era una estación con servicio regular (¡y tan regular!, decía con sorna si hermano, que era muy guasón) de recogida de pasajeros, venta de billetes, sala de espera, consigna, información y varios empleados, se veía hoy reducido a unas dependencias cerradas la mayor parte del tiempo, con un sólo hombre para todo y apáñese usted como pueda, donde una podía esperar durante horas un tren que iba retrasado y que pasaba de largo si no atisbaba de lejos el desafortunado que en ese preciso momento había ido a aliviar su vejiga. 
Biache con nusatros de Chusé Inazio Nabarro, que rememora la construcción de la línea.
O caso ye que per bel día lolo Mariano s'achustó ta treballar de manobra en o ferrocarril. Se fazió, per tanto, carrilano. A suya faina, seguntes parex, consistiba en tener acotraziatas as bías d'o tren. Bien escoscatas. ¡Prou que sí! Biero yera o nombre que per aquellas embueltas li daban á o suyo oflzio en a tierra de yo. Biero. Pion d’o ferrocarril. Como más bos estimez u más rabia bos dé. De resultas de o suyo treballo, lolo Mariano estió destinato ta Sadaba en do fazió conoxenzia con lola María, de casa Miñón de Sadaba, con qui se casó e tenió un flllo masclo. O mío pai.
 La via morta de Andreu Subirats, que reproduce el hablar de la comarca en boca de un abuelo enamorado del ferrocarril.
Tot allo era massa, ho haguesses hagut de vore. I la vida que donava, sas: una gentada cap amunt i cap a baix del tren, un tràfec de mercancies per aquí i per allà, que sempre hi havia moviment, i molta gent que va vindre a treballar a la via es van quedar después per aquí, sas, pos no ho sé? Se van casar en dones de per aquí, o els va agradar el terreno i ja no se'n van tornar. Mira, encara me'n recordo dels trens que passaven: a les set del mati sortia el primer tren que era l’Autovía Tortosa-Saragossa, a les onze passava el Ligero que baixava d'Alcanyís i después a la una i mitja arribava el Correu de la Puebla d'Híjar, que a les tres de la tarde tornava a anar-se'n cap a dalt. Allavons, a la tarde, a les set, sortia el Ligero d'Alcanyís i a les nou de la nit arribava l'Autovia de Saragossa. Después los dillums i els dimecres passaven los mercancies, que a mi sempre han sigut los que més m'han agradat.

Y representando a la poesía, un haikú de la serie Entre los pasos de José Manuel Soriano Degracia:
Buscas los verbos
en la antigua estación.
Ya pasó el tren.

Sirvan estos fragmentos para reconocer el trabajo de los 41 autores e invitar a su lectura.

Si quieren detallada y amena información sobre la historia de esta línea, con fotografías, documentos y planos impagables como los que se han usado para ilustrar esta entrada, no dejen de visitar la web de Vicent Ferrer y el blog del Museo del Ferrocarril de Cataluña.