tag:blogger.com,1999:blog-35435599395019006782024-03-12T05:52:18.005+01:00Arte y FerrocarrilEl ferrocarril en la literatura, el cine y las artes plásticas.
Por Jordi Font-Agustí.Unknownnoreply@blogger.comBlogger287125tag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-68110807553926153052024-03-06T09:14:00.000+01:002024-03-06T09:14:01.076+01:00Dos aventuras (valencianas) en el tren<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8gf0Qq0EpVCdhwbPSBtRuWtlpl1izCuLdGFIj-9MEFBrF354h0ypn1dTuxE6WnJ5R1wRlp_WXQe-_dOseoamxsyCIMc2OMsjYi_BM8J12XAIDsOOd5TBtXFt_xYXpnXRyDrF6cH9iYQSch9SBHQ2Qg05LLWc8ycRRE6U5mQcAkGjGfdZTwzmWHrpaDa1b/s627/JFA114%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="627" data-original-width="432" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8gf0Qq0EpVCdhwbPSBtRuWtlpl1izCuLdGFIj-9MEFBrF354h0ypn1dTuxE6WnJ5R1wRlp_WXQe-_dOseoamxsyCIMc2OMsjYi_BM8J12XAIDsOOd5TBtXFt_xYXpnXRyDrF6cH9iYQSch9SBHQ2Qg05LLWc8ycRRE6U5mQcAkGjGfdZTwzmWHrpaDa1b/s320/JFA114%202.jpg" width="220" /></a></div><br /><div style="text-align: center;">I</div><br />Ediciones Cid publicó en 1954 <i>La aventura en el tren</i> de José María Salaverría en la colección La novela del sábado. Por aquellos años, publicaron también relatos o novelas cortas en esta colección escritores como Miguel Delibes, Ignacio Aldecoa, Azorín, Carmen Laforet o Gonzalo Torrente Ballester. Algunos recordarán también la editorial por sus tebeos: Diego Valor, Billy el niño o Jinetes del espacio. <br /><br />Salaverría (1873–1940) nació en Vinaroz (Castellón). Se dedicó sobre todo al periodismo, fue colaborador de <i>Los lunes del Imparcial</i>, de <i>ABC</i> y de <i>La Nación</i> de Buenos Aires. Ideológicamente, evolucionó desde los postulados regeneracionistas de la generación del 98 hasta posiciones afines a la derecha totalitaria. Como novelista, sus títulos más destacados fueron <i>Nicéforo el Bueno</i>, <i>El oculto pecado</i>, <i>Viajero de amor</i> o <i>La Virgen de Aránzazu</i>. <br /><br />En sus 47 páginas, <i>La aventura en el tren</i> relata el encuentro, en un expreso nocturno de lujo entre París y Madrid, de una traficante de joyas, Sara, y un ladrón con escasa destreza en el oficio, Carlos. Él es un joven apuesto, moreno y de ojos claros. Ella es una mujer definida con todos los tópicos del momento: mujer fatal a la usanza de las películas americanas, pero que reconoce y acepta la superioridad del hombre. El autor la describe al límite de lo que permitía la censura de la época. Ha caído la noche y la protagonista se retira a su compartimento:<br /><blockquote>Había cenado bien, con una buena copita de Benedictino para postre, y sentía que su naturaleza en pleno vigor, en plena juventud robusta y sabia, hubiera podido aprovechar alguna discreta coyuntura, de esas que el destino sabe situar al paso de las personas entendidas. Pero por el momento el destino daba muestras de estar ausente. No; de todos los habitantes del vagón ninguno valía la pena.</blockquote>Esconde el bolso en el que lleva las joyas bajo el colchón, coloca el revolver bajo la almohada y se dispone a dormir. En ese momento entra el ladrón por la ventanilla. No ha tenido tiempo la mujer de cubrir su desnudez, que el joven saca la navaja y le ordena: «—¡Pronto! ¡Entrégueme todo lo que lleva!». Pero la experimentada traficante, contra todo pronóstico, no reacciona empuñando su arma.<br /><blockquote>Pero no se acordó de que existía el revólver. No se acordaba entonces de nada. Sólo sentía un frío imaginativo en sus trémulas carnes, como si ya estuviese a punto de atravesárselas la aguda y reluciente punta de la navaja. Nunca le había ocurrido sentirse tan femenina, tan débil y subordinada mujer como entonces; nunca se había visto tan impresionada por la energía y la superioridad del varón. Pero al mismo tiempo, y cuanto más pronunciaba su naturaleza femenina, sintió crecer en ella un valor extraño y una imprevista fuerza. </blockquote>La mujer coquetea con el ladrón, le entrega un estuche con joyas falsas, se miran a los ojos, se sientan en la litera y entablan una conversación. Él le cuenta su vida, bastante desgraciada, también en amores. Ella le hace saber que ha detectado su inexperiencia.<br /><blockquote>—No sabe usted robar, ni tiene temperamento de ladrón. Todo en usted me habla de violencia, de que está usted contrariando a sus instintos más profundos. Amigo mío, a usted lo han lanzado a una vida por la cual no siente la menor vocación. Y no hay más que mirarle a usted para adivinar que ha sido impulsado a esto por una mujer.</blockquote>En efecto, Carlos se había ido a Buenos Aires al desertar de la legión y allí conoció a una cupletista, Rosina, hermana de un mafioso siciliano. Acaban de llegar a España huyendo de la mafia, pero ella no consigue triunfar y él intenta robar para mantenerla. Cuando el tren frena en la siguiente estación… <br /><blockquote>En seguida, rápida y segura, Sara Leviller echó mano debajo de la almohada y empuñó el revólver. De un salto se colocó junto a la puerta del camarote y dio vuelta al pestillo, en tanto que apuntaba al pecho del ladrón. Y prorrumpió con una mezcla de risa cruel y de grito feroz: <br /><br />—¿Para qué se mete en estas cosas, si no sabe? Le ha entontecido a usted su Rosina... ¡Váyase a la cárcel, amigo mío, y que allí le enseñen a robar los verdaderos ladrones, los hombres de verdad!... </blockquote>Tiempo después, Sara coincide con Rosina en un hotel de Madrid y eso despierta su curiosidad: acude a su espectáculo y entabla relación con ella. Una noche, la cupletista invita a la traficante a un trago en su habitación. En la repisa de la chimenea hay una fotografía de Carlos. Rosina le cuenta que ella lo visitaba en la cárcel todo lo que podía, que él le había explicado su aventura en el tren, que enloquecía avergonzado al recordarla y que murió en la cárcel. Y hechas las explicaciones:<br /><blockquote>—¡Mi madre era calabresa! ¡En Calabria hay una ley que dice que la venganza es sagrada! ¡Quien la hace la paga! ¡Aunque pasen veinte años, el traidor la pagará!... <br /><br />¿Pero cómo ha sido? ¿De dónde ha sacado Rosina ese estilete? Es largo y delgado, brillante y agudísimo. Tiene la ligereza y la fría crueldad de un reptil irritado. A su vista, el último resto de energía se ha desvanecido en Sara. Comprende que va a morir. No trata de defenderse. Sólo acierta a iniciar un grito de suprema angustia, que la punta del estilete ha frustrado.</blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPoUZ6GHPItJ9JVE1Cl3bntN6wZp6RLa_nOyBBr_HZiThElPzTyDUfWWqHKN0jNTZ5VgmGXDvCX0kpDWD7ga0br_4bnrgRLdeB7FZy5D5iPEOP7Cd-c5c62DI_ncowH2WUaMMlopCgRSzcHwN-9MYFYwzFxqy5Q0XdR_BirG03xgxDXe9d_unarVOa1OgT/s517/JFA114%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="517" data-original-width="347" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPoUZ6GHPItJ9JVE1Cl3bntN6wZp6RLa_nOyBBr_HZiThElPzTyDUfWWqHKN0jNTZ5VgmGXDvCX0kpDWD7ga0br_4bnrgRLdeB7FZy5D5iPEOP7Cd-c5c62DI_ncowH2WUaMMlopCgRSzcHwN-9MYFYwzFxqy5Q0XdR_BirG03xgxDXe9d_unarVOa1OgT/s320/JFA114%201.jpg" width="215" /></a></div><br /><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">II</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG5_40lOi-ZKULAO5pPT4ol-LwadaXonEsu6K6LLFiw5gWbSOgkSXI78maekGTqhwct7r2ehyPomL4nVMsyNAoeoe1SSp-XjcU4-dcnQO0aWqd5sD_X29ppUSqIQylssKyz4WJs-H_1bh68ELhRp1EH2bc8KKZpzojx9zqDWgLuMXlexVkBdse9-99xGLc/s628/JFA114%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="628" data-original-width="456" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG5_40lOi-ZKULAO5pPT4ol-LwadaXonEsu6K6LLFiw5gWbSOgkSXI78maekGTqhwct7r2ehyPomL4nVMsyNAoeoe1SSp-XjcU4-dcnQO0aWqd5sD_X29ppUSqIQylssKyz4WJs-H_1bh68ELhRp1EH2bc8KKZpzojx9zqDWgLuMXlexVkBdse9-99xGLc/s320/JFA114%204.jpg" width="232" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div>Casi treinta años después, en 1981, un editor valenciano recuperó una publicación semanal que había circulado entre los años 1908 y 1921 llamada <i>El cuento del dumenche</i> (<i>El cuento del domingo</i>). En ella publicó Jordi Valor Serra un relato escrito en 1953 titulado <i>Una aventura en el tren</i>. <br /><br />Valor (1908-1984) nació en Alcoy y empezó su actividad literaria como colaborador de publicaciones locales, como escritor publicó, entre otras obras, <i>Histories casolanes</i> (1950, <i>Historias caseras</i>), <i>Ducado de Bernia</i> (1954), <i>Narracions alacantines de muntanya i voramar </i>(1959, <i>Narraciones alicantinas de montaña y litoral</i>), <i>Rescoldo del Islam</i> (1960) o <i>Costumbrismo alcoyano</i> (1973). <br /><br />El protagonista del relato toma, en 1930, el tren descendente de Jaca que hace parada en Huesca a las 18:30 y llega a Tardienta para enlazar con el expreso a Barcelona procedente de Madrid.<br /><blockquote>El vagón era antiguo. Cada compartimiento tenía puerta al exterior sin poder recorrerse el coche, es decir, que íbamos enjaulados como gallinas, y hasta el revisor había de salir por la portezuela y por el estribo y, agarrado a las ansas del subidor, pasar al compartimiento de al lado cuatro o cinco veces por cada vagón. <br />(…) <br />En el último momento ya sonaba la campana del jefe de estación dando la salida cuando llegó una señorita rubia con una pesada maleta que introdujo en nuestra “jaula”.<a href="https://d.docs.live.net/6a6f796b60ccaf4a/_Trens/Trens%20-%20_Publicacions%20JFA/Via%20libre/2021.03%20Dos%20aventuras%20(valencianas)%20en%20el%20tren%20660/JFA114%20Dos%20aventuras%20(valencianas)%20en%20el%20tren.docx#_ftn1">[1]</a></blockquote><a href="https://d.docs.live.net/6a6f796b60ccaf4a/_Trens/Trens%20-%20_Publicacions%20JFA/Via%20libre/2021.03%20Dos%20aventuras%20(valencianas)%20en%20el%20tren%20660/JFA114%20Dos%20aventuras%20(valencianas)%20en%20el%20tren.docx#_ftn1"></a>El protagonista ayuda a la joven con el equipaje y le ofrece por dos veces su asiento, que ella rechaza, aunque...<br /><blockquote>lo único que hizo fue rogarme que le dejara el periódico que llevaba en el bolsillo para ponérselo bajo los pies y descalzarse los zapatos de alto tacón que le fatigaban los pies: así no se ensuciaba las medias de seda con la porquería del suelo entarimado y carbonoso y las cáscaras de cacahuete, las pieles de altramuz y los huesos de dátil. </blockquote>A los pasajeros del tren, aquel descalzarse les parece un acto de sinvergüencería, pero para el protagonista es el anuncio de un sutil juego erótico que se producirá cuando, al coincidir de nuevo al tomar el expreso de Barcelona, la joven hará por manera que acepte hacerse pasar por una pareja de recién casados a los ojos de un pesado tercer viajero que entabla conversación con ellos.<br /><blockquote>¿Qué mal puede haber en que nos crea casados si dentro de unas horas nadie de los de aquí estaremos juntos? ¿No me quiere decir su nombre todavía?<br />—Oh, perdón señorita. Me llamo Eliseu; ha sido un descuido. Sabe mi pueblo y mi destino. <br />—Pues bien, Eliseu, vamos a seguir el juego. Casados por a cuatro o cinco horas. ¿No es un ejercicio de experiencia per al día de mañana? ¡Soy de natural juguetona y, como usted me parece un buen mozo...!</blockquote>El juego incluirá conversación cariñosa, monerías, tentempié a modo de cena, las alabanzas del tercer viajero ante una pareja feliz y breves y cariñosos tomarse del brazo, todo ello narrado con una prosa brillante, eficaz y sugerente. <br /><br />El relato nombra las estaciones por las que pasa el expreso y que marcan distintos momentos del sutil y pícaro juego del fingimiento: Cariñena, Selgua (donde suben pasajeros procedentes del ferrocarril de Barbastro), Monzón, Lérida, Mollerusa, Manresa, Tarrasa, Sabadell… hasta rendir viaje en la Estación del Norte de Barcelona. Una vez allí, la chica apaga cualquier ilusión que se hubiera hecho el protagonista con un: «adiós, hasta nunca». Y así acaba el relato: <br /><br />A la mañana siguiente, sobre la cubierta del barco —una moderna motonave blanca que me llevaba a Alicante—, me encontré en el bolsillo de las cerillas del pantalón su billete de ferrocarril. Era el único recuerdo que quedaba de esta aventura en el tren. <br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwK5ooGhKY83FXgLuaUcflBAYOrd9jhCM1-nf9cxKBUxi3aR2YrKW8WhWvGEjarHRyPHF63h-_Iv9WtCG7PaA1g386_5ul4IOavQ1BagpVWxxOZchQg6zuMOeAX0SZuaxaAM_hduKfY4eqPRYnIoj7qLTdSk2RuVDbBQVh7hM0QofqQYcO822ldc5GhK3u/s480/JFA114%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="314" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwK5ooGhKY83FXgLuaUcflBAYOrd9jhCM1-nf9cxKBUxi3aR2YrKW8WhWvGEjarHRyPHF63h-_Iv9WtCG7PaA1g386_5ul4IOavQ1BagpVWxxOZchQg6zuMOeAX0SZuaxaAM_hduKfY4eqPRYnIoj7qLTdSk2RuVDbBQVh7hM0QofqQYcO822ldc5GhK3u/s320/JFA114%203.jpg" width="209" /></a></div><br /><a href="https://d.docs.live.net/6a6f796b60ccaf4a/_Trens/Trens%20-%20_Publicacions%20JFA/Via%20libre/2021.03%20Dos%20aventuras%20(valencianas)%20en%20el%20tren%20660/JFA114%20Dos%20aventuras%20(valencianas)%20en%20el%20tren.docx#_ftnref1">[1]</a> Traducción del bloguero<div style="mso-element: footnote-list;"><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
</div>
</div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-13173419725273428522024-02-09T11:22:00.002+01:002024-02-09T11:22:37.908+01:00El circo va en tren<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieDDF-BPT-1GkrH9EvVh69kRyqJbLGP248nEvtkhAjR5ClAswqOMEWwjvJmaQou4w5U7D5RBrYsHd_IW5Tlk0pFeXr-UREeT1YNDCYGU0j605HseBWGaJ8WzqsdN3QWjDhVSGHSWmldrciFYI2BImjikd6S98DjcNL9FwmGota6Bzw3kelLN0NAVaDFuOc/s782/JFA113%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="526" data-original-width="782" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieDDF-BPT-1GkrH9EvVh69kRyqJbLGP248nEvtkhAjR5ClAswqOMEWwjvJmaQou4w5U7D5RBrYsHd_IW5Tlk0pFeXr-UREeT1YNDCYGU0j605HseBWGaJ8WzqsdN3QWjDhVSGHSWmldrciFYI2BImjikd6S98DjcNL9FwmGota6Bzw3kelLN0NAVaDFuOc/s320/JFA113%204.jpg" width="320" /></a></div><br />En los años dorados del circo, cuando se le consideraba el mayor espectáculo del mundo, los grandes circos solían desplazarse en tren. La densa red ferroviaria europea permitía a las compañías llegar con relativa comodidad a las ciudades donde deseaban plantar su carpa. Los colores llamativos y las letras perfiladas de los carromatos montados sobre las plataformas daban un aspecto singular y atractivo a esos trenes. Los circos más importantes podían incluso poseer vagones propios especializados para transportar fieras o servir como viviendas. <br /><br />En los Estados Unidos, los circos se servían del ferrocarril para salvar las grandes distancias entre estados y ciudades. La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos conserva una litografía de 1874 titulada <i>The grand lay-out. Circus parade around tents, with crowd watching alongside railroad train. </i>Se trata de una imagen con toques orientalizantes en la que los acróbatas, los payasos, los jinetes y los animales del circo hacen su desfile alrededor de las tiendas mientras los contempla una multitud engalanada para la ocasión. Lo sorprendente son los trenes, que acuden desde distintos puntos cardinales por vías que confluyen en la gran esplanada donde se han instalado las carpas.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1OB60KIDOtsBbznqlQM2CNUavK26ITwVcdAnuUcIREzcIHzvsIiC5_82lqkBCYEHiWSHY0-WrAdKJakGmpxd-ul7gvTNShQ2S6h8zX2-jcFZ2SQVoriXI_3bjH-FJdlCgTOUtX_4BkE0fewrPvfi8tOYql0AIc4YRP2GQmToIE47gS8YThp1UbjZXhvs9/s674/JFA113%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="476" data-original-width="674" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1OB60KIDOtsBbznqlQM2CNUavK26ITwVcdAnuUcIREzcIHzvsIiC5_82lqkBCYEHiWSHY0-WrAdKJakGmpxd-ul7gvTNShQ2S6h8zX2-jcFZ2SQVoriXI_3bjH-FJdlCgTOUtX_4BkE0fewrPvfi8tOYql0AIc4YRP2GQmToIE47gS8YThp1UbjZXhvs9/s320/JFA113%201.jpg" width="320" /></a></div><p>Sigamos en el Nuevo Mundo. Fue allí donde el empresario W. C. Coup diseñó en 1872 unos vagones plataforma específicamente pensados para facilitar la carga y descarga de los carromatos y las caravanas. Ello facilitó la expansión del circo. Tom Parkinson y Charles Philip Fox son los autores del libro <i>The Circus Moves by Rail</i> que recoge fotografías, carteles y textos de época sobre el uso del ferrocarril por parte de las compañías circenses.<br /></p><p>Los carteles de publicidad de estos años dorados, cuyo principal motivo eran las fieras salvajes, a menudo incluyen el despliegue de medios ferroviarios del circo como un reclamo. En el cartel del Cole Bros Circus podemos ver vagones para cargar materiales, coches para el personal y plataformas preparadas para subir y bajar los carromatos de ellas. En el cartel del Barnum & Bailey Circus podemos leer: «Una imagen realista de la llegada de nuestros cuatro trenes de 70 vagones de largo construidos en Stoke on Trent a partir del proyecto americano para transportar el Mammoth Show de ciudad en ciudad con sus caballos, sus dos colecciones de animales y su vasto material de espectáculo».</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8xWfLoZfXmQpRo_ZEw1ma2LstL58QtvZmmDa8E_qJaMiFbpTCMt-_6o4s258rleXLgJF0h_zFfs3gy5BtKjp0b8kZAgOqnlF_jpthMo5XzF6bqkMHd3m1X-5bZfSasmd2yMR8H1L_PM8IqKKaLCMxesKNSrqEiB_3MYUeF-D3iDI9c_bpxd6XDpGjsjO9/s700/JFA113%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="538" data-original-width="700" height="246" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8xWfLoZfXmQpRo_ZEw1ma2LstL58QtvZmmDa8E_qJaMiFbpTCMt-_6o4s258rleXLgJF0h_zFfs3gy5BtKjp0b8kZAgOqnlF_jpthMo5XzF6bqkMHd3m1X-5bZfSasmd2yMR8H1L_PM8IqKKaLCMxesKNSrqEiB_3MYUeF-D3iDI9c_bpxd6XDpGjsjO9/s320/JFA113%203.jpg" width="320" /></a></div><p>El circo de los hermanos Ringling, que se fusionó con el de Barnum & Bailey para formar el mítico Ringling Brothers and Barnum & Bailey Circus, sigue en la memoria colectiva de los norteamericanos. Sobrevivió a la Gran Depresión de 1929 e incluso consiguió en 1942 un permiso especial de la presidencia de los USA para usar las vías férreas a pasar de las restricciones de transporte a causa de la Segunda Guerra Mundial; pero, como a todos, el final les llegó a causa de sus elevados costes, del éxito del cine y por la presión de los que estaban en contra de que hubiera animales en sus espectáculos. Los carteles de este gran circo muestran su gran despliegue ferroviario. En el que encabeza esta entrada dice: «100 vagones de acero de doble largo abarrotados de maravillas procedentes de todos los rincones de la Tierra». <br /><br />La competencia entre los circos era feroz y eso puede observarse en los carteles promocionales. El de Al G. Barnes ponía el acento en sus animales, pero también en sus trenes y en la expectación que provocaba su llegada; la inscripción del cartel dice: «Escena de la llegada de los trenes de Al G. Barnes Circus a primera hora de la mañana». </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHmiiOafh0lDYUbi4D4StMry7aTuY6CzUs3J5a9VLG-pR1WV8fZslV_oSGuey0D9Lmr6AZL5WTg13yZAqdEgFXI3mk4sJzzCzSKQ1aROPu3KcEzBsxmNME_acW78qcBAUfiH72MprONb9TP_DbuQPsAJGb-EhO5miDcFGJPhFtvq-rI7bQYPNXr2lLuziO/s864/JFA113%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="864" height="222" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHmiiOafh0lDYUbi4D4StMry7aTuY6CzUs3J5a9VLG-pR1WV8fZslV_oSGuey0D9Lmr6AZL5WTg13yZAqdEgFXI3mk4sJzzCzSKQ1aROPu3KcEzBsxmNME_acW78qcBAUfiH72MprONb9TP_DbuQPsAJGb-EhO5miDcFGJPhFtvq-rI7bQYPNXr2lLuziO/s320/JFA113%205.jpg" width="320" /></a></div><p>A este lado del Atlántico, el circo también tuvo su época dorada, que fue más prolongada en el este de Europa, pero es raro encontrar carteles promocionales con trenes. Sin embargo, sí que aparecen en Rusia, donde las distancias son muy largas. El circo ruso de los Durov, a pesar de que su gran reclamo era el uso de animales amaestrados, reflejaba en sus carteles la importancia logística que el tren tenía para ellos.<br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHJ-jMIdwoyOst3EByTuguYWNz6JH27zkacwvRV2AB2JdsZVUub50jSgH8bKlA-hXy-oHH8kSu5C0No9gHQox2oqY-_JZQOctFztN1uQsoz9ibL3xNWSS465RXAUi6kQK-fR8nfCUGQcQhP6HqOeVPYGXY-iRmAThjTZSXMw0dAkiKD4pWPaa2UXtZJeyg/s700/JFA113%206.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="452" data-original-width="700" height="207" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHJ-jMIdwoyOst3EByTuguYWNz6JH27zkacwvRV2AB2JdsZVUub50jSgH8bKlA-hXy-oHH8kSu5C0No9gHQox2oqY-_JZQOctFztN1uQsoz9ibL3xNWSS465RXAUi6kQK-fR8nfCUGQcQhP6HqOeVPYGXY-iRmAThjTZSXMw0dAkiKD4pWPaa2UXtZJeyg/s320/JFA113%206.jpg" width="320" /></a></div> <br />Ian Fleming hizo que su agente James Bond tuviera contacto con un circo que viajaba en tren. En <i>Octopussy</i> (1983) se narra el enfrentamiento entre el agente 007 y el general Orlov, un belicista soviético que, al ser rechazada su propuesta de atacar a las fuerzas de la OTAN, urde un plan consistente en hacer explotar, de forma que parezca un accidente, un artefacto nuclear en una base americana y generar en la población europea desconfianza hacia su armamento. Una vez retiradas las bombas nucleares por la esperada presión de la población civil, Moscú tendría vía libre para ocupar Europa. Para ejecutar tan peregrino plan, Orlov utiliza, sin que ella lo sepa, el tren de un circo perteneciente a la bella contrabandista Octopussy y esconde la bomba atómica en el cañón del hombre-bala. James Bond perseguirá el tren, lo abordará y logrará desactivar la bomba en el último momento. <p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dzvproq3VgojUku6u0nDGpP4nob8ZzGyVj7iBDhR0IKVsCw_GP3ffb9qttefec5fCqxw9c55ZVs4US8qquR3w' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><br /><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9lzzXq7ps8a-O2pqSrShqmPO_veJ9HJCVqsDFfkfW_FxGDqPlWKBKEXEYhTpUgP1cRzuk6ENqECoAK6cWzPxYpjI_JVhLR9msdivMVdoUn80jjWUaJkhYg0WQZbmwrr3t2vgfrYCv7TIkzF88NhEfEcvsrcEKWag94229yXvtH218IKN2CzYXaPuwl4FL/s688/JFA113%207.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="272" data-original-width="688" height="127" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9lzzXq7ps8a-O2pqSrShqmPO_veJ9HJCVqsDFfkfW_FxGDqPlWKBKEXEYhTpUgP1cRzuk6ENqECoAK6cWzPxYpjI_JVhLR9msdivMVdoUn80jjWUaJkhYg0WQZbmwrr3t2vgfrYCv7TIkzF88NhEfEcvsrcEKWag94229yXvtH218IKN2CzYXaPuwl4FL/s320/JFA113%207.jpg" width="320" /></a></p><p>El inicio de la decadencia de los grandes circos americanos fue recreado en la novela <i>Water for Elephants</i> (2006, <i>Agua para elefantes</i>) de Sara Gruen. Narra la aventura de un estudiante de veterinaria que, durante la Gran Depresión, sube como polizón al tren de un circo, el dueño le contrata como veterinario, cuida de una elefanta y acaba teniendo una relación amorosa con la amazona que está casada con el dueño. El tren es el escenario permanente de la historia.<br /></p><blockquote>Estamos en una vía lateral detrás del Escuadrón Volador, que, evidentemente, lleva algunas horas allí. La ciudad de lona ya se ha erigido, para deleite de la multitud de habitantes del pueblo que se pasea contemplándolo todo. Filas de chiquillos se sientan encima del Escuadrón Volador, observando la explanada con ojos brillantes. Sus padres están congregados debajo y señalan las diferentes maravillas que aparecen ante ellos. Los trabajadores del tren principal se bajan de los coches cama, encienden cigarrillos y cruzan la explanada en dirección a la cantina. Su bandera azul y naranja ya ondea y la caldera eructa vapor a su lado, dando un alegre testimonio del desayuno que ofrece.<br />Los artistas van saliendo de los vagones de la cola del tren, claramente de mejor calidad. Existe una jerarquía evidente: cuanto más cerca de la cola, más impresionantes las estancias que contienen. El mismísimo Tío Al desciende del vagón anterior al furgón de cola. No puedo evitar reparar en que Kinko y yo somos los viajeros humanos que más cerca van de la locomotora.<br />[…]<br />El tren de los Hermanos Fox ha sido retirado de la vía muerta y el tan cacareado vagón de la elefanta está ahora enganchado justo detrás de nuestra locomotora, donde el traqueteo es más suave. Tiene tragaluces en lugar de rendijas y es de metal. </blockquote>Esta novela fue llevada al cine por Francis Lawrence en 2011. La cinta tiene una larga escena en la que un empleado acompaña al protagonista a lo largo del tren para mostrarle toda la fauna humana que trabaja en él y viaja en los distintos vagones y coches.<p></p><p></p><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiODPg860vl0uF-DZYM3nCjpMASt5YBoihy0xd50kRxj3y715CSkBXt5FoQr0qxHhB05sKj1hipiesqVz-e6Qa-BqIbZYQajmFC1pKcXiMGm8DyIb_JyWx_QOyh1ihWPK0R0xv60_GV-KSJeN4COA39GVNDKTBeo7KdpsNqkRG0UjerBpPP_ZnGJ-0eYdY/s1200/JFA113%208.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiODPg860vl0uF-DZYM3nCjpMASt5YBoihy0xd50kRxj3y715CSkBXt5FoQr0qxHhB05sKj1hipiesqVz-e6Qa-BqIbZYQajmFC1pKcXiMGm8DyIb_JyWx_QOyh1ihWPK0R0xv60_GV-KSJeN4COA39GVNDKTBeo7KdpsNqkRG0UjerBpPP_ZnGJ-0eYdY/s320/JFA113%208.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />El de un circo viajando en un tren es un tema que ha pervivido en el tiempo. Podemos encontrar juegos de mesa basados en el deambular en tren de una compañía por el continente americano y son muchos los libros infantiles que aprovechan la atractiva combinación del tren, el colorido inherente al circo y la presencia de animales, aunque la concienciación sobre el bienestar animal está liberando a los leones de las jaulas. El tema ha pervivido en artistas de estilos muy distintos, veamos un ejemplo del siglo XX y otro del siglo XXI: N. Horn y su óleo <i>Ringling Brothers Circus at the Train Station...</i><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRPKFWIt78KqwlcnI88KBGsKgmbYlcYF47NjLuJ3TWsoKGR2P_OGdP717aZMTaC0L5vurc77epU7sV9AQPGdFiCzI8PZe_ourPGUPismKCSP_FA_2Fr-wD_Lm3PZXsBbOv3IBWbwdFhrc0hd9FDyQ2YQL6gq1eGTjmgmHoPyszRHZWGjqg5TxUbDM1-cRi/s1170/JFA113%209.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="761" data-original-width="1170" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRPKFWIt78KqwlcnI88KBGsKgmbYlcYF47NjLuJ3TWsoKGR2P_OGdP717aZMTaC0L5vurc77epU7sV9AQPGdFiCzI8PZe_ourPGUPismKCSP_FA_2Fr-wD_Lm3PZXsBbOv3IBWbwdFhrc0hd9FDyQ2YQL6gq1eGTjmgmHoPyszRHZWGjqg5TxUbDM1-cRi/s320/JFA113%209.jpg" width="320" /></a></div><p>... y Bri Buckley y su <i>The Traveling Circus</i>. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT8Ft306Aww4MY7axARpR9-6dLJPLf699NGYg51HPL4ckPy18oQtEjbNsq7LVVTsIeze3iHFbZQKsv4lC9TM6bAy9jGT0rew-bL1cK1o-SxHpuTxSljdB0A3qZwgqxAKU-j_K10zIKwMxCkdvwxnwPu4HPYwdtI0EcDsNbloZvOM33UFcWnwbvvhoqgna-/s785/JFA113%2010.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="578" data-original-width="785" height="236" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT8Ft306Aww4MY7axARpR9-6dLJPLf699NGYg51HPL4ckPy18oQtEjbNsq7LVVTsIeze3iHFbZQKsv4lC9TM6bAy9jGT0rew-bL1cK1o-SxHpuTxSljdB0A3qZwgqxAKU-j_K10zIKwMxCkdvwxnwPu4HPYwdtI0EcDsNbloZvOM33UFcWnwbvvhoqgna-/s320/JFA113%2010.jpg" width="320" /></a></div><p>Todo parece indicar que el circo y los trenes seguirán juntos en el mundo de la creación artística.</p>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-11299469968286346062024-01-08T13:52:00.001+01:002024-01-08T13:52:45.613+01:00Trenes en la nieve<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFFIrB_v2jOu10BKsdAynWX83tcfEU7CyVOfp1-ghpagY8rh9oklWs32wYxpUTZ963H83VwWQPEAiBQaUsJuCdVPnwR_8r1_N8t28Y-byq1c5YmbHHMcVbv_6dUNFNgT8oK6ncBSy87nqkY8bjELBmz85B31jQt_pXMA6DT2e2zfXZKTuOo_3CVXJQOf7Y/s720/JFA112%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="720" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFFIrB_v2jOu10BKsdAynWX83tcfEU7CyVOfp1-ghpagY8rh9oklWs32wYxpUTZ963H83VwWQPEAiBQaUsJuCdVPnwR_8r1_N8t28Y-byq1c5YmbHHMcVbv_6dUNFNgT8oK6ncBSy87nqkY8bjELBmz85B31jQt_pXMA6DT2e2zfXZKTuOo_3CVXJQOf7Y/w400-h223/JFA112%204.jpg" width="400" /></a></div><div><br /></div>Si pensamos en películas o series en las que el escenario sea un tren rodeado de nieve, es muy probable que la primera que nos venga a la cabeza sea <i>Snowpiercer</i> (<i>Rompenieves</i>). En 1984 apareció la primera entrega de la novela gráfica <i>Le Transperceniege</i> con guion de Jacques Lob y dibujos de Jean-Marc Rochette, en 2013 tuvimos la versión cinematográfica dirigida por Bong Joon-ho y en 2020 nos llegó la serie dirigida por Graeme Manson. La base de las tres obras es que un fallido experimento para solucionar el calentamiento global acabó helando el planeta y matando a la mayoría de seres vivos; los únicos humanos supervivientes son los pasajeros, clasificados por capas sociales, de un tren que recorre sin paradas el mundo impulsado por un motor de movimiento continuo.<div><br /><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsSgQpWGcTnbf2N9BK-RboeO0jEY03EpuqbzvtcABjrfqru_blyBwoaQOr7T25ROO4W2FwvW3bhnXvM2vNnGmr6l40M5TjqzmzTW3O9Tu0qYC4CjQ_VJgltuqIUKgIOa8WbkcPuEPDfscnJbZ5dJhVZWOAC2pFrSHMcM8aqFlyo2GyOMS6sZq7CpeLRAdH/s672/JFA112%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="374" data-original-width="672" height="178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsSgQpWGcTnbf2N9BK-RboeO0jEY03EpuqbzvtcABjrfqru_blyBwoaQOr7T25ROO4W2FwvW3bhnXvM2vNnGmr6l40M5TjqzmzTW3O9Tu0qYC4CjQ_VJgltuqIUKgIOa8WbkcPuEPDfscnJbZ5dJhVZWOAC2pFrSHMcM8aqFlyo2GyOMS6sZq7CpeLRAdH/s320/JFA112%201.jpg" width="320" /></a></div></div><div><br /></div>Pero en la pantalla ya se habían proyectado trenes sitiados por la nieve muchos años antes. En 1956 José Antonio Nieves Conde dirigió <i>Todos somos necesarios</i>. Falangista convencido, Nieves Conde se adscribió a la corriente neorrealista que llegaba de Italia porque consideró que sus postulados encajaban con su preocupación por las desigualdades sociales y la conducta inmoral de los ricos, que el veía como una traición a los ideales del nacionalsindicalismo; acabó apartado por el franquismo.</div><div><br /><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6fXGoG6qZYnmc_DA7LCvRgNeVvkTKAYg4P7KlMtMudzxFYy_QI5au0iL_9Er6pXjuw23soGt7dsZfLmrt4Hq5GHDB454B_GYhowROOA6qqDJ199pRquWSDDBb7MzA9jQuoX-iTBhgPYpNL2yaTYPpcoQt1f_W1aFzgNMSs0MDIKTvLqJyh-d8BW12-aQH/s512/JFA112%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="211" data-original-width="512" height="132" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6fXGoG6qZYnmc_DA7LCvRgNeVvkTKAYg4P7KlMtMudzxFYy_QI5au0iL_9Er6pXjuw23soGt7dsZfLmrt4Hq5GHDB454B_GYhowROOA6qqDJ199pRquWSDDBb7MzA9jQuoX-iTBhgPYpNL2yaTYPpcoQt1f_W1aFzgNMSs0MDIKTvLqJyh-d8BW12-aQH/s320/JFA112%202.jpg" width="320" /></a> </div></div><div><br /></div>La trama argumental es simple y eficaz. Un médico condenado injustamente, un empleado que ha cometido un desfalco y un ladrón habitual dejan la cárcel tras cumplir sus condenas y suben a un tren donde, por su calidad de expresidiarios, son mal recibidos por los viajeros. El convoy queda bloqueado por la nieve y el hijo de un empresario que sólo ama al dinero y planea una aventura con su secretaria, cae enfermo y hay que practicarle una traqueotomía para salvarle la vida. El médico, suspendido de ejercicio y resentido contra la sociedad, se niega a intervenir, pero acabará cambiando su actitud ante la mirada de ánimo de la secretaria y el ejemplo de un cura, dispuesto a arriesgarse a operar al niño con sus escasos conocimientos adquiridos en las misiones. Por su parte, el ladrón habitual no duda en partir bajo la tormenta de nieve para pedir ayuda. Al final, a pesar de su heroicidad, los viajeros seguirán recelando de ellos por el solo hecho de ser expresidiarios. Toda la acción de la película transcurre en el ferrocarril, convertido en un escenario aislado, donde los personajes muestran su verdadero rostro cuando se enfrentan a conflictos morales. <br /><br />El convoy de <i>Murder on the Orient Express</i> (1934, <i>Asesinato en el Orient Express</i>) de Agatha Christie también queda bloqueado por la nieve y, mientras se espera la llegada del tren de rescate, Hercule Poirot resuelve un caso de asesinato. Hay varias versiones para la gran y la pequeña pantalla que ha sido profusamente promocionadas y reemitidas hasta convertir esta obra y sus versiones en una de las más conocidas tanto de la autora como del cine con trenes. <br /><br /><i>Vlak u snijegu</i> (1976, <i>Tren en la nieve</i>) del croata Mate Relja es una película basada en una novela juvenil. Un grupo de escolares viaja a Zagreb para una actividad académica, al regreso, el profesor se indispone y debe ser ingresado en un hospital, los niños prosiguen el viaje solos, pero el convoy acaba bloqueado por un vestisquero, entonces los escolares colaboran con los ferroviarios para liberar el tren. Es una película menor, con niños que se las ingenian para ayudar a despejar la vía de la nieve y, además, cantan dirigidos por un maquinista barbudo y campechano.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF5Mq3n2GWLRGbk096h8CVbUudhqgJp-U6ggDRD_JcdMCkeukDYK4UoDAO8xzvjTSut-5XUsT34cxrD7oMidnCCOK5SdYs0PqFq87d4Tw7Z4xQ09AefDSlVn5Ioji6PknTsSL3_eRICUQS4M0DDlPW9CtnvUJK6Yvk24oOX7kYmBTK3rRUmeXT0BY1Oa5Y/s691/JFA112%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="691" height="222" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF5Mq3n2GWLRGbk096h8CVbUudhqgJp-U6ggDRD_JcdMCkeukDYK4UoDAO8xzvjTSut-5XUsT34cxrD7oMidnCCOK5SdYs0PqFq87d4Tw7Z4xQ09AefDSlVn5Ioji6PknTsSL3_eRICUQS4M0DDlPW9CtnvUJK6Yvk24oOX7kYmBTK3rRUmeXT0BY1Oa5Y/s320/JFA112%203.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />También transcurre en medio de una tormenta de nieve la historia que se nos cuenta en la película japonesa de dibujos animados <i>Byôsoku go Senchimêtoru</i> (2007, <i>Cinco centímetros por segundo</i>) de Makoto Shinkai. A ella pertenece el fotograma que encabeza esta entrada. Los dos protagonistas, Takaki y Akari, se enamoran al final de la escuela primaria, pero sus vidas toman caminos distintos. Pasa el tiempo. Un buen día, el chico decide ir a visitar a la chica en tren en medio de una tormenta de nieve. La película describe con todo detalle el trayecto con diversos cambios de línea que realiza el protagonista desde la estación toquiota de Shinjuku hasta el pueblo de Tochigui. Durante el viaje, la nieve hace que los convoyes acumulen retrasos y uno de ellos incluso se detiene durante un buen rato hasta que se puede limpiar la vía; no hay que decir que las compañías ferroviarias no paran de disculparse por los altavoces de trenes y estaciones. Por fin el chico llega a la estación de destino con muchísimo retraso, pero ella le está esperando. A partir de aquí, la historia resulta un poco ñoña para los gustos occidentales. El tren tiene un papel relevante, y como tal es tratado en el detalle de las estaciones o del interior de los convoyes, que son presentados como espacios para el romance y la reflexión. Que la nieve haya llegado a detenerlo es presentado como un hecho excepcional. <br /><br />Puede que algunos fotogramas de la película <i>Vlak u snijegu</i> le recuerden a alguien el óleo de Claude Monet de 1875 conocido como <i>Tren en la nieve</i> o <i>La locomotora</i>. Más allá de su extraordinaria factura, este tren entrando en la estación de Argenteuil parece que nos está indicando que el ferrocarril es la única manera de moverse tras una tormenta de nieve que debe haber bloqueado los caminos.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5Zxd0AJn-TwE4AkeV3cjS3Gn-R1aE2gXdOP-gHoj5DXBxtx0l8IHhiAFGd9Nw2OaRfW6pgWLOImNZCOh44thNnuBhYT9nqzSYufN9HxodxDqMBdCA5ueKuLna7Zhaa-V5eA2lM8484H2IV1pTKra4uUL1SGsVkh0YrXDmP0tSX-1C4l_997Nf3D8nb-Gh/s1196/JFA112%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="899" data-original-width="1196" height="241" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5Zxd0AJn-TwE4AkeV3cjS3Gn-R1aE2gXdOP-gHoj5DXBxtx0l8IHhiAFGd9Nw2OaRfW6pgWLOImNZCOh44thNnuBhYT9nqzSYufN9HxodxDqMBdCA5ueKuLna7Zhaa-V5eA2lM8484H2IV1pTKra4uUL1SGsVkh0YrXDmP0tSX-1C4l_997Nf3D8nb-Gh/s320/JFA112%205.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />El óleo <i>En la estación. Mañana de invierno en el tren de los Urales </i>(c. 1885) de Vladimir G. Kazantsev, contemporáneo de Monet, tiene muchas similitudes con el anterior: la forma grisácea del convoy contrastando con la nieve que cubre todo el entorno, el humo destacándose sobre el cielo cubierto, las luces del testero… y la misma sensación de que el tren nos ofrece la única manera de movernos por el paisaje.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGmAugvajHOFi90x1cetUYQQSqEZpKp-Y6XPo1mXB9dLiRWct2alRe1Q5CHcrP4uAj3v0o2Tpgs1b_dwJNoLNiFtmNOUTS6xM6L8Qjso5CiD1w3h1dt_V4kZCl9jbdQV4SjX9Uxrx9Xuyk3SRRHsjndPk-yb2NFqBB0cIQsWUMlK_VGfx7Q1hrPkOOs5vo/s800/JFA112%206.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="539" data-original-width="800" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGmAugvajHOFi90x1cetUYQQSqEZpKp-Y6XPo1mXB9dLiRWct2alRe1Q5CHcrP4uAj3v0o2Tpgs1b_dwJNoLNiFtmNOUTS6xM6L8Qjso5CiD1w3h1dt_V4kZCl9jbdQV4SjX9Uxrx9Xuyk3SRRHsjndPk-yb2NFqBB0cIQsWUMlK_VGfx7Q1hrPkOOs5vo/s320/JFA112%206.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />El paso del tiempo no le ha quitado al tren esta capacidad de llegar con nieve a donde no se puede llegar de otra manera. El pintor norteamericano Everett Longley Warner, que tomó como uno de sus temas el paisaje de Pensilvania, representó en <i>Panther Hollow</i> (c. 1930) un tren industrial circulando por este barrio de Pittsburgh.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDiH914RRvZcpP_mNhxogQw6bsipL0ebVmbwLzzD7yvX_5d9LCp9I6ZRxiFm4PbGo830VdlOSA_bQ4Uq9K9aOdseBRKeKemtYmpbHnc7NCc5JhM7Bwu4r6ce6VaQNsjXBdKIXH5OS4fVohMzrDk8OrhF5uv0kDNK7KcEyqFMNiqCUNOIXPdaY0VyVoUvoI/s696/JFA112%207.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="515" data-original-width="696" height="237" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDiH914RRvZcpP_mNhxogQw6bsipL0ebVmbwLzzD7yvX_5d9LCp9I6ZRxiFm4PbGo830VdlOSA_bQ4Uq9K9aOdseBRKeKemtYmpbHnc7NCc5JhM7Bwu4r6ce6VaQNsjXBdKIXH5OS4fVohMzrDk8OrhF5uv0kDNK7KcEyqFMNiqCUNOIXPdaY0VyVoUvoI/s320/JFA112%207.JPG" width="320" /></a> </div></div><br />Canadá nos proporciona un ejemplo actualísimo de la importancia del ferrocarril en tiempos de nieve. Cuando los rigores del invierno dejan el territorio congelado, solo él es capaz de comunicar ciudades y transportar mercancías. Un convoy, sea de vapor, sea diésel, atravesando las llanuras nevadas y heladas es un tema muy común en la pintura ferroviaria intemporal canadiense, como es el caso de <i>Canadian at Morant's Curve</i> (2001) de Glen Frear, que nos muestra un convoy de CP Rail circulando bajo la mirada de las Montañas Rocosas por un tramo de la línea que se ha convertido en un clásico por su belleza.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW4G1x7tQOlMTZm45Pv-tObZXOzi7VrTNqK15MtLrMWnVKVMpYTpr-hjDthwIdRgSNB4VBrdAJqB5G1f2Et7m5YMpHQjQ4DY_Z1VEMkBAFYO836qsvG9arieea1WeiGu5oGf28sf6OVuvu-hU4P84ggze3wSanGyewTi3gIocfTRcqNEddZP8OUyKQiEFM/s934/JFA112%208.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="699" data-original-width="934" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW4G1x7tQOlMTZm45Pv-tObZXOzi7VrTNqK15MtLrMWnVKVMpYTpr-hjDthwIdRgSNB4VBrdAJqB5G1f2Et7m5YMpHQjQ4DY_Z1VEMkBAFYO836qsvG9arieea1WeiGu5oGf28sf6OVuvu-hU4P84ggze3wSanGyewTi3gIocfTRcqNEddZP8OUyKQiEFM/s320/JFA112%208.jpg" width="320" /></a></div></div><br />En los sistemas montañosos de nuestra península también la nieve puede poner al ferrocarril en dificultades, es lo que escogió como tema José Catalá en su obra <i>Puerto de Tosas</i> (c. 2002) que nos muestra una 435 dando servicio a la relación entre Barcelona y la frontera francesa en Puigcerdà pasando por este puerto de montaña pirenaico.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8Xdkroi5ys7o9d1u8C3kDhPN18bEQGutbFEPJDCsPV6gXIlh1HTsrkTlw8jv656xccJXHo3SouFsFPFrRAwitzdU9lk4nGzcoz0AEgqpbwoW95F_Qjlcl7rvtgy-WUGEB-6V_mx11lEi2x3JA7DgoVvUW1QQeIQ3A4MpsVWUyeI8puQE_YdXrhWt-c4co/s969/JFA112%209.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="678" data-original-width="969" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8Xdkroi5ys7o9d1u8C3kDhPN18bEQGutbFEPJDCsPV6gXIlh1HTsrkTlw8jv656xccJXHo3SouFsFPFrRAwitzdU9lk4nGzcoz0AEgqpbwoW95F_Qjlcl7rvtgy-WUGEB-6V_mx11lEi2x3JA7DgoVvUW1QQeIQ3A4MpsVWUyeI8puQE_YdXrhWt-c4co/s320/JFA112%209.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />Todas estas obras tienen en común el recordar que uno de los logros del ferrocarril fue el haber sido el primer medio de transporte que pudo enfrentarse a gran escala a las nevadas copiosas. El contraste de las formas oscuras y geométricas de los convoyes contrastando con el blanco informe de la nieve, las ventanillas iluminadas de los coches recordando que en su interior se está a salvo del frio y la sensación de que podemos seguir viajando a pesar de la tormenta son imágenes que han quedado fijadas como lugares comunes en el imaginario artístico.<br /><div style="mso-element: footnote-list;"><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
</div>
</div></div></div></div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-80137522729722288782023-12-06T17:06:00.000+01:002023-12-06T17:06:08.535+01:00Trenes y migraciones<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8EtGAc4t5CN_HOpc0o7SIHjPTjba6xWdG2pfCoQD8qtt06ZClf23C6xBdZi3Ip61LgBwDO0a9FPMbFd-tVwdHhhlVtImDFBJ60ilYMwyunCr1QSnZfP5NvxSp2od7w6aC1sSRHu2ClUK1oWVlRcKJ6xgGrfCqFjUnsx-PI3wrzPtItL5_y9KAehBRF5o7/s2395/JFA111%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1595" data-original-width="2395" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8EtGAc4t5CN_HOpc0o7SIHjPTjba6xWdG2pfCoQD8qtt06ZClf23C6xBdZi3Ip61LgBwDO0a9FPMbFd-tVwdHhhlVtImDFBJ60ilYMwyunCr1QSnZfP5NvxSp2od7w6aC1sSRHu2ClUK1oWVlRcKJ6xgGrfCqFjUnsx-PI3wrzPtItL5_y9KAehBRF5o7/w400-h266/JFA111%201.jpg" width="400" /></a></div><div><br /></div>El fotógrafo Carlos Pérez de Rozas y Sáenz de Tejada, que perteneció a una estirpe de fotoperiodistas que actualizó la profesión, trabajó en <i>La Solidaridad Nacional</i> y, al cierre de esta, en <i>La Vanguardia</i>. En 1950 hizo una serie de fotografías sobre la emigración con una estética que le inscribía de lleno en el realismo social. La que reproducimos está tomada en la Estación de Francia de Barcelona y muestra a emigrantes que van a trabajar al país vecino. <br /><br />Veinte años después, esta estación seguía siendo puerta de salida de los vendimiadores, y el cantautor Joan Manuel Serrat les dedicó una canción (a la derecha la versión original en catlán): <br /><blockquote>Al llegar septiembre <span> </span> Pels voltants de setembre<br />antes de que llegue el frio <span> </span> abans que arribi el fred<br />compran su billete<span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> <span> </span> </span><span> </span>compren el seu bitllet<br />para el tren de la esperanza<span> </span><span> <span> </span></span><span> </span><span> </span>per al tren de l'esperança.<br /><br />Y los hemos visto alejarse<span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>I els hem vist allunyar-se<br />con la maleta al hombro<span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>amb la maleta a coll<br />caminando por un andén<span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>caminant per un moll<br />de la Estación de Francia<span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>de l'estació de França<br />(…) <span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>(…)</blockquote><div>Los vendimiadores también salían de la Estación del Norte de Valencia, y el novelista de Játiva Toni Cucarella, en la novela <i>Els camps dels vençuts </i>(2002, <i>Los campos de los vencidos</i>), resiguió su salida de València, el paso del control de frontera en Portbou y la llegada a Narbona.</div><div><blockquote>En la estación del Norte de València crecía un caos gritón y bullicioso. Diversas vías eran ocupadas per largos convoyes que se perdían al fondo de andén, los trenes especiales de vendimiadores. Era una muchedumbre la que se agitaba, de aquí para allá, buscando su coche. Las mujeres y los niños esperaban, de mientras, vigilando los montones de bultos. Acarreábamos un bagaje copioso y pesado: las maletas llenas de alimentos, sobre todo latas de conserva y embutidos de todo tipo. Había que ahorrar cuanto más mejor, por eso nos llevábamos la máxima manutención desde casa. El salario que habíamos de cobrar era elevado respecto del que se cobraba aquí, ya que en Francia el nivel de vida era bastante más caro, pero si teníamos que comprar allí la comida, perderíamos la poca ganancia. </blockquote>El mismo año que Pérez de Rozas tomaba sus fotos en la Estación de Francia, nacía en Tarifa otro reconocido periodista gráfico, Manuel Sanvicente Valonero, que desarrolló su carrera en el diario <i>Informaciones</i> de Andalucía y, a su cierre, en <i>ABC</i> de Sevilla. De él es la fotografía de finales de los años 60 del siglo pasado de los emigrantes que parten de la estación de Sevilla Patio de Armas. Fue publicada en ABC de 27 de julio de 2009 para acompañar un texto de Aurora Flórez titulado <i>El tren hacia el éxodo.</i></div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjK5GoSvf9cMl2Qv0G7O6pelZI4ONVZqL2ijtv47NfVn0b-bHvN0kV7rjdaecZ0elrvQutco8nzpAB8LFvOSEHA3AXWFJhICd2Ya39vhnGQhfesIDkXPBBSbdNN9NNVqTgyOptC7xoX_DRGduxMwM44dexubjNndbV53T1R3wuinqAMX-YhBhNxnw6DF-0O/s620/JFA111%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="547" data-original-width="620" height="282" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjK5GoSvf9cMl2Qv0G7O6pelZI4ONVZqL2ijtv47NfVn0b-bHvN0kV7rjdaecZ0elrvQutco8nzpAB8LFvOSEHA3AXWFJhICd2Ya39vhnGQhfesIDkXPBBSbdNN9NNVqTgyOptC7xoX_DRGduxMwM44dexubjNndbV53T1R3wuinqAMX-YhBhNxnw6DF-0O/s320/JFA111%202.jpg" width="320" /></a></div></div><blockquote>Apenas resta un segundo para que den las cinco de la tarde en la estación de Plaza de Armas. El aviso de salida del tren está a punto de romper el aire y envolver los nervios, la tristeza y la sensación de desarraigo de los viajeros, que ya caminan hacia las vías o empiezan a cargar celerosos los bultos. Un operario con mono amontona en un recogedor casero las colillas y papelitos que quedan en el suelo. (...) Se marchaban del asfixiante largo brazo de la posguerra para evitar a los suyos desde la lejanía y la nostalgia la apretura del traje remendado, el raído abrigo heredado de niño en niño, los zapatos desollados, el dolor de la miseria, el olor de la pobreza. </blockquote>El dibujante Cesc, en el libro <i>Arriba Spain!</i> (1972), que recogía sus viñetas de crítica social en diversos periódicos y revistas, quiso mostrar que había matices en los motivos de la emigración aunque todas se realizaran en tren. <br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDo8AvOHuTWQuxfNBXdt2aurcGfGyhyphenhyphenke_Y7HbG2iB2u8yCjvq5pFaQmQAtzX_Qz1YyWaVtMzjiRKm80ZESpfq6XVPkoWuPerlRoK2D6bVSdFiVmm92Qp9cLzYpWt0oHmhGXv2gMRF1lpQfA5UcobO8JKlDKec8B_KXKaDL6jGYPBF6eJ25SpusgHMJyAw/s760/JFA111%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="589" data-original-width="760" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDo8AvOHuTWQuxfNBXdt2aurcGfGyhyphenhyphenke_Y7HbG2iB2u8yCjvq5pFaQmQAtzX_Qz1YyWaVtMzjiRKm80ZESpfq6XVPkoWuPerlRoK2D6bVSdFiVmm92Qp9cLzYpWt0oHmhGXv2gMRF1lpQfA5UcobO8JKlDKec8B_KXKaDL6jGYPBF6eJ25SpusgHMJyAw/s320/JFA111%203.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div>El contraste entre el lugar de salida y el de llegada es uno de los temas de la película <i>La piel quemada</i> (1967) de Josep Maria Forn. Mientras seguimos el largo viaje en tren de la mujer y los niños desde Andalucía hasta Barcelona pasando por Valencia y, después, en autobús hasta la Costa Brava de Gerona, vemos intercalada la vida que lleva el marido trabajando en la construcción y viviendo el choque cultural entre su tierra de origen y la que le ha acogido. Tras unos meses en solitario, el hombre ha logrado alquilar un lugar para vivir y poco a poco va conociendo a sus compañeros de trabajo, a los empleadores locales y a las turistas que están de vacaciones, incluida una muchacha belga que le descubre un mundo insospechado. <br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKah75kRWxS9iSOB-4zl2vwn0ByXDW9VbqZ2Bqqu3p65BfYM5PNyRlRWDbSDtG7G0JsUQy-emE7TIn6RtMSpIG-PXrbPp07kSMGR-LMJNgcU88PcthdMpF_fNTolGixIfdJbQBwOiLaCw1ZlqZt0UJ8NzDm-o8az5gA0V_qOZ3G33-zzg7IV1z3V0q4v8Y/s662/JFA111%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="662" data-original-width="470" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKah75kRWxS9iSOB-4zl2vwn0ByXDW9VbqZ2Bqqu3p65BfYM5PNyRlRWDbSDtG7G0JsUQy-emE7TIn6RtMSpIG-PXrbPp07kSMGR-LMJNgcU88PcthdMpF_fNTolGixIfdJbQBwOiLaCw1ZlqZt0UJ8NzDm-o8az5gA0V_qOZ3G33-zzg7IV1z3V0q4v8Y/s320/JFA111%204.jpg" width="227" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyUqJdyOoQsJKe8PFKUn4yw4M3PEychSA-NXhewkoF64BtlQaPYFrvrqgwztCI83jwYANcye3qw_WRaasbw0EqAH9GfNB0bYGdHumWkWn9bSj5Q0r3pMdLm5YmqxlOQjuclF9VYjhZMOvHFD8BKna8hDMTeFFMo3iqOy8jQyjOGd_BKNiFFCq3X2Oq_URL/s920/JFA111%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="367" data-original-width="920" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyUqJdyOoQsJKe8PFKUn4yw4M3PEychSA-NXhewkoF64BtlQaPYFrvrqgwztCI83jwYANcye3qw_WRaasbw0EqAH9GfNB0bYGdHumWkWn9bSj5Q0r3pMdLm5YmqxlOQjuclF9VYjhZMOvHFD8BKna8hDMTeFFMo3iqOy8jQyjOGd_BKNiFFCq3X2Oq_URL/w400-h160/JFA111%205.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div>Si cruzamos el océano Atlántico y regresamos a nuestros días, nos encontraremos con una dramática vinculación entre ferrocarril y migración. “La bestia” es la denominación que recibe el lento tren de mercancías que atraviesa Centroamérica y México de sur a norte. Los emigrantes lo usan como medio de transporte para intentar cumplir el sueño de entrar en los Estados Unidos. Es un viaje peligrosísimo, no sólo por la dificultad de mantener el equilibrio encaramado en los vagones, sino también por la amenaza de las mafias, todo ello bajo el acoso constante de “la migra”, la policía de inmigración. <br /><br />En 2013 el director de cine español afincado en México Diego Quemada-Díez rodó <i>La jaula de oro</i> (<i>The Golden Dream</i>), que narra las peripecias de dos adolescentes que huyen de su aldea para buscarse un futuro y emprenden un peligroso viaje durante el que trabarán amistad con un chico indígena, sufrirán en sus carnes abusos e injusticia, pero también descubrirán la amistad y la solidaridad, pasarán la frontera de la mano de una mafia y serán “recibidos” por un francotirador voluntario que abate inmigrantes. Una película dura pero imprescindible.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqqb8FHgeVbEVWxwGb7XpFucXbJf0lAJ5MXZgSR0tyi8_iqvcnOzd8CLvu-dbdFZPeYsJJbxL2YjaT__v4Kke1PYw7xYz28a4a-wTlLuFrxF7UuOOJfYrjkLbFg821WMj_nIjXFp8a1FOykH9ccfsBUJJaPI6-TqEUtiLj2Zw8wkb7RgirBQBFvUgME4zR/s960/JFA111%206.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="630" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqqb8FHgeVbEVWxwGb7XpFucXbJf0lAJ5MXZgSR0tyi8_iqvcnOzd8CLvu-dbdFZPeYsJJbxL2YjaT__v4Kke1PYw7xYz28a4a-wTlLuFrxF7UuOOJfYrjkLbFg821WMj_nIjXFp8a1FOykH9ccfsBUJJaPI6-TqEUtiLj2Zw8wkb7RgirBQBFvUgME4zR/s320/JFA111%206.jpg" width="210" /></a> </div></div><br />Ese mismo año, el granadino Daniel Rodríguez Moya, poeta y periodista vinculado a Nicaragua, escribió el poema “La bestia”, The American way of death, he aquí tres fragmentos:<br /></div><blockquote>(…)<br /><br /> Nadie duerme en el tren,<br />sobre el tren.</blockquote><blockquote><div>Agarrados al tren <br />todos buscan llegar a una frontera, <br />a un sueño dibujado como un mapa <br />con líneas de colores: <br />una larga y azul que brilla como un río <br />que ahoga como un pozo.</div></blockquote><blockquote><div>(…)</div></blockquote><blockquote><div>Las gentes congregadas muy cerca de la vía <br />con un trago en la mano, <br />el olor a fritanga y a tortilla <br />como si fueran fiestas patronales, <br />esperando el momento para subir primero, <br />y no quedarse en el andén del polvo, <br />montar sobre ‘La Bestia’, en el ‘Tren de la Muerte’ <br />o esperar escondidos adelante, <br />en los cañaverales, <br />con un rumor inquieto. <br />Y esquivar a la migra. <br /></div></blockquote><blockquote><p> (…)</p></blockquote><blockquote><div>Transitan los vagones por los campos <br />donde explotan las más extrañas flores. <br />Pasan noches y días <br />como sogas del tiempo en marcha circular. <br />Cada milla ganada a los raíles <br />aleja en la llanura otra estación del sur. <br /><br /></div><div>Marcha lenta la máquina <br />con racimos de hombres a sus lados. <br />El humo del gasóleo <br />difumina un perfil que se pierde a lo lejos. <br /><br /></div><div>Ha pasado ‘La Bestia’ camino a la frontera. <br /><br />Avanza hacia el norte <br />el viejo traqueteo de un tren de mercancías. </div></blockquote><div>El poeta mejicano Mijail Lamas también habló de este drama en el poema de diez cantos <i>Trenes</i> (2014), en el séptimo podemos leer:<br /><blockquote>El trampa es el que sube a los cargueros, <br />él salta a los vagones desde el sur. <br />Huye de la miseria. <br />Busca el norte que no es más que otra forma <br />de nombrar a la muerte. <br />Los han visto pasar mirando hacia las casas, <br />deseando estar adentro. <br /><i>Ellos vienen de paso, están cansados </i><br />dice la madre al niño <br />que mira fascinado el paso del convoy. <br /><i>Ellos vienen de paso…</i> pero el trampa no vuelve. <br />¿Alguien después de mucho, <br />cuando los trenes pasan por los pueblos del sur, <br />recordará sus nombres?</blockquote><div style="mso-element: footnote-list;"><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><o:p> </o:p></p>
</div>
</div></div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-79255460585092330892023-11-03T08:28:00.000+01:002023-11-03T08:28:40.906+01:00Cine bélico chino con trenes<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWG38r_-YWfpXzSGtRekMtEQr_6MCImVuSxAMLdQTnxLg3BuyRY9Pkoqs6T6gr8ayVAvjNk7A9OKVfAGk_j8pomWvyDG4nTKbXoDRaRTQukjOqngaSZnd4zBwWvmGKEyx5h6xOwvORw_wlxTSsZbRXn6KTaIh0Qz7_UbC-Gs60oNdc4gZIDQ9tj0aSuvaZ/s2023/JFA110%208.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="828" data-original-width="2023" height="164" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWG38r_-YWfpXzSGtRekMtEQr_6MCImVuSxAMLdQTnxLg3BuyRY9Pkoqs6T6gr8ayVAvjNk7A9OKVfAGk_j8pomWvyDG4nTKbXoDRaRTQukjOqngaSZnd4zBwWvmGKEyx5h6xOwvORw_wlxTSsZbRXn6KTaIh0Qz7_UbC-Gs60oNdc4gZIDQ9tj0aSuvaZ/w400-h164/JFA110%208.jpg" width="400" /></a></div><p></p>Los interesados por las películas con trenes chinos en plena acción ferroviaria o enzarzados en hazañas bélicas recordarán <i>Tie dao wei shi</i> (1960, <i>Guardas ferroviarios</i>) del director Ying Fang. Con un planteamiento claramente propagandístico, la cinta se centra en la lucha contra los agentes norteamericanos que pretenden sabotear los trenes chinos que intentan ayudar al pueblo de Corea del Norte, pero como es de esperar, serán derrotados por los agentes chinos con la ayuda de los ferroviarios que, con valor y arrojo, defienden su ferrocarril y su causa. <div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHdfJqangpqC0Q2XmLfYcw6VOSry02Oa9RrPAUUcrKI36U75Pa57Lqg30GfOMsL1dsSMrDq9sM_oKNELxXKXYindjCpvRlbW4env8XJgZIlYkmCVYnTPLCMBRU_vK9Pz4_fkZkLGiOIYbW9b3awm0yDL3mTt3IjK2zlzbJ47clGmhkVcp4FiUzGS4NRYEN/s1080/JFA110%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="770" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHdfJqangpqC0Q2XmLfYcw6VOSry02Oa9RrPAUUcrKI36U75Pa57Lqg30GfOMsL1dsSMrDq9sM_oKNELxXKXYindjCpvRlbW4env8XJgZIlYkmCVYnTPLCMBRU_vK9Pz4_fkZkLGiOIYbW9b3awm0yDL3mTt3IjK2zlzbJ47clGmhkVcp4FiUzGS4NRYEN/s320/JFA110%201.jpg" width="228" /></a></div><div><br /></div><div>La trama se centra en el esfuerzo abnegado de los ferroviarios, en su colaboración con los soldados y en la infiltración entre los enemigos para desenmascarar a los traidores que colaboran en el intento de volar un túnel. Así que vemos trenes circulando, saboteadores en acción, luchas sobre el techo de los vagones y héroes que salvan los convoyes en el último momento.</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNrCUosx0Rwww8AnYFRqQO3Ll4CDig1yTvM86WQkqbjh8XilC8-331MAE_5GyFl2CsfzIuOPai5GfJGFn5-br4Pzp7got7whsUc8DXA-SCHNRyrd9XXK37tcdgnoAN5ELZIkaOAKDQ3Tizm1UT6PaN3M9A4PZ5j8jq32gZYtNzDm2wwa2CwynxIQRAeNyR/s704/JFA110%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="704" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNrCUosx0Rwww8AnYFRqQO3Ll4CDig1yTvM86WQkqbjh8XilC8-331MAE_5GyFl2CsfzIuOPai5GfJGFn5-br4Pzp7got7whsUc8DXA-SCHNRyrd9XXK37tcdgnoAN5ELZIkaOAKDQ3Tizm1UT6PaN3M9A4PZ5j8jq32gZYtNzDm2wwa2CwynxIQRAeNyR/s320/JFA110%202.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3ezo4l1b7d_ZiW9WLHzgJqitLAi4weCwDL2t3lYuZIN72UZc5wBFfDqL2NXx7DArhqoQvMAidhpfPPjsJsKcc0cZFEqFStkycvys_WflT7UzlMgj4ym5BHnuuUN1zQtVdMhT1pTCZS7ItPxmlWusKwuhfWrPZNrKhSFGjE0U5g4E69SdLS9lY12WLnbU3/s704/JFA110%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="704" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3ezo4l1b7d_ZiW9WLHzgJqitLAi4weCwDL2t3lYuZIN72UZc5wBFfDqL2NXx7DArhqoQvMAidhpfPPjsJsKcc0cZFEqFStkycvys_WflT7UzlMgj4ym5BHnuuUN1zQtVdMhT1pTCZS7ItPxmlWusKwuhfWrPZNrKhSFGjE0U5g4E69SdLS9lY12WLnbU3/s320/JFA110%203.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnnCoI2TZmiIMxAe8BzHGJ2cBaWzsVHKph8A_NXKD_hWxHUuROBWXqvzAa1s4_DalJyEEjHPxtQeCPgbbQVhwZtAXPNgiXa6VeMlW9kbk46yTSWNfkoTApXcMQ5VhEqDJR__Zhy7BWrYMcwjp20AOvQ7eEaKPVVio0I9DV-PsXOowPDlOZ7c6Ub8H3a35W/s704/JFA110%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="704" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnnCoI2TZmiIMxAe8BzHGJ2cBaWzsVHKph8A_NXKD_hWxHUuROBWXqvzAa1s4_DalJyEEjHPxtQeCPgbbQVhwZtAXPNgiXa6VeMlW9kbk46yTSWNfkoTApXcMQ5VhEqDJR__Zhy7BWrYMcwjp20AOvQ7eEaKPVVio0I9DV-PsXOowPDlOZ7c6Ub8H3a35W/s320/JFA110%204.jpg" width="320" /></a> </div><div><br />Para los que añoren cintas de este tipo, nada como <i>Tie dao wei shi</i> (2016, <i>Los tigres del tren</i>) de Sheng Ding. La escena inicial de la película nos muestra a un niño que, durante la visita a un museo ferroviario contemporáneo, se despista del grupo, sube a la plataforma de conducción de una locomotora de vapor preservada y descubre el dibujo en tiza de un tigre con alas en las puertas del hogar. Las portezuelas del hogar se abren y empieza una historia ambientada en 1941 durante la ocupación japonesa de parte de China.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-5YwE70UQFB9xvatuSXcJURZkLkzdsS4m2GXA52gSy1tqNzYHVTHvegj-yqmtsmviS3_CYSoJgCU5cGeMEKkVdyujD-JbNGvWk2BVddWcJtYcDf_frG_P5dgqSXx2peAdjoFcxP2kUn9GVQQwwedL7x88qAVSzlnVzuWNkZuSW5zuIJRoy9utav09rCln/s1000/JFA110%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="674" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-5YwE70UQFB9xvatuSXcJURZkLkzdsS4m2GXA52gSy1tqNzYHVTHvegj-yqmtsmviS3_CYSoJgCU5cGeMEKkVdyujD-JbNGvWk2BVddWcJtYcDf_frG_P5dgqSXx2peAdjoFcxP2kUn9GVQQwwedL7x88qAVSzlnVzuWNkZuSW5zuIJRoy9utav09rCln/s320/JFA110%205.jpg" width="216" /></a> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></div>Este arranque ya nos predispone a contemplar una fábula, una historia contada siguiendo los tópicos de las narraciones orales tradicionales y las formas del cine de aventuras del siglo pasado. Es en esta clave que los aficionados al ferrocarril disfrutarán de las inmensas locomotoras de vapor, de las circulaciones de trenes, de las operaciones de conducción al borde de lo imposible, de las heroicidades de los protagonistas dentro, encima y debajo de los convoyes, de los juegos estratégicos con los cambios de agujas y de las escenas de la lucha en las vías para poder volar un viaducto estratégico.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwcED0CwrVTD5siXs6XvYhAj_Wsc0KhGi6lkLctUl0vPxu012TK2TJsHGbA1Qq42cFD-xGi8Gi0ogFZCtaNXIoMbP-yiNQiwZYihgePTx0GVXUu0DylCIC8dW8RoL96gNdmKJYnkyDucau-n9hmkG0rNND1IVsN5pePzwLikpYHskV95dvBAj-2loqSA22/s2023/JFA110%209.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="828" data-original-width="2023" height="131" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwcED0CwrVTD5siXs6XvYhAj_Wsc0KhGi6lkLctUl0vPxu012TK2TJsHGbA1Qq42cFD-xGi8Gi0ogFZCtaNXIoMbP-yiNQiwZYihgePTx0GVXUu0DylCIC8dW8RoL96gNdmKJYnkyDucau-n9hmkG0rNND1IVsN5pePzwLikpYHskV95dvBAj-2loqSA22/s320/JFA110%209.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />Los protagonistas son una panda de resistentes desarrapados que, capitaneados por un empleado ferroviario, se mueven por la línea de Tianjin a Nanjing, en el este de China, robando comida de los transportes japoneses para dársela a los lugareños empobrecidos por culpa de la invasión. Emboscan a los soldados japoneses con todo tipo de artimañas, muchas de ellas propias del teatro popular y, algunas de ellas, auténticas jaimitadas. No tienen armas, pero se las apañan con enseres domésticos, tablones, cuerdas, martillos y cualquier cosa que les caiga en las manos, incluida una pipa metálica que el jefe siempre lleva consigo, aunque nunca la usa para fumar.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixxEj-cM_1Kk1YJ5fZgYljHEmm8DkBKUr4jJNO6UEonIxuq0GNVpxUDmmgt0mHPHwbGiyX5hDAHVYiJ89fmcvf7vQrOv5Ym2DQV6dpXYVvjRKtpP4vObtP6uc4w9yib86s0sClS4vBBzt0MywSYtNfdqC7cjyI2YIWC9-cnWqZD96VEOD5CL8qu9WmGf_7/s2023/JFA110%207.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="827" data-original-width="2023" height="131" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixxEj-cM_1Kk1YJ5fZgYljHEmm8DkBKUr4jJNO6UEonIxuq0GNVpxUDmmgt0mHPHwbGiyX5hDAHVYiJ89fmcvf7vQrOv5Ym2DQV6dpXYVvjRKtpP4vObtP6uc4w9yib86s0sClS4vBBzt0MywSYtNfdqC7cjyI2YIWC9-cnWqZD96VEOD5CL8qu9WmGf_7/s320/JFA110%207.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />Los pueblerinos llaman al grupo “tigres del ferrocarril” y le ofrecen su apoyo, incluso el venerable jefe de estación les encubre ante los temibles soldados japoneses. En una de sus acciones entran en contacto con un agente del ejército que tiene la misión de volar un viaducto estratégico para cortar el transporte de suministros de las fuerzas japonesas. El joven muere y el grupo de desarrapados asume como propia su misión. <br /><br />Terminada la epopeya, las portezuelas del hogar se cierran delante del niño como si fueran el telón de un teatro y el pequeño se reincorpora al grupo de su clase.</div><div><div style="text-align: center;"> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIE6Nh98T1JmwzHmA4zIplyrkoj3Uijf-JdSkwCR0SpUP_a9QzuFypoR2o565Kx0amODvVr01_X4P0XeaYwlmjXQJbOo3IBAyKnJZKKgDtSNYLjCF9PkL-GRAdQM02KXcjSwZ9MbVuIOEMow3A-NNYm7qqTVkGkc4J7r0_efHvnRj7QE1bLgEmf40bcPye/s2023/JFA110%206.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="857" data-original-width="2023" height="136" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIE6Nh98T1JmwzHmA4zIplyrkoj3Uijf-JdSkwCR0SpUP_a9QzuFypoR2o565Kx0amODvVr01_X4P0XeaYwlmjXQJbOo3IBAyKnJZKKgDtSNYLjCF9PkL-GRAdQM02KXcjSwZ9MbVuIOEMow3A-NNYm7qqTVkGkc4J7r0_efHvnRj7QE1bLgEmf40bcPye/s320/JFA110%206.jpg" width="320" /></a></div></div><br />Que mientras circulan los créditos veamos las tomas falsas en una ventana lateral contribuye a recordarnos que se ha utilizado el lenguaje fílmico de la parodia para explicarnos una historia con contexto histórico, aunque también podría ser una especie de disculpa por armar una película tan simplona. Simplona porque lo es tanto desde el punto de vista argumental, como de la profundidad de los personajes, y es una lástima porque trabaja con unos materiales ferroviarios que podrían dar mucho más de sí. <br /><br />Entre los guardas ferroviarios y los tigres del tren pasaron cincuenta y seis años, pero el cine sigue siendo un elemento propagandístico. De los contenidos de las dos cintas, nosotros nos quedamos con los trenes.</div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-9294021243625496812023-10-02T12:39:00.001+02:002023-10-02T12:40:09.006+02:00Fastuosas inauguraciones ferroviarias (y II)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNPGOfRbq7TCH1TvKva4Gs7QUgQrkX1t6y1OQJ2cV-K7ZhC6EEvoAle_Dpccy9bWv4DQk2JRIEy5FpwPpSmwcCrcX3fyk_cLZ27_vI75m3tdOy-eHER97jxudOUfVFsX5tG7_tlD01ua1nAclFbEzdx0RYbwA3DTPI_MC08dHz6R1zj7MiOtIFncrbuqJe/s1600/JFA108%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1142" data-original-width="1600" height="228" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNPGOfRbq7TCH1TvKva4Gs7QUgQrkX1t6y1OQJ2cV-K7ZhC6EEvoAle_Dpccy9bWv4DQk2JRIEy5FpwPpSmwcCrcX3fyk_cLZ27_vI75m3tdOy-eHER97jxudOUfVFsX5tG7_tlD01ua1nAclFbEzdx0RYbwA3DTPI_MC08dHz6R1zj7MiOtIFncrbuqJe/s320/JFA108%201.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div>Vimos en la entrega anterior como la pintura suele darnos una visión global de las inauguraciones y como las valoraciones ideológicas o políticas parece que se encuentra más en las obras literarias escritas para la ocasión, pero si analizamos las obras plásticas con detalle, veremos que también contienen un mensaje. En la composición de este tipo de escenas se suele dar relevancia a las autoridades y el público no suele ser representado como una aglomeración de curiosos sino como una muchedumbre henchida de fervor popular. <br /><br />En mayo de 1875 se inauguró el denominado Ferrocarril Carlista por parte del pretendiente Carlos VII. En el dibujo que reproducia la ceremonia, no hay más asistentes que el pretendiente, su familia, su corte y sus mandos militares cobijados bajo la marquesina de la estación y, al otro lado de la vía, una formación de soldados. Solo una pareja con dos niños y un cura humilde parece que representan a la población de Tolosa. <br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjE8OksKoi74ya6qjbOvnWTtsqrfUICLzTPLytIQvhl3q7Qc82mST_cCQUbO5EO5UwtmmwfGx7SNOErdWhyphenhyphenRvpE9DfQ0nzvPLL-R1e6SrbK7zmLi99YAkDKeV4tDsX4wzYrbhPNLpBMyczU_KEKjvP6ty0ImZ5IREvTKcKj3FgvsCZ_LQQlOmnL5iW9oFWk/s856/JFA108%200%20nom%C3%A9s%20ref.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="618" data-original-width="856" height="231" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjE8OksKoi74ya6qjbOvnWTtsqrfUICLzTPLytIQvhl3q7Qc82mST_cCQUbO5EO5UwtmmwfGx7SNOErdWhyphenhyphenRvpE9DfQ0nzvPLL-R1e6SrbK7zmLi99YAkDKeV4tDsX4wzYrbhPNLpBMyczU_KEKjvP6ty0ImZ5IREvTKcKj3FgvsCZ_LQQlOmnL5iW9oFWk/s320/JFA108%200%20nom%C3%A9s%20ref.jpg" width="320" /></a></div><br />Unos años antes, un 15 de agosto de 1864, cuando se inauguró el ferrocarril del norte en San Sebastián, no faltó el dibujo correspondiente en la prensa; es el que encabeza esta entrada. El podio para las autoridades y las banderas reales, con sus colores rojos, centran la atención de la imagen y parece que reduzcan el convoy inaugural a la categoría de personaje secundario. El elemento religioso es muy relevante, con un altar en el podio y la representación detallada del arzobispo, sus acòlitos y los monaguillos con sus cirios altos. Hay militares formados y, esta vez sí, público, aunque seleccionado a juzgar por sus vestimentas. <br /><br />Este tipo de obra, a medio camino entre el documento gráfico y la voluntad de realización artística, es muy común en toda Europa, sobretodo, claro está, antes de la generalización de la fotografía. Era habitual que un dibujante tomara en vivo un apunte del acto y que, ya en la redacción del periódico o de la revista, él mismo o un artista realizara el dibujo que acabaría publicándose. <br /><br />Véanse las semejanzas entre las dos ilustraciones citadas anteriormente y la que realizó Barbereux en 1849 para dar noticia de la inauguración de la línea entre Épernay y Reims. También en éste las locomotoras parecen tener un papel secundario y se da toda la relevancia al podio de las autoridades. El ángulo de la composición es casi idéntico.<div><br /><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmKTiNIO9wZwBuS1ZIKPxg8jAjZSbJwfth7ZKHvDa6qeoqkYXac9zOBpIpCjzsIOPfJVxqGf35CJdUGJG1_hlhwKq9DZBBZwydineD_o-6CKUNmB8M7NLCebkPxPXH_yGWaMLaTvPE_Uo4MrRlj3PRiWv0vnxyqev_aJQ7soSKR8we6_XebA63qJoPd2-H/s2137/JFA108%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1108" data-original-width="2137" height="166" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmKTiNIO9wZwBuS1ZIKPxg8jAjZSbJwfth7ZKHvDa6qeoqkYXac9zOBpIpCjzsIOPfJVxqGf35CJdUGJG1_hlhwKq9DZBBZwydineD_o-6CKUNmB8M7NLCebkPxPXH_yGWaMLaTvPE_Uo4MrRlj3PRiWv0vnxyqev_aJQ7soSKR8we6_XebA63qJoPd2-H/s320/JFA108%202.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />Si hablamos de pintura, las cosas no cambian mucho. Si se compara el óleo de Pérez Villaamil de la inauguración del ferrocarril de Gijón a Langreo en 1852 con el firmado en 1840 por Salvatore Fergola, <i>Inaugurazione della ferrovia Napoli a Portici</i>, encontraremos bastantes similitudes. Las locomotoras no son representadas frontalmente, sino que se nos muestra el convoy completo desde una vista lateral, los elementos del paisaje son reproducidos con detalle, las multitudes parece que han acudido con espontaneidad y un cielo amplio y azul pone fondo y luz a la ceremonia.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_KGhf9jhUSjDpVFBtktSdtwetMThwC1YSUhtGFhE5SBbWqaVyfljwUPPdJfD8cINp1mXVHd2D6YP-Zf_Rq19HaUCb7b07gtx2nnq_VQvDxbrz_Ryw3R6s5lrSKO4qrgjDHEKIj3Ack6U-_fv3ATy3j8Ufe2r34ub33fwuwTnME08TkvfhrblytRJ-jmdx/s880/JFA107%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="674" data-original-width="880" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_KGhf9jhUSjDpVFBtktSdtwetMThwC1YSUhtGFhE5SBbWqaVyfljwUPPdJfD8cINp1mXVHd2D6YP-Zf_Rq19HaUCb7b07gtx2nnq_VQvDxbrz_Ryw3R6s5lrSKO4qrgjDHEKIj3Ack6U-_fv3ATy3j8Ufe2r34ub33fwuwTnME08TkvfhrblytRJ-jmdx/s320/JFA107%201.jpg" width="320" /></a></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiELUHpj5XgyfnNTDM-n8ZO_XJwkRuivcXqlTXg-WsTW1wuDxuMLT1tnCnsrf1rwzoPYm0pJ3QGF_IfIUZ5JeUoCmSreXRYyIpJIJHIfHkGPH5ujCd0URudGlkhQBb3HNGdqAgBFodDLDxLbFPZkCBLoz58TmkCv7DNMtAkaPPQ8E8-uaMFpl3iw-2fdGoF/s1036/JFA108%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="606" data-original-width="1036" height="187" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiELUHpj5XgyfnNTDM-n8ZO_XJwkRuivcXqlTXg-WsTW1wuDxuMLT1tnCnsrf1rwzoPYm0pJ3QGF_IfIUZ5JeUoCmSreXRYyIpJIJHIfHkGPH5ujCd0URudGlkhQBb3HNGdqAgBFodDLDxLbFPZkCBLoz58TmkCv7DNMtAkaPPQ8E8-uaMFpl3iw-2fdGoF/s320/JFA108%203.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />La inauguración del primero de los ferrocarriles, el de Liverpool a Manchester, el 15 de septiembre de 1830, también tiene gran profusión de representaciones gráficas, siendo los dibujos de A. D. Clayton los más divulgados porque fue a partir de ellos que otros artistas realizaron litografías coloreadas. La más conocida muestra un convoy visto des de la cola, con una decena de coches descubiertos partiendo hacia Manchester. </div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9jPUzLOcU94MJ8WHHj6ABNXGi1hPtyOPwfNcPinlixrrwOHIS1lOG1jY-pKkbUsQ1HkKpQ2hofTYNGzZUrnszconcQ6Z_Spqel9ifTqbwouf1aFblkEDCBlyyiTsu-e-H9mNS4I2XY0r_ZlpXGXmVIdOYAQ01lMrmC4-RkT_cC67SzUFgqS5vTIHIloBq/s741/JFA108%204.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="741" height="259" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9jPUzLOcU94MJ8WHHj6ABNXGi1hPtyOPwfNcPinlixrrwOHIS1lOG1jY-pKkbUsQ1HkKpQ2hofTYNGzZUrnszconcQ6Z_Spqel9ifTqbwouf1aFblkEDCBlyyiTsu-e-H9mNS4I2XY0r_ZlpXGXmVIdOYAQ01lMrmC4-RkT_cC67SzUFgqS5vTIHIloBq/s320/JFA108%204.jpg" width="320" /></a></div><div><br /></div><div>Pero la ilustración que mejor da idea de los fastos de la inauguración es la que publicó Isaac Shaw Junior el año siguiente. En ella quedan más claros los detalles de la ceremonia inaugural. Desde Liverpool partió un convoy en el que viajaba el primer ministro, que a la sazón era Arthur Wellesley, duque de Wellington, y, por la vía paralela circularon otros siete convoyes con el resto de invitados. La multitud abarrotaba los laterales de las vías, hasta el punto que en Manchester literalmente apartaba la gente con su empuje.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7lOT8rWkRBkS4VPRDytfRA3VYTfos9fCMAv13pGFPcKMrb-eX8nQKAtB04liS_kgZV2SBJ5azd5OyFKsLIMpZx4xHx7CAYDjzBrcmgY9MOmCwC6mvsEOzNJIXoX9V3I7OQMhv9m8LIzIK9Qhz2GPrsqTJdAN_Mr0cdvIQedroXERX6LmVswWouXj7khcL/s1536/JFA108%205.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1231" data-original-width="1536" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7lOT8rWkRBkS4VPRDytfRA3VYTfos9fCMAv13pGFPcKMrb-eX8nQKAtB04liS_kgZV2SBJ5azd5OyFKsLIMpZx4xHx7CAYDjzBrcmgY9MOmCwC6mvsEOzNJIXoX9V3I7OQMhv9m8LIzIK9Qhz2GPrsqTJdAN_Mr0cdvIQedroXERX6LmVswWouXj7khcL/s320/JFA108%205.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />El programa incluía una parada en la estación de Parkside para reponer agua. Los empleados pidieron a los viajeros que no bajaran de los coches, pero muchos desobedecieron, entre ellos el parlamentario por Liverpool William Huskisson, que bajó del suyo para hablar con el primer ministro. Vio demasiado tarde que se acercaba otro de los convoyes por la vía paralela y fue atropellado. Como resultado de las heridas murió unas horas más tarde. El accidente fue recreado por los dibujantes de la prensa y esgrimido por los contrarios al ferrocarril.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZpxPc0jepv8-pewKkJe-A23gAJcS_syiX1Tl1y7bJ-_mYg3ToA0c1KO3OuMQlIF3IIOc34wZBJbqCtRq80Z2uCUoO9h_W5T2BO9qT0dwg66b1OM3HkaRpL_nRnGmvNz5XXPwXi2Ay0usN-W9hoqnLuoUNf6MUDRj_YtZMenJPi7_6by9AlfNic_0ScElt/s1085/JFA108%206.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="1085" height="295" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZpxPc0jepv8-pewKkJe-A23gAJcS_syiX1Tl1y7bJ-_mYg3ToA0c1KO3OuMQlIF3IIOc34wZBJbqCtRq80Z2uCUoO9h_W5T2BO9qT0dwg66b1OM3HkaRpL_nRnGmvNz5XXPwXi2Ay0usN-W9hoqnLuoUNf6MUDRj_YtZMenJPi7_6by9AlfNic_0ScElt/s320/JFA108%206.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />En Japón, el ferrocarril se inauguró en 1872 y las representaciones gráficas de la ceremonia inaugural tomaron la forma de una manifestación artística que en aquellos años era muy popular: los ukiyo-e. Estas eran unas xilografías, normalmente de tres cuerpos, de artistas reconocidos y tenían un precio asequible para la emergente clase media. Sus temas habituales eran los paisajes, el teatro, las geishas y el sumo. El ferrocarril, la primera gran novedad llegada de occidente a raíz de la apertura de fronteras, se convirtió en el nuevo gran tema de los ukiyo-e. El que reproducimos, representa el momento en que el tren que lleva al emperador y su séquito regresa a la capital desde Yokohama después de hacer el viaje inaugural.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkT0bfzKrvUAy5gNaS3RHoYHkVzNG7Bo3xjlrF-xHx3lB7AFyL5JWUIyRCtrjQNA3EnOA9uvQ48oyGLfMjunsB3deVJ2C0vcJWkIjLrHawuzXiJoPj7s_EWtzrZIeJuPbdLA9CkxcVwb_bvBQ4hZaO7BsFUsfEcKa_-VI2Qvpqwf3K7KvZlUYP8rrEgRIW/s1280/JFA108%207.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="633" data-original-width="1280" height="158" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkT0bfzKrvUAy5gNaS3RHoYHkVzNG7Bo3xjlrF-xHx3lB7AFyL5JWUIyRCtrjQNA3EnOA9uvQ48oyGLfMjunsB3deVJ2C0vcJWkIjLrHawuzXiJoPj7s_EWtzrZIeJuPbdLA9CkxcVwb_bvBQ4hZaO7BsFUsfEcKa_-VI2Qvpqwf3K7KvZlUYP8rrEgRIW/s320/JFA108%207.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />Es una cultura y un tipo de arte muy distinto al europeo, pero hay cosas que no cambian: la ilustración también incluye una tribuna para las autoridades, invitados relevantes con atuendos que explicitan su rango y, abajo del todo y pequeñito, el público.<br /></div></div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-45084319969924209592023-09-15T19:06:00.001+02:002023-09-15T19:06:56.801+02:00Fastuosas inauguraciones ferroviarias (I)<blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimqzcDuP7AnEM_AZ7fd0K5mhXLgh-k0mym5q8g35HGNPmleAsQeaZ78VMWwH5YDk4y-Vo6H3sOvwdhhwn9Y19mBv_o-J5ibQUfImksHUKmRwWUJOtSeb79gGbiYrp5bWLpJPospXm6lz4uL6V7npkiGlkFBjDYSxmqZyhUT92IqcRcOibr2WPs6qtKdEpE/s880/JFA107%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="674" data-original-width="880" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimqzcDuP7AnEM_AZ7fd0K5mhXLgh-k0mym5q8g35HGNPmleAsQeaZ78VMWwH5YDk4y-Vo6H3sOvwdhhwn9Y19mBv_o-J5ibQUfImksHUKmRwWUJOtSeb79gGbiYrp5bWLpJPospXm6lz4uL6V7npkiGlkFBjDYSxmqZyhUT92IqcRcOibr2WPs6qtKdEpE/s320/JFA107%201.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div> Las inauguraciones de líneas férreas durante el siglo XIX y primeros años del XX solían ser celebradas con oficios religiosos solemnes, bendiciones, festejos multitudinarios, certámenes literarios y exposiciones de bellas artes. El contenido de estas manifestaciones suele ser un buen reflejo de la enorme carga ideológica que tenía el ferrocarril en el momento de su aparición y extensión por el territorio español. <br /><br />La pintura suele darnos una visión global de las inauguraciones y la carga ideológica o política queda bastante atenuada, aunque normalmente se da relevancia a las autoridades presentes y al fervor popular. Un buen ejemplo de este tipo de obras es el óleo (al inicio de esta entrada) de Jenaro Pérez Villaamil (1807-1854) <i>Inauguración del ferrocarril Gijón Langreo</i> (1852). El centro de la composición lo ocupa la locomotora con sus banderas, en la parte inferior aparece el público y en la parte superior la tribuna de autoridades presidida por la reina Isabel II. <br /><br />Otro de los elementos artísticos que solían emitirse con motivo de las inauguraciones eran las monedas conmemorativas. Una que es bastante significativa por la cantidad de simbología que contiene es la que se acuñó en 1881 con motivo de la llegada del ferrocarril a Vilanova, ciudad situada en la costa sur de Barcelona. Esta se acuñó en bronce plateado de 5,7 mm de diámetro. En el anverso hay una figura femenina que representa a Cataluña con un escudo de armas sobre el pecho y las manos apoyadas en los blasones de las ciudades de Vilanova y de Valls, a su alrededor están los atributos referentes a la industria, la agricultura y el comercio; la inscripción reza <i>Inauguración del trayecto de Villanueva a Barcelona 29 Diciembre 1881</i>. En el anverso hay una locomotora en marcha, los dioses mitológicos Vulcano y Mercurio y la inscripción <i>Compañía de los Ferrocarriles Directos de Madrid y Zaragoza a Barcelona</i>.</blockquote><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgya1DA_UVesRYiQpZ0n_xgSYeLRjlX3JS253GCKJV_F3rBnX3OA4AzVXNw1_Nq69H0F-7thdFwomgjq6X5vFLQy_hjEMWvQ7X_D087lXJHW4iZrh7CZhEMmJHyPqecElvktLY1dxnTi1XLBqF64ZMgj3YSp2q0fdRZqhibGST8kAI3UEGxhHoVIdhKakxa/s462/JFA107%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="462" height="156" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgya1DA_UVesRYiQpZ0n_xgSYeLRjlX3JS253GCKJV_F3rBnX3OA4AzVXNw1_Nq69H0F-7thdFwomgjq6X5vFLQy_hjEMWvQ7X_D087lXJHW4iZrh7CZhEMmJHyPqecElvktLY1dxnTi1XLBqF64ZMgj3YSp2q0fdRZqhibGST8kAI3UEGxhHoVIdhKakxa/s320/JFA107%202.jpg" width="320" /></a></div><p></p><blockquote>Es en la literatura escrita con motivo de las inauguraciones donde más se manifiesta el trasfondo ideológico. Existen decenas y decenas de odas al ferrocarril que fueron escritas para ser leídas en actos públicos, declamadas en banquetes de celebración e impresas en publicaciones conmemorativas. En 1882 se publicó en Vilanova un volumen con las obras del certamen literario celebrado en 1881 «con motivo de los festejos con que solemnizó esta villa la inauguración de los ferrocarriles directos de Madrid y Zaragoza a Barcelona en la sección comprendida entre esta capital y Villanueva». Vicente Piera Tossetti ganó el premio Locomotora de Plata con un poema en castellano, <i>Oda al ferrocarril</i>, que bien puede tomarse como muestra representativa del estilo y contenido de la mayoría de poemas que se escribían en aquella época a propósito de la inauguración de ferrocarriles.<blockquote>¡Salve! Sublime concepción del genio <br />En alas de la ciencia arrebatado. <br />Yo te miro avanzar, rauda y gigante, <br />Por el camino hermoso y acerado <br />De inmensa ferrovía, <br />Y el rumor majestuoso y atronante <br />De tus ruedas indómitas que guía <br />La fragua de volcán que en ti flamea <br />Retumba informe en los peñascos secos <br />Y del monte a los valles se propaga, <br />Trasportado en las ondas de cien ecos. <br />Brillan, perdidos en la sombra oscura <br />De la noche infernal, tus ígneos ojos <br />En cuyo centro abrasador fulgura <br />La luz siniestra de matices rojos; <br />Del férreo seno de calor henchido<br />Turbio penacho de vapor asciende, <br />Y, al deshacer sus blancas espirales <br />Y perderse en el aire, confundido <br />Con las rosadas brumas matinales, <br />Se derrama en diamantes de rocío <br />Sobre el cáliz abierto de las flores, <br />Pagando a la feraz Naturaleza <br />Con fraterna largueza <br />Sus aromas, su luz y sus rumores. <br />[…]</blockquote></blockquote>Los temas recurrentes de estas obras son la identificación del ferrocarril con el progreso, la unión de las personas y las ciudades, la admiración ante la potencia de la locomotora, la asimilación de las locomotoras a monstruos mitológicos y la loa de su capacidad de transformar el paisaje, salvar ríos y perforar montañas.<br /><br />Hay un recurso que aparece en algunas odas y que incide de lleno en la discusión entre aquellos que veían el ferrocarril como un símbolo y promotor del progreso y los que le achacaban todos los males del infierno. Consiste en presentar el ferrocarril como una realización de la técnica inspirada o bendecida por Dios. Lo hace la poeta catalana Dolors Monserdà en el poema <i>Al ferro-carril</i> (1883) en el cual habla de la transformación del paisaje y ve en la potencia mecánica una realización de la inteligencia humana inspirada por Dios.<blockquote>Gegant, qu'entre férreas masses, <br />penetres dins altius monts, <br />y unint escampades rasses, <br />al màgich poder enllasses <br />les mes llunyanes regions,<br />al trovarme en ta presencia, <br />s'aixeca al cel l'esguard meu, <br />puig descobro en ta potencia, <br />lo foch de la inteligencia <br />encés per la ma de Deu! <br /><br />Gigante, que entre férreas masas, <br />penetras en altivos montes, <br />y uniendo zanjas alejadas <br />al mágico poder enlazas <br />las más lejanas regiones,<br />al encontrarme en tu presencia <br />se levanta al cielo mi mirada, <br />pues descubro en tu potencia, <br />el fuego de la inteligencia <br />prendido por la mano de Dios!</blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrygkSzeiAJmMhXf-Zrn5eW4yiAuMMj_jUxcdNcxS7CbGr7VKlndRy_ONHlD2Gynl5uYpU47NpXt6kpCUYFcLX2hJThSGLUCposKTJw8HaxuSVDHxYZMCsayGmV1EV2hxKlhPDQrZgwNqSU6caTErVl9rchFZaCu2Sf8IIxCFNNJ4doT3GG05GkDDIEG4U/s585/JFA107%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="585" data-original-width="382" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrygkSzeiAJmMhXf-Zrn5eW4yiAuMMj_jUxcdNcxS7CbGr7VKlndRy_ONHlD2Gynl5uYpU47NpXt6kpCUYFcLX2hJThSGLUCposKTJw8HaxuSVDHxYZMCsayGmV1EV2hxKlhPDQrZgwNqSU6caTErVl9rchFZaCu2Sf8IIxCFNNJ4doT3GG05GkDDIEG4U/s320/JFA107%204.jpg" width="209" /></a></div><div><br /></div>El poeta social gallego Manuel Curros Enríquez (1851-1908) dedicó el poema <i>Na chegada a Ourense da primeira locomotora</i> a la llegada del ferrocarril a esta ciudad gallega en el año 1881. Si Dolors Monserdà intentaba ganarse el favor de los conservadores, Manuel Curros opone frontalemnte la locomotora a la imaginería religiosa.<blockquote>(…) <br />Velaí ven, velaí ven tan oupada,<br /> tan milagrosiña, con paso tan meigo,<br /> que parece unha Nosa Señora,<br /> unha Nosa Señora de ferro.<br /> Tras dela non veñen<br /> abades nin cregos;<br /> mais vén a fartura<br /> ¡i a luz i o progreso! <br />(…)<br /><br />(...) <br />Verla ahí viene, verla ahí viene tan firme, <br />tan milagrosa, con paso tan hechicero, <br />que parece una Nuestra Señora, <br />una Nuestra Señora de hierro. <br />Tras de ella no vienen <br />abades ni clérigos; <br />pero viene la abundancia <br />¡la luz y el progreso! <div>(…)</div></blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgyM8p8wlA3ZMEX1hUFoDQGO_kznDVNRKdhB4b3ZzQD-14drqVU__Ijdwiub-wOQd6IyaAsbCdfiRc5Qas1Pjhj6zkYSNDSCeNaRtRA4EJC23U1_USZ_Gg_XGcgnYIFpFUbkFebK6N_Trhxaz0W6fj_9lryTsGyFg0i693Vim6-nnKWIvMD130rIscNPmp/s800/JFA107%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="562" data-original-width="800" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgyM8p8wlA3ZMEX1hUFoDQGO_kznDVNRKdhB4b3ZzQD-14drqVU__Ijdwiub-wOQd6IyaAsbCdfiRc5Qas1Pjhj6zkYSNDSCeNaRtRA4EJC23U1_USZ_Gg_XGcgnYIFpFUbkFebK6N_Trhxaz0W6fj_9lryTsGyFg0i693Vim6-nnKWIvMD130rIscNPmp/s320/JFA107%205.jpg" width="320" /></a></div><div><br /></div>En algunos casos, las odas hablan de cualquier cosa menos del ferrocarril; en el volumen que recoge el poema ya citado de Dolors Monserdà, publicado con motivo de la llegada del ferrocarril a Valls, 49 de las 61 colaboraciones no lo citan en absoluto. Algo parecido ocurre en la oda <i>Las dos Isabeles</i> (1863) de Ramón de Luna, composición poética escrita para solemnizar la inauguración del ferrocarril de León a Palencia y en la que se ensalzan las figuras de Isabel I...<br /><blockquote>(…)<br />Con cincel diamantino, en letras de oro,<br />la historia recogió tus altos dones,<br />heroica Isabel, terror del Moro,<br />que espantado huye aún de tus pendones.<br />(…)</blockquote>… y de Isabel II…<br /><blockquote>(…)<br />A otro mundo de fuerzas productoras<br />con fe se lanza nuestra reina amada;<br />sus carabelas son locomotoras,<br />su América, la España inanimada.<br />(…)</blockquote><div>… pero en el que la palabra “locomotoras” es la única referencia al ferrocarril en las siete estrofas del poema.</div><div><br />Con el paso de los años se va perdiendo esta rigidez protocolaria y queda espacio para el humor, como ocurre en este poema, <i>Valencia y Aragón</i>, de Pedro Puerto escrito en 1902 con motivo de la inauguración del Central de Aragón.<br /><blockquote>¡Por eso van ya del brazo! <br />Vino un padrino extranjero,<br />y al ver amor tan sincero<br />y tan firme y tan leal<br />ha tejido el nupcial lazo<br />de Aragón y de Valencia<br />con el genio de la ciencia<br />y el poder del capital<br />y ellos, su afán ya cumplido<br />colmadas sus dichas todas,<br />hacen su viaje de bodas<br />en opulento vagón;<br />y un rico tren, guarnecido<br />de gallardetes y flores,<br />es el tálamo de amor<br />de Valencia y Aragón.</blockquote><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoMg4j33jhAcTEA87mp-WT4is7ucX9Fa1VuLHuKK26ha1A1EAHd3XC5YBm5c8WntgKUiVojBTM4u02iVG9FDuQmvVsZUO8lPQ7g4MUTWNX4sfgfuQh2ac-Mnw85xiborWV3EbEvJLjXq06tCkX69p0Nko6XNirOEFvupH-ooMM3fOPYL83RZNg19Qjr5oW/s612/JFA107%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="612" data-original-width="412" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoMg4j33jhAcTEA87mp-WT4is7ucX9Fa1VuLHuKK26ha1A1EAHd3XC5YBm5c8WntgKUiVojBTM4u02iVG9FDuQmvVsZUO8lPQ7g4MUTWNX4sfgfuQh2ac-Mnw85xiborWV3EbEvJLjXq06tCkX69p0Nko6XNirOEFvupH-ooMM3fOPYL83RZNg19Qjr5oW/s320/JFA107%203.jpg" width="215" /></a></div> <p></p> <div></div></div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-9464023355407689332023-08-16T10:18:00.000+02:002023-08-16T10:18:03.259+02:00Pintores de la Cornisa Cantábrica (España) y II: Xoan Guerreiro<div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq5B2-IrtS-_AIPLuiCBw2nw_CtfHpAbB8i2DcHazXM5achDuM3chimx9zUtKsxFDsZHpSHKwYUEbsxUkcq7xO6noYVvOQheIPRm1OYA1-LbElyJcn3Nr87ce_7hiQhXC_VspnIT-ckeC3I_U_zU09b2mwuFVl_Nlis_RcNYESlu0f3Y_vSHITjnVTxom3/s2000/JFA107%206.jpg" imageanchor="1"><img border="0" data-original-height="988" data-original-width="2000" height="198" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq5B2-IrtS-_AIPLuiCBw2nw_CtfHpAbB8i2DcHazXM5achDuM3chimx9zUtKsxFDsZHpSHKwYUEbsxUkcq7xO6noYVvOQheIPRm1OYA1-LbElyJcn3Nr87ce_7hiQhXC_VspnIT-ckeC3I_U_zU09b2mwuFVl_Nlis_RcNYESlu0f3Y_vSHITjnVTxom3/w400-h198/JFA107%206.jpg" width="400" /></a></div><div><br /></div>En el otro extremo de la cornisa tenemos a Xoan Guerreiro (Xove, Lugo, 1956). En el último decenio del siglo pasado obtuvo la beca de pintura Valdearte de O Barco de Valdeorras (Orense), fue seleccionado en la Mostra Unión Fenosa, ganó el primer premio de pintura Lugonova y, a partir de aquí, despegó su carrera como pintor con un sinfín de exposiciones individuales y colectivas.<br /><br />Fue seleccionado para el volumen <i>El tren en la pintura española</i> (2007) publicado por la FFE, en el que se indica lo siguiente: "En su pintura convergen algunos de los elementos más característicos de la realidad gallega: la fuerza desbocada de las olas que van a morir a la costa; la nostalgia propia del emigrante que en espíritu nunca marchó y que desde la lejanía anhela regresar; la atmósfera que sobrecoge, a la vez que envuelve, al paisanaje gallego; o algunos de los encantos que, taciturnos, esconde los rincones de su tierra. El artista afirma que el tren es motivo recurrente en su obra y que la necesidad de transmitir movimiento, alegría, melancolía, tristeza, soledad, reencuentro, pasión; distancia... hacen que tome como modelo, para representar estos sentimientos, todo lo relacionado con estos elementos”.<br /><br />Efectivamente, las estaciones de Xoan Guerreiro son escenarios de la metáfora universal de la vida como viaje. No suelen aparecer personas, lo que realza su característica de no-lugar. En <i>Astorga</i> el cielo azul ya nos lleva de viaje antes de que llegue el tren que estamos esperando, en <i>Orense</i> parece que los edificios del barrio próximo y el andén de la estación se impongan sobre la vía...<div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisNEDJ6MLOvWWaAqCoD3N5M07qh7KopFu0saHgUkWr-FLIslzUdD0ex_WZYn_y62Uf3U0GjbM8WWkf_VWo0j9bt0KQ8VU65-38LGMqW5fa92iw__7Vfw-je7Fb3jw0gXjWaSwOyqOyxUSaLIesOnBl0Qdnt2h-iw-ioTuIuYST6V2U1_4HwtLowzJHHAtH/s1225/JFA107%207.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="1225" height="326" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisNEDJ6MLOvWWaAqCoD3N5M07qh7KopFu0saHgUkWr-FLIslzUdD0ex_WZYn_y62Uf3U0GjbM8WWkf_VWo0j9bt0KQ8VU65-38LGMqW5fa92iw__7Vfw-je7Fb3jw0gXjWaSwOyqOyxUSaLIesOnBl0Qdnt2h-iw-ioTuIuYST6V2U1_4HwtLowzJHHAtH/w400-h326/JFA107%207.jpg" width="400" /></a></div><br /><div>... en <i>Venta de Baños</i> la geometría austera de las marquesinas modernas se extiende a la locomotora, a los edificios y a las vías...</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV3Jl8cMUnUCT5SpKOgFAWvn72xtcx0UrGwbjFGplC6pr_cCagMNSwIxPtUSuDBzpiyBtbWKTmSPGgJ2t0_VAMfAj9_PN9Ylesl3YWjgvEjkvRmIl_hRFCrVo_ZH1D0GPhxkg-6czDbODwHSrmwAaM5NYYKQTV6LdOK6Z8ZbaYb4qV31nV9HzFcb3-v9zh/s2000/JFA107%208.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1623" data-original-width="2000" height="325" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV3Jl8cMUnUCT5SpKOgFAWvn72xtcx0UrGwbjFGplC6pr_cCagMNSwIxPtUSuDBzpiyBtbWKTmSPGgJ2t0_VAMfAj9_PN9Ylesl3YWjgvEjkvRmIl_hRFCrVo_ZH1D0GPhxkg-6czDbODwHSrmwAaM5NYYKQTV6LdOK6Z8ZbaYb4qV31nV9HzFcb3-v9zh/w400-h325/JFA107%208.jpg" width="400" /></a></div><div><br /></div><div>, en <i>Lugo</i> el texto lo dice todo "8 am comeza o espertar dun soño":</div><div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLZTt2K76XKEVbjM5DN0EYSVFjyHGwktiN9SaGI-RDGhSHM-vdlXbJG27HriIFUx3NQIRw7Yv9io_0Apma-slYokiiMrW-ApUnZPXjupblMTdRO2bDW1cxiCAkuRpEUCN2-TLFPrwlQh33W3I429xtMDwSle5C2qsrbaRFdZN9aZvNKaBTCojjqIpVell-/s2600/JFA107%209.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2600" data-original-width="2121" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLZTt2K76XKEVbjM5DN0EYSVFjyHGwktiN9SaGI-RDGhSHM-vdlXbJG27HriIFUx3NQIRw7Yv9io_0Apma-slYokiiMrW-ApUnZPXjupblMTdRO2bDW1cxiCAkuRpEUCN2-TLFPrwlQh33W3I429xtMDwSle5C2qsrbaRFdZN9aZvNKaBTCojjqIpVell-/w326-h400/JFA107%209.jpg" width="326" /></a></div><br />Pero hay una segunda capa de lectura, muy generacional, sobre todo cuando se observan los óleos de la serie <i>En tránsito</i>.</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIg0AkOp1Ikl-nWRyAqSS6YDp3aqCZ2B9Jfudz7FfUP4SGTa0YYWipqFcmHKRypQcCtU4BNAojzAO4VuHvQts6eVP-5UNza9vQiRDv-d2Tp_JZbQw-h8OgQzn7Cyqp9KTV2ufQW5M0gQuE-AO-6JYWm7E3gqz9Rwzpqj_Cf3u4qSVrrWAMTUYOItrmOtU4/s2600/JFA107%2010.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2600" data-original-width="2152" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIg0AkOp1Ikl-nWRyAqSS6YDp3aqCZ2B9Jfudz7FfUP4SGTa0YYWipqFcmHKRypQcCtU4BNAojzAO4VuHvQts6eVP-5UNza9vQiRDv-d2Tp_JZbQw-h8OgQzn7Cyqp9KTV2ufQW5M0gQuE-AO-6JYWm7E3gqz9Rwzpqj_Cf3u4qSVrrWAMTUYOItrmOtU4/w331-h400/JFA107%2010.jpg" width="331" /></a></div><div><br /></div><div>La imagen de estos coches, junto con las de las estaciones anteriores, ha quedado fijada en los ojos de toda una generación de gallegos que, de jóvenes, realizaban viajes a Madrid que se hacían interminables, y no digamos si el destino era Barcelona. Si siempre se ha dicho que los trenes son contenedores de la acción para las películas y las novelas, estos se recuerdan por inscribir escenas berlanguianas: conversaciones interminables explicando los motivos de los viajes, flirteos, cestas que se abren y aparece pan, queso y chorizo que se corta a trocitos y se comparte, botas de vino que circulan… estos son los ecos que emergen de los coches 5000 de los óleos de Guerreiro.</div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-85513975932229386752023-07-15T12:33:00.000+02:002023-07-15T12:33:19.178+02:00Pintores de la Cornisa Cantábrica (España) I: Iñaki Bilbao<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh91eG6NJSWjEHI9AWSAHVDHbFuUAJh4ZwrPMD66EnC527GWucVZAofNwp9KOhXJq0aeF4kK8mkUP2HNM08ZEotMFNdGeaM825eYUyhmD_x_g-jc1s909YdK63rLymOi_etH9bKo2kHhCa0xFW8-KJk-id8Iohroej2SFRfKN1wpFHqc-3eq-OvLAU_rQ7B/s985/JFA107%201.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="985" data-original-width="669" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh91eG6NJSWjEHI9AWSAHVDHbFuUAJh4ZwrPMD66EnC527GWucVZAofNwp9KOhXJq0aeF4kK8mkUP2HNM08ZEotMFNdGeaM825eYUyhmD_x_g-jc1s909YdK63rLymOi_etH9bKo2kHhCa0xFW8-KJk-id8Iohroej2SFRfKN1wpFHqc-3eq-OvLAU_rQ7B/w271-h400/JFA107%201.jpg" width="271" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr></tbody></table>El pintor bilbaíno Iñaki Bilbao Delgado (1956) se graduó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Bilbao y actualmente es profesor titular de pintura en la Universidad del País Vasco. En el catálogo de la exposición de 1996 en la Sala de Cultura del Ayuntamiento de Barakaldo, se habla así de los cuadros exhibidos: "...carácter insólito: poesía, metáfora, sueño, coexistencia de realidades no habituales y, sobre todo, presencia: aunque el pintor haya querido llevar al mismo pie de igualdad la figura y el fondo en que ella se inscribe, a la postre, el personaje gana la batalla. Es él quien hace que el cuadro esté vivo, quien alumbra con la luz de su humanidad la presencia del espacio que ocupa." <br /><br />En algunas de las obras de Iñaki Bilbao, el personaje es el ferrocarril. Las vías y los convoyes que vemos en sus óleos son los que el visitante puede contemplar cuando recorre con ojos de aficionado a la historia de la tecnología la margen izquierda de la ría de Bilbao. Lo vemos circulando con los vestigios de los altos hornos al fondo (<i>Horno Alto</i>), llegando a apeaderos con andenes estrechos porque no hay más espacio entre montaña y ría (<i>Olabeaga</i>)...<div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrUmRUlnNwLKPLjkmecS7S7f8Xn_UMNqa6XLZKOkeAvkZAgstbwjngD2AAa0u2dQyDaxfIYRtmtwD0R_ubKKH815YQKeyHKgGjpe_af4jmUf5nhTBkscmy0fT8vJZQz8rLABbVAP6CZQPgXEKZeOBQoWHF7aVroNIsP-XWwLRJJ6DtwzRmyB4SURO5Nj60/s567/JFA107%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="456" data-original-width="567" height="321" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrUmRUlnNwLKPLjkmecS7S7f8Xn_UMNqa6XLZKOkeAvkZAgstbwjngD2AAa0u2dQyDaxfIYRtmtwD0R_ubKKH815YQKeyHKgGjpe_af4jmUf5nhTBkscmy0fT8vJZQz8rLABbVAP6CZQPgXEKZeOBQoWHF7aVroNIsP-XWwLRJJ6DtwzRmyB4SURO5Nj60/w400-h321/JFA107%202.jpg" width="400" /></a></div><br /><div>... haciendo de tren de commuters (<i>N1</i>)...</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTH-3gPMFtjUy9OOKQmM2Zy6SomoUeinPo4naN-Zbu5tZHMW9Wd3YQl_7fyMmbb2GIPembAiSBf7LZX4dpYiT4NJnltjv6cGSBB3FEAff1SY_olPPv-bLgbdKZ2lirMzUraqXmqDZQUsnr_cSTnK3VbIWW1HgeRFpEvrjRelRBdgo5M9KjzLfYZ6fkmc8x/s624/JFA107%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="356" data-original-width="624" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTH-3gPMFtjUy9OOKQmM2Zy6SomoUeinPo4naN-Zbu5tZHMW9Wd3YQl_7fyMmbb2GIPembAiSBf7LZX4dpYiT4NJnltjv6cGSBB3FEAff1SY_olPPv-bLgbdKZ2lirMzUraqXmqDZQUsnr_cSTnK3VbIWW1HgeRFpEvrjRelRBdgo5M9KjzLfYZ6fkmc8x/w400-h229/JFA107%203.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div>... y respirando cuando la ría se ensancha (<i>Simondrogas</i>).</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnVi4c1OgwpRErQDVhJMJdtlLHXTbOlFljmvLHoItBXrsCr6nJP1sNeN1Hgt0_JhMMUhThPZpGBdMPPJ3IjByhrihgp8HfdQlQ1U5llxZNdcYkrdScZfW6ssoN-LHjThoznnG9ijm4ViSJQU1oaSriJ2PUAWDFF44aoZiv-VfRZbRVQQw6NiTczf5xIerW/s623/JFA107%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="329" data-original-width="623" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnVi4c1OgwpRErQDVhJMJdtlLHXTbOlFljmvLHoItBXrsCr6nJP1sNeN1Hgt0_JhMMUhThPZpGBdMPPJ3IjByhrihgp8HfdQlQ1U5llxZNdcYkrdScZfW6ssoN-LHjThoznnG9ijm4ViSJQU1oaSriJ2PUAWDFF44aoZiv-VfRZbRVQQw6NiTczf5xIerW/w400-h211/JFA107%204.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div>Los trenes aparecen siempre en contexto y, lo que es más importante, son tratados con aprecio, dándoles la categoría de imprescindibles. A diferencia de aquellas obras de otros pintores en las que la estación o el paisaje sirven sólo para encuadrar la locomotora o el convoy, en Iñaki Bilbao el tren no se concibe sin su función social. De esta manera, su obra recrea tanto el convoy como constructo tecnocientífico con sus valores estéticos propios, como recrea también el paisaje que el ferrocarril ha transformado y sigue contribuyendo a transformar. <br /><br />Una de sus telas, <i>Pancorbo</i>, es un claro homenaje a <i>Viernes Santo</i> de Darío de Regoyos, toda una declaración de intenciones, tanto ideológica, como de amor por los trenes como tema pictórico.</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjdLbyVrEcns7ec96TT2l7gTRy1Op_T2UYPNKqDAJeynElwc6KFIq8lAEicSgPgBrPcanHXPgzkw13gDzQlRaNJeHVVRuCfizaYjdYX1J1U_D3SYZEn8hRFntq93RNvJFRaDYPk1D1dLGWO5v91fIG3Tv6DWYrdBhC9pGxV05tb8KWkN8IH3rcW5W54ODt/s624/JFA107%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="482" data-original-width="624" height="309" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjdLbyVrEcns7ec96TT2l7gTRy1Op_T2UYPNKqDAJeynElwc6KFIq8lAEicSgPgBrPcanHXPgzkw13gDzQlRaNJeHVVRuCfizaYjdYX1J1U_D3SYZEn8hRFntq93RNvJFRaDYPk1D1dLGWO5v91fIG3Tv6DWYrdBhC9pGxV05tb8KWkN8IH3rcW5W54ODt/w400-h309/JFA107%205.jpg" width="400" /></a> </div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-16324755760010836982023-06-13T21:05:00.003+02:002023-06-14T09:16:32.012+02:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgz0EOye9nFNofdwAoNAS85wKagFZi43ZqDVLBC7jWduB1LVAYlU-bgtqNfIytAEgvcK31u-UYGfezQD5su1pfn2DO5QX-cGtu1aMjw70UmU8ngRCaX58W4aHI9lBHu9k4ZGUIESbmbq1gDfoInqrOf8K-nhtlBHOebNmBTvbBKaR7x2P9NEdMw-ROeFw/s495/large_12.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="495" data-original-width="299" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgz0EOye9nFNofdwAoNAS85wKagFZi43ZqDVLBC7jWduB1LVAYlU-bgtqNfIytAEgvcK31u-UYGfezQD5su1pfn2DO5QX-cGtu1aMjw70UmU8ngRCaX58W4aHI9lBHu9k4ZGUIESbmbq1gDfoInqrOf8K-nhtlBHOebNmBTvbBKaR7x2P9NEdMw-ROeFw/s320/large_12.jpg" width="193" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div>La novela <i>El tren cero</i> (1997) del escritor ruso Yuri Buida, cuya traducción al castellano publicó Automática Editorial en 2013, no merece pasar desapercibida, ni por su calidad literaria ni por su contenido ferroviario. El ferrocarril ha sido y es empleado como metáfora en un sinfín de campos y, en este caso, actúa como metáfora social y política. <br /><br />Esto es lo que se nos dice en la contraportada del libro:<br /><blockquote>Cuando se construyeron el puente y la estación de ferrocarril en aquel lugar perdido, se creó a su alrededor una pequeña comunidad de colonos (Iván Ardábiev —conocido como Don Dominó—, Esther y Misha Landáu, Vasili, Gusia...). Las instrucciones eran claras: cuidarían del mantenimiento de la estación y constatarían el paso del único convoy que transitaría esas vías (todos los días, a la hora exacta, sin preguntas), el misterioso tren cero: dos locomotoras delante, cien vagones perfectamente sellados, dos locomotoras detrás. Origen, una incógnita; destino indeterminado; carga desconocida. Con el paso de los años surgirán las primeras preguntas, las dudas y los miedos que amenazarán la existencia de este pequeño mundo y sus frágiles certezas. </blockquote>Que la acción transcurre en la unión soviética entre 1938 y 1953, lo sabemos porque en un pasaje aparece fugazmente Lavrenti Beria, jefe de la policía y del servicio secreto (NKVD) en estos años.<div> <br />Un fragmento de las páginas iniciales, cuando uno de los protagonistas rememora la inauguración del tren, nos sitúa en el estilo del autor y en el mundo literario donde se desarrolla la acción. <br /><blockquote>Cien vagones. Destino desconocido. Procedencia oculta. Punto en boca. Vosotros a lo vuestro: que los carriles estén en perfecto estado. Desde aquí hasta allá. Ni más ni menos. Así hablaba aquel coronel que los reunió la primera noche en la exigua habitación de uno de los barracones. Era pelirrojo y de ojos azules. ¿Cómo se llamaba aquel coronel? ¿De veras era solo coronel? Porque lo que es mandar, mandaba más que un general. Orden, orden sobre todo, y nada de preguntas. ¿Preguntas? Desde luego, ninguna, camarada coronel. Estará todo en orden, camarada coronel. El coronel no tenía la menor duda. Ni la más mínima. ¿Para qué estaba allí si no? ¿Para qué estaban, si no, todos aquellos hombres más que probados? Antes del invierno los zapadores ya habían levantado las viviendas para el personal de la estación y los obreros, el almacén de mercancías, un cobertizo provisional para el taller, la torre del agua, los depósitos de carbón. Al filo de la primavera estuvo listo el puente, su cuerpo huesudo se extendió por encima del valle anegadizo del terco riachuelo y se apoyó en la cima de la apartada colina, apenas visible entre los árboles fundidos en una masa homogénea. A finales de mayo terminaron el aserradero, la planta de impregnación de traviesas y la cantina. El uno de junio, Don Dominó nunca olvidaría ese día, pasó el primer tren cero. </blockquote>El tren cero es una metáfora del estado, de una verdad absoluta, de un principio superior, es algo por lo que trabajar para sentirse útil… hasta que empiezan las dudas en la comunidad aislada de la estación Nueve y cada uno de los personajes genera su propia manera de interpretar, oponerse o someterse al sistema. No hagamos más spoilers. <br /><br />Disfruten de esta magnífica literatura y del esclarecedor epílogo de José María Muños Rovira, que ha hecho la traducción con Yulia Dobrovolskaya.<div><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-2StnWRb3vAEhjL2mi2nDesqqj1bMlsb-z8hbBsgsokAr9kjCVJYFw8R9QlEB0vS97dkE2c_GfVGXuV0a1ubXhcubPZrgScyIkVtXl2VX-9g6C0jlvxDK1jv1pkfyhJVJe3rK7mcMlpD-8jARs342h-IZjvv64kA7Ae9APGIbWCSt5fM7vZG_CazCoA/s2258/imagen1_2.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2258" data-original-width="1500" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-2StnWRb3vAEhjL2mi2nDesqqj1bMlsb-z8hbBsgsokAr9kjCVJYFw8R9QlEB0vS97dkE2c_GfVGXuV0a1ubXhcubPZrgScyIkVtXl2VX-9g6C0jlvxDK1jv1pkfyhJVJe3rK7mcMlpD-8jARs342h-IZjvv64kA7Ae9APGIbWCSt5fM7vZG_CazCoA/s320/imagen1_2.jpg" width="213" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="text-align: start;">Yuri Buida</span></td></tr></tbody></table><br /><div style="text-align: center;"><br /></div></div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-24804496861892638482023-05-19T21:08:00.000+02:002023-05-19T21:08:08.900+02:00Trenes nocturnos (y IV): criminales a bordo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFROg6L-B09ixdvBkt8EixnjnInWLYHzm5X72S_xJhcgPtaQ475ySIjymPf5DALlt9aEHix8aJ5V-Es8GDetulSwNaDAMTbX85KF7V-L4JQZdfXZv6Xa8ar81l5o6Fc5g5JXkA-S64zxNlJYKmXkVReFfwtWU9hgQicCLnsgFOiudPiTRzFaaaSEminA/s582/JFA105%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="582" data-original-width="400" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFROg6L-B09ixdvBkt8EixnjnInWLYHzm5X72S_xJhcgPtaQ475ySIjymPf5DALlt9aEHix8aJ5V-Es8GDetulSwNaDAMTbX85KF7V-L4JQZdfXZv6Xa8ar81l5o6Fc5g5JXkA-S64zxNlJYKmXkVReFfwtWU9hgQicCLnsgFOiudPiTRzFaaaSEminA/s320/JFA105%201.jpg" width="220" /></a></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">El ferrocarril ha estado vinculado a los relatos y al cine de tema criminal desde buen principio: asaltos a trenes, asesinatos, contrabando, desapariciones, espías en acción. Los trenes nocturnos, claro está, son los más adecuados para este tipo de actividades. Vayamos por partes.</div><br />En 1924 se produjo un crimen en el tren correo nocturno de Madrid a Andalucía que quedó de tal manera en la memoria colectiva, que fue recreado en tres películas. La primera, la dirigió Ignacio F. Iquino en 1935 con el título <i>Al margen de la ley</i>. En 1956, Francesc Rovira Beleta se interesará por la misma historia en <i>Expreso de Andalucía</i>; fue una coproducción hispano-italiana (la versión italiana se llamó <i>Il mondo sarà nostro</i>) que introduce elementos no históricos, como la inclusión de un personaje femenino, para dar a la cinta el tono necesario para hacerla competitiva en el mercado italiano. En la segunda época de la serie de TVE <i>La huella del crimen</i>, se incluyó el episodio titulado <i>El crimen del expreso de Andalucía</i> (1991) dirigido por Imanol Uribe. Se hizo un gran esfuerzo para ajustar el argumento a los hechos reales, y este rigor se extiende también a los aspectos ferroviarios.<div><div style="text-align: center;"><br /></div>También va de robos que acaban en crimen <i>Midnight Limited</i> (1940) de Howard Bretherton. Un ladrón con halo de fantasma comete robos muy lucrativos en el expreso de lujo The Midnight Limited. El detective Val Lennon y su bella asistente van a su caza, y después de que el ladrón cometa un crimen en uno de sus robos, el propio detective, disfrazado de canadiense adinerado, hará de señuelo para atraparle. Buena parte de la acción transcurre dentro del tren y los aficionados encontraran muy pocos planos con interés ferroviario.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1cOOU9qmdaVaZ22ZTMNGthvErdQ4VsDY0Z0KSzza0WaSyR2zwYWBNq9SqQ4Hqt34vBGae4NAoSEQ4evafSkuDUdqfWKZXiWo8ifhTT4MQkjWIpm6WQ1Ngi49NJw0mvx4mZ3jP7gUpJbPaEEzp0V-58xMD0XzGgkz2vgmvf8FQmItpeYtCr88tlLjqDg/s1000/JFA105%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="793" data-original-width="1000" height="254" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1cOOU9qmdaVaZ22ZTMNGthvErdQ4VsDY0Z0KSzza0WaSyR2zwYWBNq9SqQ4Hqt34vBGae4NAoSEQ4evafSkuDUdqfWKZXiWo8ifhTT4MQkjWIpm6WQ1Ngi49NJw0mvx4mZ3jP7gUpJbPaEEzp0V-58xMD0XzGgkz2vgmvf8FQmItpeYtCr88tlLjqDg/s320/JFA105%202.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />En 2009, Brian King dirigió <i>Night Train</i>. En un tren nocturno con muy poco pasaje, una estudiante de medicina, un agente comercial y el revisor del tren se conjuran para tirar del tren el cadáver de un hombre que ha muerto de un infarto y repartirse los diamantes de su maleta, pero las cosas se van torciendo, los conjurados se pelean entre ellos y todo fluye hacia un final esotérico. Todo transcurre durante el trayecto y, en esta ocasión, sí que podemos ver distintos elementos ferroviarios en acción.</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN0Cc6hquNfxEx8oSZY5Nsqhw0C1gP-LadOPm_95D7jBlL3-bKXkV9PL7EHoChIfm7a23m6BWMxfS_J1_SdSM64NTbeQ_fKqmfP_HiqRLXB2ozYoB2fKd01Mz_4zj9HGw3ADZPM497r5H_B11Y2dYcMpLfu0ojYFRPclt0D5uGRmjPS0sNgbyEVfPLBA/s755/JFA105%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="755" data-original-width="514" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN0Cc6hquNfxEx8oSZY5Nsqhw0C1gP-LadOPm_95D7jBlL3-bKXkV9PL7EHoChIfm7a23m6BWMxfS_J1_SdSM64NTbeQ_fKqmfP_HiqRLXB2ozYoB2fKd01Mz_4zj9HGw3ADZPM497r5H_B11Y2dYcMpLfu0ojYFRPclt0D5uGRmjPS0sNgbyEVfPLBA/s320/JFA105%203.jpg" width="218" /></a> </div><div><br />Tenemos un asesinato y una desaparición en la novela <i>The Sleeper</i> (2013, <i>Extraños en el tren nocturno</i>) de la británica Emily Barr. La protagonista lleva en Cornualles una vida monótona con un matrimonio amortizado cuando acepta un trabajo en Londres que le obligará a tomar el tren nocturno a la capital dos veces por semana. En su nueva rutina, entabla una relación con otro viajero habitual. Un buen día, éste aparece asesinado y ella desaparece. Una amiga suya investigará por su cuenta porque desconfía de la versión oficial de la policía. Es interesante destacar que, a pesar de tratarse de un tren moderno, la escritora retrata muy bien la sensación de aventura que transmite el viaje en un tren nocturno.<br /><blockquote>Mi compartimento es más pequeño de lo que me esperaba. Hay solamente una cama —para mi alivio—, un lavamanos, que encuentro bajo una tapa, un espejo, una bolsa transparente que contiene artículos de aseo y algunas redecillas pegadas a la pared para meter cosas. Hay una pantallita de televisión en la posición perfecta para verla tirada con pereza desde la cama, y nada más.<br />Todo en esta diminuta estancia desprende eficiencia y limpieza. Por un momento, miro a mi alrededor y solo siento puro placer.<br />La persiana está echada, dispuesta para la noche. Si la abro, probablemente podría ver a Sam [el marido] a través de la ventana. Estará ojeando el tren, buscándome. En vez de eso, cierro la puerta y me siento en la cama. Con un pequeño temblor, el tren empieza a moverse.<br />Hay un espejo en la pared, cerca del lavabo, y otro detrás de la puerta. En el tren parezco distinta. En Falmouth soy una esposa sin hijos, una mujer simpática que ofrece su ayuda cuando es capaz de reunir la energía suficiente y el número requerido de sonrisas. Nada más montarme en este tren, sin embargo, me he convertido en una trabajadora que vive en las afueras. </blockquote><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLwKJ_w24P5pJIer8Ck9rWtiB2sKkyH7TmLG4qVRgM_YadWVi4hGPsqQR7axi7_XpA9AWDG9f42p87gBgsA7iElkrtKyWqrlnQj0q73pnCmgvkfF5Rd6w0X8chAp4ieZhqU6-CKpHVGSHytxkDX6hJqZ0sE2K7zPK35VgfUkxX7xamdBpd2lTTq5X0Ww/s499/JFA105%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="499" data-original-width="328" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLwKJ_w24P5pJIer8Ck9rWtiB2sKkyH7TmLG4qVRgM_YadWVi4hGPsqQR7axi7_XpA9AWDG9f42p87gBgsA7iElkrtKyWqrlnQj0q73pnCmgvkfF5Rd6w0X8chAp4ieZhqU6-CKpHVGSHytxkDX6hJqZ0sE2K7zPK35VgfUkxX7xamdBpd2lTTq5X0Ww/s320/JFA105%204.jpg" width="210" /></a></div><div><br /></div>También tenemos un asesinato y una desaparición en <i>L'ultimo treno della notte</i> (1975, <i>Violación en el último tren de la noche</i>) de Aldo Lado, un director de serie B que explotaba el filón de las películas violentas que denunciaban la violencia. De hecho, es una versión de <i>La última casa a la izquierda</i> de Wes Craven. En su momento, la película tuvo partidarios y detractores. Los partidarios querían ver en ella una dura reflexión sobre la doble moral burguesa. El hecho de que la música fuera de Ennio Morricone y que incluyera una canción de Demis Rousos, a la sazón en plena popularidad, puede ser un indicador de que la producción se tomó en serio las pretensiones críticas de Aldo Lado. Va de un grupo de descerebrados y de una dama misteriosa que humillan, violan y matan a dos chicas que regresan a casa por Navidad, y de cómo la familia de una de las víctimas se toma la justicia por su mano matando a los asesinos mientras la dama sale impune. Bien los escenarios ferroviarios.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWu_sb3XB3RH37ZW0C9MR984GCXiXjzynmKFavY2zlTwzajlwLrlgXqICLK9ymai2-ka5hfmXnwjQ0av8Xr-LTnab-zj1exL1I-I65DvfvGbKc_DtMPWjfuzLV1tQYt87CdB-Bc1TDQ0yOPycw5YE2rHh6q2uoxpHo_uiAFz76i0NUKEhC0uMclslXVQ/s888/JFA105%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="475" data-original-width="888" height="171" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWu_sb3XB3RH37ZW0C9MR984GCXiXjzynmKFavY2zlTwzajlwLrlgXqICLK9ymai2-ka5hfmXnwjQ0av8Xr-LTnab-zj1exL1I-I65DvfvGbKc_DtMPWjfuzLV1tQYt87CdB-Bc1TDQ0yOPycw5YE2rHh6q2uoxpHo_uiAFz76i0NUKEhC0uMclslXVQ/s320/JFA105%205.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />La frontera entre el género negro y el de espías es muy permeable y, además, los espías prefieren la nocturnidad, de manera que hay muchas cintas con tramas de espionaje situadas en trenes nocturnos. <br /><br /><i>Night Train to Munich</i> (1940, <i>Tren nocturno a Munich</i>) de Carol Reed tuvo muy buena crítica en su momento. Un científico experto en blindajes, al que desean tanto los alemanes como los ingleses, consigue escapar de los nazis en el momento de la invasión de Checoslovaquia. Para hacerse con él, su hija Anna es recluida en un campo de concentración. Consigue escapar, pero será una fuga organizada con un objetivo muy bien calculado: que lleve a los nazis hasta su padre. El científico y su hija son secuestrados y llevados a Alemania. Un agente británico irá a rescatarlos haciéndose pasar por nazi. Los momentos álgidos del filme los vemos durante el viaje en un tren nocturno a Munich, donde el agente británico se burlará de la SS con la ayuda de unos simpáticos compatriotas y logrará pasar a Suiza con el científico y su hija.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg99-W7_1EgDaWSX-FuIy76Fg4f8B1ARcr3-ssEZGS1e11jRSbTIITqn2bPVQRG6LvPmRYiiqh6ip1AKQcKQNnLnazNxGDiBybsGkAoLU-i3gLhyIRo9Njv33U8trmDobDLhdMJ5JwuUzIVX58ylBs7F7w3UfXbL9TDG8RJ60OXfUI_vweUcK8LQPIr4w/s1200/JFA105%206.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="809" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg99-W7_1EgDaWSX-FuIy76Fg4f8B1ARcr3-ssEZGS1e11jRSbTIITqn2bPVQRG6LvPmRYiiqh6ip1AKQcKQNnLnazNxGDiBybsGkAoLU-i3gLhyIRo9Njv33U8trmDobDLhdMJ5JwuUzIVX58ylBs7F7w3UfXbL9TDG8RJ60OXfUI_vweUcK8LQPIr4w/s320/JFA105%206.jpg" width="216" /></a> </div></div><br />En <i>Sleeping Car to Trieste</i> (1948, <i>Coche cama a Trieste</i>), del británico Philip Ford, el tren es el medio de fuga de un agente que traiciona a sus compañeros de comando después de robar unos documentos de la embajada francesa. La trama de los espías dentro del convoy en marcha se entremezcla con otros hilos argumentales protagonizados por una variopinta galería de personajes.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkJELbsVc__y5D1I2jeM83Z8NTqk_8X27IMhLg_iQvnlf8qf83NRgvjkV5QpgmHHjHOrv6XaAi73xq6PNmKO14WPPQ_Qe7t-phpl4NOty2p_NUPGKmasoHL_5InOj3_txtitns6GISoW_w3PtGn8h1QkvJu2oYVdmYiWYx13dFkBY16WJF2k08-9noQg/s564/JFA105%207.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="564" data-original-width="367" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkJELbsVc__y5D1I2jeM83Z8NTqk_8X27IMhLg_iQvnlf8qf83NRgvjkV5QpgmHHjHOrv6XaAi73xq6PNmKO14WPPQ_Qe7t-phpl4NOty2p_NUPGKmasoHL_5InOj3_txtitns6GISoW_w3PtGn8h1QkvJu2oYVdmYiWYx13dFkBY16WJF2k08-9noQg/s320/JFA105%207.jpg" width="208" /></a> </div></div><br />En <i>Night Train to Venice</i> (1993, <i>Tren nocturno a Venecia</i>) de Carlo U. Quinterio, un joven periodista británico se dirige a Venecia en el Oriente Express con unos peligrosos documentos referentes a un posible movimiento neonazi skinhead en Europa. En el tren se enamora de una actriz, mientras un misterioso personaje los asedia y convierte el viaje en una terrible pesadilla. Es una película mala, con toques de terror gótico que no quedan justificados.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-pex-sxsBiWoK3rere4YzVHOGweTxHhPi_Y-Xs-6b9r6MFAqLyd7r8trz0DBS3Oq9ba-cvX0thSNIL_1B8jtwuwPu4XyGfmBhYgCe0P2vg4HTrQxYZxPfY4u1hzsORVknYYzm_KwCO_V4Of7LXoU8ydciaq7WW6Wpbf6vMOHJ_48Xm9cC11ND7_vHbQ/s2500/JFA105%208.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2500" data-original-width="1893" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-pex-sxsBiWoK3rere4YzVHOGweTxHhPi_Y-Xs-6b9r6MFAqLyd7r8trz0DBS3Oq9ba-cvX0thSNIL_1B8jtwuwPu4XyGfmBhYgCe0P2vg4HTrQxYZxPfY4u1hzsORVknYYzm_KwCO_V4Of7LXoU8ydciaq7WW6Wpbf6vMOHJ_48Xm9cC11ND7_vHbQ/s320/JFA105%208.jpg" width="242" /></a></div></div><br />Se acerca al género de espías la película <i>Catorce estaciones </i>(1991) de Antonio Giménez-Rico. Su acción tiene lugar casi exclusivamente en el tren nocturno que realiza el recorrido entre París y Madrid, parando en las catorce estaciones de su título. Transcurre el año 1947 cuando un profesor español exiliado intenta llegar clandestinamente hasta Estoril para colaborar en una acción contra el régimen de Franco. Al mismo tren sube en el último momento su esposa, que se ha enterado de que el gobierno franquista ha enviado a un mercenario para matarle y decide viajar para avisarle. Argumento a imitación de las buenas novelas de espías, pero fallido. El asesino y la mujer del profesor tienen un romance apasionado poco creíble, y hay personajes inverosímiles de los que no se aclara el papel en el argumento. Desde el punto de vista ferroviario tampoco es gran cosa, aunque los planos en los interiores de los vagones están bastante bien resueltos.</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBpGpGTfVKbNpYK9iwwPwwWjW8ApgVT3MM8ouPZnShbhP0v6ObRcb82vb3GDsq4mvHjdvd_tu-k-nY1dnpRz1ZRXD0JJ3qz5lDIMPcatWtn4bBZpc_BT0XSZZkUx1_GIMQ2Ysh2mrZ5PXU5TOm7Jj9bOS_MWacVMkmKUxf-SO-JMgZfPgsh4s6G-pH2w/s620/JFA105%209.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="348" data-original-width="620" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBpGpGTfVKbNpYK9iwwPwwWjW8ApgVT3MM8ouPZnShbhP0v6ObRcb82vb3GDsq4mvHjdvd_tu-k-nY1dnpRz1ZRXD0JJ3qz5lDIMPcatWtn4bBZpc_BT0XSZZkUx1_GIMQ2Ysh2mrZ5PXU5TOm7Jj9bOS_MWacVMkmKUxf-SO-JMgZfPgsh4s6G-pH2w/s320/JFA105%209.jpg" width="320" /></a></div><div><br /><div>Algunas series estadounidense han incluido episodios con trenes nocturnos repletos de espías como <i>Night train to Madrid</i> (1965) de la serie <i>I Spy</i>, <i>Night Train to Dallas</i> (1976) de Gemini Man o <i>Night Train to Moscow</i> (2009) de <i>My Own Worst Enemy</i>. En <i>Night train to Madrid </i>(1965), dos agentes americanos tienen la misión de controlar un incómodo comediante durante su gira, en el mismo tren viaja un espía soviético que intenta complicar las cosas. Hay una curiosa aparición de la Guardia Civil con unos uniformes aproximados. <br /><br />Un último grupo es el compuesto por las obras en la que la acción criminal, sea la de un asesino perverso o la de un fenómeno paranormal, genera un terror cerval en los viajeros de un expreso o de un metro nocturno; estamos entonces más en el subgénero del terror que en el del relato negro, de manera que hablaremos de ellas en otra ocasión.</div></div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-22290541190757252172023-04-10T15:09:00.000+02:002023-04-10T15:09:05.899+02:00Trenes nocturnos (III): turno de noche.<p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5qNAvrMGbqSVCzpJWk3f78-IanODlN-VoqETHcjoAJOhl1-_C-2ci5ehmyGM_3zKQpxQHXM2gK334MJCMTHdkQhS88QSHo-R34lzZHTpIxXdHsZUgShkGNo7OEFjci1yF6CNVBKJLPRaJCGWcyppCVR_4GwG4m0rnK9IEgAGahtxYN70ql0w4aZSr3w/s700/JFA104%209.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="511" data-original-width="700" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5qNAvrMGbqSVCzpJWk3f78-IanODlN-VoqETHcjoAJOhl1-_C-2ci5ehmyGM_3zKQpxQHXM2gK334MJCMTHdkQhS88QSHo-R34lzZHTpIxXdHsZUgShkGNo7OEFjci1yF6CNVBKJLPRaJCGWcyppCVR_4GwG4m0rnK9IEgAGahtxYN70ql0w4aZSr3w/s320/JFA104%209.jpg" width="320" /></a></div><p></p>Por la noche, mientras los viajeros duermen en sus coches cama o al menos lo intentan en sus asientos de tercera, los ferroviarios del turno de noche, trabajan. No sólo conducen los trenes nocturnos y controlan las circulaciones, sino que ocultos a la mirada de los usuarios, trabajan en los talleres y en las vías para que el sistema ferroviario no se pare. <br /><br />Con la llegada del crepúsculo, en los tiempos anteriores a la iluminación eléctrica, los lampareros se ponían en marcha para disponer las luces de los semáforos, del material móvil y las que llevarán en la mano los jefes de estación o los agentes de circulación. En 1925 el pintor alemán Hans Baluschek representó a un ferroviario en tales funciones.<div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPDkagouWhA-CbzZIPW4yeXMRCSa4zQFXfgZtIpbWvpVXQVJRjPq77EoJA8Eb9mybY2DUgzkE_HhlFsYidPxYOPvpvfPYL5kPS3M7WPKpfLPZOZWIfJwo-X2JJzFLNsl56WRIJPrHAtC_KvwX4D6fvwAMRJmMct8d8Z2jEhoZ1DocmGfzb8x_YBlQ2_A/s4188/JFA104%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2962" data-original-width="4188" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPDkagouWhA-CbzZIPW4yeXMRCSa4zQFXfgZtIpbWvpVXQVJRjPq77EoJA8Eb9mybY2DUgzkE_HhlFsYidPxYOPvpvfPYL5kPS3M7WPKpfLPZOZWIfJwo-X2JJzFLNsl56WRIJPrHAtC_KvwX4D6fvwAMRJmMct8d8Z2jEhoZ1DocmGfzb8x_YBlQ2_A/s320/JFA104%201.jpg" width="320" /></a></div></div><br />También tiene a ferroviarios trabajando de noche en el meollo del argumento, entre ellos un señalero, la película polaca <i>Czlowiek na torze</i> (1957, <i>Sangre sobre los rieles</i>) de Andrzej Mun. En 1950, en plena noche, un tren de pasajeros arrolla a un hombre que está braceando en medio de la vía, es Orzechowski, maquinista desde 1914, orgulloso de su profesión y reacio a los planes de innovación del nuevo gobierno comunista, por lo que ha sido apartado del servicio. Se abre una investigación. El jefe de estación explica al comisionado de la jefatura que, en la señal más próxima al tren, había sido retirada una de las lámparas, de manera que, en lugar de ser visibles las dos luces que indicarían que había que avanzar preveyendo que se acercaba un desvió, el semáforo indicaba vía libre. El jefe de estación cree que Orzechowski ha cometido un sabotaje. El despotismo del veterano maquinista con el personal joven y su apego al viejo régimen no hace que los testigos le favorezcan, pero al final se descubre que quien ha cometido el error es el farolero y que Orzechowski, al descubrir la inminencia de la catástrofe, se ha sacrificado. Una película de puro orgullo ferroviario.</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXKNdL1WKVVHpxEQZ9pyWVxk5HmaXLc04sOwQF3LsQQnhtD4bXGU2vtwFJ_ZEDnMp3fje87UzIIPYn-2n7B15967tpef0Kp7KNUTRcY6_Qs1xcLsdcVWbrX76m8bvw583O6sheka0rEA9OC9WrzQ902MyvnTOELX_aSldbT5SaK7gl-rWXdpDl6gej6A/s762/JFA104%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="762" data-original-width="502" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXKNdL1WKVVHpxEQZ9pyWVxk5HmaXLc04sOwQF3LsQQnhtD4bXGU2vtwFJ_ZEDnMp3fje87UzIIPYn-2n7B15967tpef0Kp7KNUTRcY6_Qs1xcLsdcVWbrX76m8bvw583O6sheka0rEA9OC9WrzQ902MyvnTOELX_aSldbT5SaK7gl-rWXdpDl6gej6A/s320/JFA104%202.jpg" width="211" /></a></div><div><br />Unos años antes, en 1936, se había rodado en Gran Bretaña la extraordinaria cinta <i>Night Mail</i>, dirigida por Harry Watt y Basil Wright, que muestra la circulación y el trabajo en su interior del tren correo operado por LMS que unia Londres con Edimburgo durante la noche recogiendo y dejando en marcha el correo en las estaciones intermedias, correo que es ordenado en las mesas de los vagones durante el trayecto. La música es de Benjamin Britten. El cortometraje se inicia con la voz del poeta W. H. Auden recitando su poema del mismo nombre. He aquí la primera estrofa, cuyo ritmo nos sumerge de inmediato en el traqueteo del tren: <br /><blockquote>This is the night mail crossing the border,<br /> Bringing the cheque and the postal order,<br /> Letters for the rich, letters for the poor,<br /> The shop at the corner and the girl next door. </blockquote>No es fácil de traducir estos versos manteniendo la rima y la sonoridad ferroviaria, una traducción literal sería:<br /><blockquote>Este es el correo nocturno cruzando la frontera, <br />llevando el cheque y el giro postal,<br /> cartas para los ricos, cartas para los pobres,<br /> para la tienda en la esquina y para la vecina.</blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ3SCsZg86TOQ1OuIhhszkF-UDTNBghOlmlD-18NHT3ApfGVtn5-CWO9j1q7nixgaS98m6ae-_HAKzoqqfyGnbBBqCtJFwTyJ8kl2BIPh-pYG2JG_zf3LfH_GlKrMEoxIv9PpQOy3Nhy_7kvNwEYO0HYLZfx-xXQ7EDMiYgW58kWuH-8UEk3Pj8Nx0IA/s1024/JFA104%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="814" data-original-width="1024" height="254" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ3SCsZg86TOQ1OuIhhszkF-UDTNBghOlmlD-18NHT3ApfGVtn5-CWO9j1q7nixgaS98m6ae-_HAKzoqqfyGnbBBqCtJFwTyJ8kl2BIPh-pYG2JG_zf3LfH_GlKrMEoxIv9PpQOy3Nhy_7kvNwEYO0HYLZfx-xXQ7EDMiYgW58kWuH-8UEk3Pj8Nx0IA/s320/JFA104%203.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div>El trabajo nocturno de los empleados ferroviarios ha ido dejando traza en los lienzos de muchos pintores. En 1900 Abraham Neumann presento <i>El tren nocturno</i>, en el que percibimos la soledad y el frio del guardavías. </div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNNU5xxENbeHXGaFw0EKcxZWOESPCA2KaeEuO8jhYYeBrPXYXZe8C_5eF1kFLAiyFzcn4HOaNyESqtCgTZ54k54ahFaeOGt-CN8GYjjdUWSTTVMNrl9nSwwA1VEcLXUEyTM2pyuczWp5gCjHpTXwSEp4v86a4hhAgrIfeFjhkhnBsvhcQuWCL9v_9n4w/s900/JFA104%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="720" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNNU5xxENbeHXGaFw0EKcxZWOESPCA2KaeEuO8jhYYeBrPXYXZe8C_5eF1kFLAiyFzcn4HOaNyESqtCgTZ54k54ahFaeOGt-CN8GYjjdUWSTTVMNrl9nSwwA1VEcLXUEyTM2pyuczWp5gCjHpTXwSEp4v86a4hhAgrIfeFjhkhnBsvhcQuWCL9v_9n4w/s320/JFA104%204.jpg" width="256" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div>En 1924 fue Georg Scholz, autor de una gran producción de tema ferroviario, quien presentó, en <i>La caseta del guardabarrera</i>, la dignidad uniformada con que el empleado acomete su trabajo solitario.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA-cx-LE-i3hJ9P5HCRdiEc6X9LADIRp4gSCauWCaKv6jk7faTWmt0xx8pP90t6lsqt7rci1bOu_aPNlRpY-ivm2W5bLwdqbVoSrvzx8BVh47FCwsUusQGDrwT0t1GUlOeBOhYbScBScTi-K28gBoh1ZdAMy7bqK89CVeexesuA-i29kDAmBJ1iUt6cA/s700/JFA104%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="561" data-original-width="700" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA-cx-LE-i3hJ9P5HCRdiEc6X9LADIRp4gSCauWCaKv6jk7faTWmt0xx8pP90t6lsqt7rci1bOu_aPNlRpY-ivm2W5bLwdqbVoSrvzx8BVh47FCwsUusQGDrwT0t1GUlOeBOhYbScBScTi-K28gBoh1ZdAMy7bqK89CVeexesuA-i29kDAmBJ1iUt6cA/s320/JFA104%205.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />El vínculo entre la minería y el ferrocarril fue representado en 1914 por Hans Baluschek en la obra titulada <i>Hacia la mina</i>, en la que los ferroviarios llevan a los mineros a su turno de trabajo siendo aun noche cerrada.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjlbiqBWc5_SXMXWD3T5uBei2-lDuPc3JUsnEOyF-eFBuaSQSJ6VahkV5MYCjmfcAGLAZZf_x_HGKRL_WRJikFAl1aKw60xocAYfHNtUfN4qlz-Ywl_oEIbJ1NsS6l6edI1N9vmuldVQew6zAjxK0vA4-Hp4bD5fH-iy9U0U321Bwk3qwmF7Stg1eRog/s1600/JFA104%206.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1101" data-original-width="1600" height="220" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjlbiqBWc5_SXMXWD3T5uBei2-lDuPc3JUsnEOyF-eFBuaSQSJ6VahkV5MYCjmfcAGLAZZf_x_HGKRL_WRJikFAl1aKw60xocAYfHNtUfN4qlz-Ywl_oEIbJ1NsS6l6edI1N9vmuldVQew6zAjxK0vA4-Hp4bD5fH-iy9U0U321Bwk3qwmF7Stg1eRog/s320/JFA104%206.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />En el año 1955 se rodó en Estados Unidos una película, dirigida por Jean Yarbrough, centrada en la guerra sucia de las empresas de transporte por carretera contra los trenes de mercancías que, preferentemente viajaban de noche, de ahí su título: <i>Night Freight</i>. Cuando la compañía M. & E. R. pone en marcha un nuevo servicio nocturno de transporte de mercancías, unos villanos a sueldo de la compañía de camiones con la que este servicio entrará en competencia cometerán todo tipo de sabotajes. Para acabar de tensar el argumento, los dos hermanos propietarios de la compañía ferroviaria se ven envueltos en un triángulo amoroso. Veremos el funcionamiento de la compañía, escenas de conducción, sabotajes y un desenlace, con bomba en el tren incluida.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSrccsV_L3lDRRKxRqEu18_xx_FHIwSqERR-v8vuo2iwu2fgJhOOKgkUd1aW93iHbgttzd2dTG9l5wQ1NSDoV7ouhH9JOrINiG69z8TUAJezqF-DkKPD0g95BL2SykbHlBC1ti2DYk0r7JOKRCAyH0Nu0VWryYUXUdeeFBSZJDAdze0R5Idl6KPyvnkQ/s1272/JFA104%207.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="1272" height="252" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSrccsV_L3lDRRKxRqEu18_xx_FHIwSqERR-v8vuo2iwu2fgJhOOKgkUd1aW93iHbgttzd2dTG9l5wQ1NSDoV7ouhH9JOrINiG69z8TUAJezqF-DkKPD0g95BL2SykbHlBC1ti2DYk0r7JOKRCAyH0Nu0VWryYUXUdeeFBSZJDAdze0R5Idl6KPyvnkQ/s320/JFA104%207.jpg" width="320" /></a></div> </div>Otro importante grupo de trabajadores en turno de noche suelen ser los de vías y obras. En los años sesenta del pasado siglo, Terence Cuneo pintó el óleo que acabaría reproducido en el cartel <i>Track laying by Night</i> (<i>Tendiendo railes por la noche</i>) editado por British Railways para dar a conocer a los usuarios el trabajo oculto a sus ojos que permite que sus trenes circulen. </div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM4zbCNhDhXA2Z_X4Dz0_Tp8TB1Frvm5XxPtdV1iQcYpBWe8TkBj8DNWLJzS55ocU3y7TlCph-S0vNMIIYX5DKLiLFzDNhK21iSFi89aykkOC4Ise_qqzdzpn74wkkvuDLRwPSs7HPL2UFfmw1QpuMBlN9QmSHbd2WCftV7y_NxROk1kP9kx-MwwR5Tw/s800/JFA104%208.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="639" data-original-width="800" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM4zbCNhDhXA2Z_X4Dz0_Tp8TB1Frvm5XxPtdV1iQcYpBWe8TkBj8DNWLJzS55ocU3y7TlCph-S0vNMIIYX5DKLiLFzDNhK21iSFi89aykkOC4Ise_qqzdzpn74wkkvuDLRwPSs7HPL2UFfmw1QpuMBlN9QmSHbd2WCftV7y_NxROk1kP9kx-MwwR5Tw/s320/JFA104%208.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div>El pintor español Javier Marcos tocó el mismo tema en el acrílico <i>Anochece en la vía</i> (2007) en el que podemos ver a tres operarios trabajando en la reparación de un raíl. Es el que encabeza esta entrada. Nacido en Almería (España) en 1963, es un pintor que ha cultivado el tema ferroviario al lado del paisaje, el retrato y el bodegón. Su profesión de ferroviario queda patente en los temas escogidos cuando plasma en sus cuadros el mundo del ferrocarril, más allá de las más habituales telas con trenes circulando o ambientes generales de estaciones, Marcos centra su mirada en el quehacer cotidiano de sus compañeros de profesión. Trabajando casi siempre a partir de fotografías, en sus telas han quedado plasmados mantenimiento de vías, operaciones de enganche, la tarea de los centros de control de tránsito o las reparaciones nocturnas de urgencia.</div><div><br />Volvamos a los orígenes. En el centro del imaginario de la actividad ferroviaria nocturna está el maquinista, y en los tiempos en los que las cabinas de conducción estaban sometidas a las inclemencias del tiempo, su trabajo era especialmente duro. Así lo vio Vicente Cutanda en <i>La Nochebuena del maquinista</i>, dibujo de 1896, en el que el dramatismo de la situación, la esposa llevándole junto a sus tres hijos la cena de Nochebuena a pie de máquina, se ve incrementado por un apenas visible jefe de estación que, lámpara en mano, parece que les está apremiando.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhen3G2SL78OeHMNDMsUyc2xtiIjPFKQ4A238b4ZuMBAT4c8eSbNrzKwNWF_wCEcZNoUL0gO0kfoK0PpARZRPSz8TsP5mdxsU1-ZT-knGpDeUuGNov2xKLc2rbJ2LJaCvsGVjrWg3Dhsjq16CciG2Kexl2DM7w-OhAUEb3eb1sfPun419ZS0nlgccpIQw/s960/JFA104%2010.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="673" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhen3G2SL78OeHMNDMsUyc2xtiIjPFKQ4A238b4ZuMBAT4c8eSbNrzKwNWF_wCEcZNoUL0gO0kfoK0PpARZRPSz8TsP5mdxsU1-ZT-knGpDeUuGNov2xKLc2rbJ2LJaCvsGVjrWg3Dhsjq16CciG2Kexl2DM7w-OhAUEb3eb1sfPun419ZS0nlgccpIQw/s320/JFA104%2010.jpg" width="224" /></a> </div></div><br /> </div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-33571737569257600972023-03-22T20:10:00.000+01:002023-03-22T20:10:55.156+01:00Trenes nocturnos (II): viajar de noche<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipnN6xkW-CD7hiSwrBFx2MAEtY7_P_1uSXRUwED0p6q2vAFKb7Jiik1YO0GB8tFfFaggVZFMP8issvYK036aHp_FJfcasFcGvJr2asKO00ETRTU7FVpqxdFlCWExzu6t-mL1KZNAIhLeWmGI1yl5SFC8cuzs14ylAgHVbZmah5BrQE3GuHRk8b9Fb7Tg/s488/JFA103%207.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="488" data-original-width="352" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipnN6xkW-CD7hiSwrBFx2MAEtY7_P_1uSXRUwED0p6q2vAFKb7Jiik1YO0GB8tFfFaggVZFMP8issvYK036aHp_FJfcasFcGvJr2asKO00ETRTU7FVpqxdFlCWExzu6t-mL1KZNAIhLeWmGI1yl5SFC8cuzs14ylAgHVbZmah5BrQE3GuHRk8b9Fb7Tg/s320/JFA103%207.jpg" width="231" /></a></div><br />Viajar en un tren nocturno tiene siempre algo de misterioso y de oportunidad de aventura. Esta percepción de los viajeros es a la vez reflejada y potenciada por todas las obras literarias, plásticas y cinematográfícas que han tomado los trenes nocturnos como temática. En la entrada <i>Trenes nocturnos (I)</i>, mirábamos y escuchábamos el tren nocturno desde fuera, ahora entramos en él. <br /><br />En el sobrecogedor relato <i>El embadurnado</i> (1919), el polaco Stefan Grabinski nos hace una descripción de las luces y los sonidos del tren en la noche, pero en esta ocasión vistas y oídas desde el interior de un coche. Es admirable la descripción que se hace de todas las luces que concurren en un tren nocturno en marcha.<br /><blockquote>Manchas de luz caían de las ventanillas de los vagones e inspeccionaban las laderas del terraplén con sus ojos amarillos. Delante de él [el viajero], a una distancia de cinco vagones, la locomotora esparcía cascadas de chispas y la chimenea expulsaba un humo blanco y rosado. La negra serpiente de veinte vértebras brillaba, toda ella, con sus costados escamados; exhalaba fuego por su boca; iluminaba el camino con sus ojos. A lo lejos ya se vislumbraba la aurora de la estación. Como si sintiera la cercanía de la añorada estación, el tren sacaba todas sus fuerzas y duplicaba su velocidad. Ahora mismo acababa de pasar la señal que, como un espectro, indicaba vía libre, los brazos amistosos de los semáforos le daban la bienvenida. Los raíles empezaron a multiplicarse, cruzándose en cientos de líneas, ángulos y trenzas de hierro. A izquierda y derecha, los faroles de los cambios de agujas salían a su encuentro en la oscuridad de la noche; las grúas de la estación, las garruchas de los pozos, las palancas de carga estiraban sus cuellos. De pronto, a unos cuantos pasos de la desenfrenada locomotora apareció una señal roja. La garganta de bronce de la máquina emitió un brusco silbido, los frenos chirriaron y el tren, contenido por la terrible fuerza del contravapor, se detuvo justo antes de la segunda aguja. </blockquote>Viajar de noche mal durmiendo en un compartimiento de asientos no es especialmente cómodo, pero el protagonista del relato <i>La aventura de un viajero</i> (1957) de Italo Calvino, hace de la necesidad virtud y lo percibe como un acto de heroísmo dedicado a la amada a la que va al encuentro.<br /><blockquote>Federico V., que vivía en una ciudad de Italia septentrional, estaba enamorado de Cinzia U., residente en Roma. Cada vez que sus ocupaciones se lo permitían, tomaba el tren a la capital. Habituado a una estricta economía de su tiempo, tanto en el trabajo como en el placer, viajaba siempre de noche: había un tren, el último, poco frecuentado —salvo durante las fiestas— y Federico podía tenderse en el asiento y dormir. <br />(…) <br />—Y usted ¿adonde va? <br />—A Roma. <br />—¡Madre mía! ¡A Roma! <br />El tono de asombro compasivo se transformó, en el corazón de Federico, en un movimiento de heroico orgullo. Así continuó el viaje. <br />—¿Queréis apagar la luz? <br />Apagaron y se quedaron en la oscuridad, sin rostro, ruidosos, voluminosos, hombro contra hombro. Uno levanta la cortina de la ventanilla y mira hacia afuera: la noche es clara, Federico acostado ve sólo el cielo y de vez en cuando la hilera de lámparas de una pequeña estación que lo deslumbran y proyectan un abanico de sombras en el techo. </blockquote>Antonio Muñoz Molina, en <i>Sefarad</i> (2001), también evoca la dureza de los viajes en la España de los expresos nocturnos:<br /><blockquote>Quién no recuerda aquellos viajes eternos en el exprés de media noche, en los vagones de segunda que nos trajeron por primera vez a Madrid, y que nos dejaban desechos por la fatiga y la falta de sueño en los ingratos amaneceres de la estación de Atocha, la antigua, que nuestros hijos no llegaron a conocer, aunque alguno de ellos, muy pequeño, o todavía en el vientre de su madre, pasó noches rigurosas en aquellos trenes, que nos llevaban hacia el sur en las vacaciones tan anheladas de Navidad. </blockquote>El cine español, en películas como <i>La piel quemada</i> (1967) de Josep Maria Forn, también ha reflejado el cansancio de los largos viajes nocturnos de la emigración, en este caso en "el sevillano", el que toman la mujer y los hijos del albañil que está trabajando en la Costa Brava.<div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinh4yZ1oNhHdhfl8QvzAc5Q7sxGZWjjku-RhYiDlaqIBvuTk3gTMTKbBy9XK3eiIVdoMXGxXjLP7h3hElE9Zl9uMp7o9GcoTo3XlVoKhzV1bXfSHaanMav7G1JQkUkcHcyXGtga5AC32m_FLOaCPYmJ3QjIG2bAZtyvAe5yKjrvAabhn-UM8wIciM-mQ/s410/JFA103%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="254" data-original-width="410" height="198" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinh4yZ1oNhHdhfl8QvzAc5Q7sxGZWjjku-RhYiDlaqIBvuTk3gTMTKbBy9XK3eiIVdoMXGxXjLP7h3hElE9Zl9uMp7o9GcoTo3XlVoKhzV1bXfSHaanMav7G1JQkUkcHcyXGtga5AC32m_FLOaCPYmJ3QjIG2bAZtyvAe5yKjrvAabhn-UM8wIciM-mQ/s320/JFA103%201.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />Cuando llega el amanecer, el aspecto de los viajeros que han pasado la noche en sus asientos es el que muy bien captó el pintor prusiano Adolph von Menzel en su obra de 1851 En un coche de tren después de un viaje nocturno.</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhomQ5XWYQ7IOU5qTBmYVzgePnFmWkUeW39UbB9RrSybvOZ-PcGW8gHlwZckpnXdG-pAsjy6Rbx0gZj8hXbfEatkLsR6HANJQihWSkDl6QHiaxenLX0YG0wLox3rJbRTRfY8eu37OsmYNhSq5SzbVZUSsTV_WxzMfI-N2kDVBeJlyy10W0NPXJOWwOu6w/s841/JFA103%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="691" data-original-width="841" height="263" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhomQ5XWYQ7IOU5qTBmYVzgePnFmWkUeW39UbB9RrSybvOZ-PcGW8gHlwZckpnXdG-pAsjy6Rbx0gZj8hXbfEatkLsR6HANJQihWSkDl6QHiaxenLX0YG0wLox3rJbRTRfY8eu37OsmYNhSq5SzbVZUSsTV_WxzMfI-N2kDVBeJlyy10W0NPXJOWwOu6w/s320/JFA103%203.jpg" width="320" /></a></div><div><br />Viajar en coche cama ya es otra cosa, pero tampoco se descansa mucho si te toca un compañero de compartimento paranoico y pesado como le ocurre al protagonista del cortometraje<i> Expreso nocturno</i> (2003) de Imanol Ortiz.</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNwDgXSwEP75qL266HwHVQMAkbNq2H-9jxUpcOE2LqTVP4DBQR_iBq6V2BqfAESFLXm9eqTpTg6I4gLOUNgdquHL2QVgRU2HYdV2RwpqrtU-QWyPxwnjLbCHgEW5ZsspFjEs7dQStFuTQbyaV1Ul9AA0-MBa48UE_E5CdW4KqE5d1H3jW-FJcPSnR3oQ/s512/JFA103%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="288" data-original-width="512" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNwDgXSwEP75qL266HwHVQMAkbNq2H-9jxUpcOE2LqTVP4DBQR_iBq6V2BqfAESFLXm9eqTpTg6I4gLOUNgdquHL2QVgRU2HYdV2RwpqrtU-QWyPxwnjLbCHgEW5ZsspFjEs7dQStFuTQbyaV1Ul9AA0-MBa48UE_E5CdW4KqE5d1H3jW-FJcPSnR3oQ/s320/JFA103%202.jpg" width="320" /></a> </div><div><br />En la galardonada película polaca <i>Pociag</i> (1959, <i>Tren nocturno</i>) de Jerzy Kawalerowicz, un hombre toma un tren que recorre la costa báltica. Parece que huya de alguna cosa. Por error en la venta de billetes, ha de compartir compartimento con una mujer que parece que també está huyendo. Cuando entre el pasaje corre la noticia que la policía está buscando un asesino en el tren, se desatan la curiosidad y las sospechas mutuas. Entonces se pone de manifiesto que cada uno de los viajeros, ferroviarios y policías, lleva una mochila emocional que determina cómo se relaciona con los otros. El encuentro entre desconocidos en un tren nocturno es, según el tópico, un oportunidad para la aventura, pero en Pociag lo que encontramos son personas deseosas de cambiar su vida pero que no encuentran la manera de hacerlo o no osan lanzarse a ella.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9wrnPCbAuVwSPy6YqN9D2a69Gw1_qQ0vnXC9zTBmXrz7ex-RTgKMnFRpa6d6KHrAZP7z2B_drOxm8kZ8pz6ipD-ZlhnY2asamK7gfIZznUbpXOvAP8SkkEPI2Fxga2W0Vqas537Xwruq4WoneMK8VvJpPLrAn9RuRm6kFlpqoMJrDIoY4bdJmNaAdjg/s1600/JFA103%204.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9wrnPCbAuVwSPy6YqN9D2a69Gw1_qQ0vnXC9zTBmXrz7ex-RTgKMnFRpa6d6KHrAZP7z2B_drOxm8kZ8pz6ipD-ZlhnY2asamK7gfIZznUbpXOvAP8SkkEPI2Fxga2W0Vqas537Xwruq4WoneMK8VvJpPLrAn9RuRm6kFlpqoMJrDIoY4bdJmNaAdjg/s320/JFA103%204.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />A la que nos metemos en trenes de lujo, las cosas cambian de manera ostensible. La literatura y el cine asocian los viajes nocturnos en expresos de lujo al glamur y a la aventura galante. El ambiente agitado que precede a su salida queda recogido en el óleo del holandés Nicolaas van der Waay <i>Amsterdam estación central de noche</i> (1895).</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF0tgiIvTUbtEeoXqmm_B4QXvfW5GwB56o14UkqU_KE734-q-9C3uDq6lOVbh_5ANUyXYJPb7C-1IN40vkV_5O5ldiHUuX6spbi1wtjtzVHE3hMcX67nZK9lyN3LoxWm0GP9JSW2QIBdzlqXBI0Vgd4HPjEhlHPs1CUUiAslVAvfq9PY3_XOgndqHHqA/s552/JFA103%205.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="552" data-original-width="432" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF0tgiIvTUbtEeoXqmm_B4QXvfW5GwB56o14UkqU_KE734-q-9C3uDq6lOVbh_5ANUyXYJPb7C-1IN40vkV_5O5ldiHUuX6spbi1wtjtzVHE3hMcX67nZK9lyN3LoxWm0GP9JSW2QIBdzlqXBI0Vgd4HPjEhlHPs1CUUiAslVAvfq9PY3_XOgndqHHqA/s320/JFA103%205.JPG" width="250" /></a> </div></div><br />Finalmente, no podemos deja de lado la asociación entre los trenes nocturnos de lujo y el erotismo, es decir, la aventura amorosa y el frenesí sexual asociado al aislamiento, al anonimato y al traqueteo del tren. El dibujo de Edward Hopper <i>Night on the Train</i> (1918) nos habla del cobijo que un tren de noche puede ofrecer a unos enamorados.</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjZBNdNobHtpgFc2VwLbo5IXLbCzNk-JOsmqsQcjo8MeeBBkUIozFdjC9assAGfgsxdyWjVZHGEfjnBdwqJU8vsGXboEmoJfHOAKIARN-vXAMkdJlBkHDp2UFckDzscYcYxSY89DqyWeOPI5kSOw5qr8kt7YFQ_ZbXuoxXpQtbqlqNXlsrjWWHfkRr4w/s3369/JFA103%206.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3172" data-original-width="3369" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjZBNdNobHtpgFc2VwLbo5IXLbCzNk-JOsmqsQcjo8MeeBBkUIozFdjC9assAGfgsxdyWjVZHGEfjnBdwqJU8vsGXboEmoJfHOAKIARN-vXAMkdJlBkHDp2UFckDzscYcYxSY89DqyWeOPI5kSOw5qr8kt7YFQ_ZbXuoxXpQtbqlqNXlsrjWWHfkRr4w/s320/JFA103%206.jpg" width="320" /></a></div><div><br /></div><div>Para el protagonista del relato <i>Curación milagrosa</i>, de Ramón Irigoyen, ganador de la edición de 1991 de los Premios del Tren de la FFE, el traqueteo llega a tener propiedades terapéuticas. Es un hombre rico, guapo, culto y sensible, pero con un problema de disfunción eréctil que le amarga la vida y una novia que era "profundamente amable, y coincidía conmigo en que era también más estrecha que el silbido de un fantasma". El psiquiatra no consigue resolver su problema, pero el traqueteo del tren...<br /><blockquote>El milagro que ocurrió a partir de la noche del día 16, en que tomamos el tren en Madrid, es digno de pasar los manuales de psiquiatría, y no sé si también incluso a los de gimnasia. Tomamos alguna copa en el restaurante y, al rato, fuimos a acostarnos, habíamos reservado, naturalmente, un coche cama y, en un principio, Alicia y yo nos acostamos en camas separadas. Cuando había dormido ya un par de horas, me desperté con un vivo deseo de abrazar a mi novia y me pasé a su cama. No entraré en los pormenores de aquel encuentro, pues son fácilmente imaginables. Pero lo que nunca podré olvidar fue el traqueteo del vagón, que, a juzgar por los resultados, multiplicó por cien la capacidad de mi impulso. Ni yo mismo me lo podía creer, pero era verdad que por primera vez en mi vida sentía una seguridad en mis fuerzas, que me venía del movimiento del tren, y que iba a desembocar en mi primer coito rotundamente feliz y también en la alegría más total de mi novia, que tan bien se reflejaba en su celestial sonrisa. </blockquote>En la pantalla grande, un ejemplo perfecto de esta asociación erótico-ferroviaria podría ser <i>La compagna di viaggio</i> (1980, <i>Una noche en el coche cama</i>), de Ferdinando Baldi, en la que los protagonistas son apuestos mocetones y mujeres guapas y esculturales vestidas con lencería y sandalias de tacón. En un coche-cama de lujo viajan una pareja de recién casados, un psiquiatra y su paciente, un intelectual con su secretaria, una mujer con un gigoló, una aspirante a actriz y un muy sospechoso barón con monóculo que acabará siendo un truhan. La noche se complica cuando el novio es pretendido por algunas viajeras, el conductor del coche vive en permanente amenaza de infarto ante los estriptis y provocaciones de las señoras, el gigoló acaba en brazos de la secretaria del intelectual, etcétera, etcétera, todo ello con el ambiente, las poses y los tópicos de género característico del cine pícaro italiano de la época.</div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-58539693855744386782023-03-10T17:38:00.002+01:002023-03-14T08:44:28.367+01:00Todas las estaciones de Lérida. Cuaderno de viaje.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMnWin049MuAqmaN9hFod4Ygb4NL0gKdimxoiDzxztZU2ujSNKxI3fcqPyewr1EfYFmDy5_MVKjkA1HLLjRRYpqU52lq1RU6532TkQj5OdFdajZOjehjhIqkIBlG-leYnIG59-Ytxwc6KDShwvWKGLqwT8mURe8D2rCm7O7MjOp37LbQ3pCd0B9_JZqQ/s2584/20230310_161843941_iOS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1815" data-original-width="2584" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMnWin049MuAqmaN9hFod4Ygb4NL0gKdimxoiDzxztZU2ujSNKxI3fcqPyewr1EfYFmDy5_MVKjkA1HLLjRRYpqU52lq1RU6532TkQj5OdFdajZOjehjhIqkIBlG-leYnIG59-Ytxwc6KDShwvWKGLqwT8mURe8D2rCm7O7MjOp37LbQ3pCd0B9_JZqQ/s320/20230310_161843941_iOS.jpg" width="320" /></a></div><br />Se acaba de publicar un libro que hace un recorrido por todas las estaciones en tierras leridanas de las líneas ferroviarias que circulan por esta provincia catalana en España. Como cuaderno de viaje que es, contiene dibujos de las estaciones, fotografías antiguas o de acontecimientos, una breve reseña histórica de cada una de las estaciones y apeaderos y multitud de anécdotas. <br /><br /> No falta ninguna estación. Las que siguen en activo han sido pintadas en color y las ya desaparecidas, en blanco y negro. Se incluye también un desaparecido tren de vía métrica que daba servicio a una industria azucarera. Muy acertadamente, se han incluido en el trabajo los espacios industriales y de gestión ferroviaria desaparecidos.<div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuw1nHXcCWlOOmIxzT_26ZTG_SFNzswLJ0GJuLcrFeN1ZpnBejQ6hjbv1bnhKvXzmh6EODCqyg_TOJxCJaj57U2WReeT2EKZIoH0jP3TsnXysdva3CDnXrzwsbC9WVPtmfdds5v4Sl7Z9ocEn99kk3yZudp_Mn40J6Qwo5SqeKAXBLcNaOPxzriJNmVQ/s2072/20230310_161859877_iOS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1496" data-original-width="2072" height="231" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuw1nHXcCWlOOmIxzT_26ZTG_SFNzswLJ0GJuLcrFeN1ZpnBejQ6hjbv1bnhKvXzmh6EODCqyg_TOJxCJaj57U2WReeT2EKZIoH0jP3TsnXysdva3CDnXrzwsbC9WVPtmfdds5v4Sl7Z9ocEn99kk3yZudp_Mn40J6Qwo5SqeKAXBLcNaOPxzriJNmVQ/s320/20230310_161859877_iOS.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />La historia de las estaciones y las anécdotas que se cuentan de ellas nos recuerdan que la importancia social del ferrocarril ha ido cambiando con el paso de los años. Misas celebradas en el andén, despedidas masivas de maestros, bodas celebradas en la estación de madrugada para que los novios tomen el primer tren hacia la capital, trifulcas políticas, accidentes, recuerdo de los motes que los viajeros o los ferroviarios les ponían a los trenes y a las locomotoras... todo tiene cabida en este interesante volumen.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRADWd5Ogktg-7FPruxiDrnYkFyR9F8CWXDJXYMRO_KrdNsy3HCT8286je0xH6oOE0VaSl0cz91yW5su5-HnC_NfLyutnYyUhMjImtEQIZifWmG9K_pfShULIGFJwbv_tpuN-IZ-PKg98NLUTNE_qmHBzfF2RgdkZHmCuJmctaFfo6n5E_koukNOliEQ/s3738/20230310_162407356_iOS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2256" data-original-width="3738" height="193" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRADWd5Ogktg-7FPruxiDrnYkFyR9F8CWXDJXYMRO_KrdNsy3HCT8286je0xH6oOE0VaSl0cz91yW5su5-HnC_NfLyutnYyUhMjImtEQIZifWmG9K_pfShULIGFJwbv_tpuN-IZ-PKg98NLUTNE_qmHBzfF2RgdkZHmCuJmctaFfo6n5E_koukNOliEQ/s320/20230310_162407356_iOS.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />Puestos a encontrar un pequeño defecto, se echa en falta un mapa de cada una de las líneas citadas con la ubicación de las estaciones. Daría mucha más salida a la publicación un anexo final con resúmenes de los textos en castellano y en inglés, aunque la lengua no ha de ser obstáculo para disfrutar de este magnífico trabajo.</div><div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBa1iopYTmx4hYpkTNa1A7fznTIYdtRHCmyi4-10dP14bZl_JyyeU-QgIQ3O7jdjzT625dBcX9iIjAJfYVZJkR0SMGN0MmLWNuo7ioofHWClYDE58yppybtP-eugbDmJK6nQO2OLTBQRs3yDDcRzK6-ZNYAGTb0wazu04U9P5zL2U1uNhAolI0wwPRYQ/s4032/20230310_162423411_iOS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBa1iopYTmx4hYpkTNa1A7fznTIYdtRHCmyi4-10dP14bZl_JyyeU-QgIQ3O7jdjzT625dBcX9iIjAJfYVZJkR0SMGN0MmLWNuo7ioofHWClYDE58yppybtP-eugbDmJK6nQO2OLTBQRs3yDDcRzK6-ZNYAGTb0wazu04U9P5zL2U1uNhAolI0wwPRYQ/s320/20230310_162423411_iOS.jpg" width="320" /></a> </div><br />El autor es el historiador y humorista gráfico Marçal Abella i Brescó, aficionado al ferrocarril. El prólogo corre a cargo de Vidal Vidal, un periodista que suele escribir sobre los avances y los problemas del ferrocarril en las comarcas leridanas. Ambos comparten la nostalgia por el ferrocarril del pasado, aunque Abella dibuja los trenes de alta velocidad y las estaciones modernas con el mismo cariño que las estaciones antiguas o los trenes históricos, mientras que Vidal, a pesar de su indudable amor por el ferrocarril, no sabe ver belleza de la innovación y opina que los convoyes modernos, «parecidos entre ellos, fusiformes, aerodinámicos y casi monocolor, hacen pensar en aviones sin alas o incluso algunos en supositorios.»</div><div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKYpaKN2AEpCcaez2nhTJi2eYw_ynkfaHqIzfaj84NgqYpF0SATp2C7ifBVV8K3B5JBjzg-RdGnjvSVbdQm3NiFqwCJlK1PPVh0f24kVXwu3LOfb3-hw-qrVIuzs7V_ePRBkzL4F2z0_V5wNrvJ0XyQQKL4tNGZSdAQtxwnb61FXJZ1ja3FZQA9h4MUQ/s2490/20230310_162445876_iOS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1813" data-original-width="2490" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKYpaKN2AEpCcaez2nhTJi2eYw_ynkfaHqIzfaj84NgqYpF0SATp2C7ifBVV8K3B5JBjzg-RdGnjvSVbdQm3NiFqwCJlK1PPVh0f24kVXwu3LOfb3-hw-qrVIuzs7V_ePRBkzL4F2z0_V5wNrvJ0XyQQKL4tNGZSdAQtxwnb61FXJZ1ja3FZQA9h4MUQ/s320/20230310_162445876_iOS.jpg" width="320" /></a> </div><br /> Un libro que no debe faltar en la biblioteca de los aficionados a los que les gusta explorar este riquísimo territorio que es el que comparten el arte y el ferrocarril.</div><div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEht_6j5AYfPErSMuSlZQ7CSTqrZPILnJ7GEonNlL38T53-5x1fbrxAOFOK2VD0WT88xMFXzqgvSZ5OHenB6Km6vBowseTWQllLaUXj9Rqk8FBXtMuXVpSM1LK7UHHCy0t4HzM-GHo911Xd6pE-SsS7C4mbQ0NxcgXIdQ7-F-PRYpx-BWlokrsq4aoWk8g/s3335/20230310_161931474_iOS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="3335" height="154" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEht_6j5AYfPErSMuSlZQ7CSTqrZPILnJ7GEonNlL38T53-5x1fbrxAOFOK2VD0WT88xMFXzqgvSZ5OHenB6Km6vBowseTWQllLaUXj9Rqk8FBXtMuXVpSM1LK7UHHCy0t4HzM-GHo911Xd6pE-SsS7C4mbQ0NxcgXIdQ7-F-PRYpx-BWlokrsq4aoWk8g/w400-h154/20230310_161931474_iOS.jpg" width="400" /></a></div></div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-91865296085566725782023-02-09T08:57:00.000+01:002023-02-09T08:57:39.192+01:00Trenes nocturnos (I): paisaje visual y sonoro<p style="text-align: center;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl0qKgMmg6I6szGCv6_Q_D1r4WZx3OYSl1xxh_Pr64we9B1DBFQy7l6W7kGQWRXtcA2BL85HxFSZsLN1Uf5J72WkKca04G90JINf-x4FcOT2uOHK3FNKGG_Ikggb2nrUD1N-W2wM-s1MwdNsXrbEnIhrn3uf9kT_G1ix_rSmUOXXF_aXZ7bZzI71jh0A/s3000/JFA102%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2412" data-original-width="3000" height="257" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjl0qKgMmg6I6szGCv6_Q_D1r4WZx3OYSl1xxh_Pr64we9B1DBFQy7l6W7kGQWRXtcA2BL85HxFSZsLN1Uf5J72WkKca04G90JINf-x4FcOT2uOHK3FNKGG_Ikggb2nrUD1N-W2wM-s1MwdNsXrbEnIhrn3uf9kT_G1ix_rSmUOXXF_aXZ7bZzI71jh0A/s320/JFA102%201.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Kym Ojala </span></td></tr></tbody></table><p></p>Cuando llega la noche, el mundo ferroviario se transforma hasta tal punto que parece que estemos en otro universo. Los raíles y las catenarias que surcaban el territorio brillando bajo la luz del sol, ahora desaparecen dejando en su lugar una cinta negra que se confunde con el paisaje. Las estaciones también se desvanecen o, a lo sumo, se vislumbran como una lejana constelación de luces blancas con alguna estrella verde o roja ocasional. Los mercancías que circulan de noche a penas si son una salmodia traqueteante encabezada por luces blancas y concluida por linternas rojas. Los expresos se convierten en una procesión de ventanas que circulan por el paisaje. En la época del vapor, los resplandores rojizos que escapaban de los hogares e incluso de las chimeneas de las locomotoras se sumaban como nebulosas al firmamento ferroviario. <br /><br />Esta inmensa belleza del ferrocarril por la noche ya fue descrita en 1843 por Modesto Lafuente en su <i>Viajes de Fray Gerundio por Francia, Bélgica, Holanda y orilla del Rhin</i>:<br /><blockquote>La estación de Malinas es la imagen de la vida abreviada, la estación de Malinas es el infierno. Y lo es a todas las horas del día porque no hay hora del día en que no lleguen y partan convoyes en todas las direcciones y por todas las direcciones. Magnífico y sorprendente cuadro, mil veces aún más interesante y más poético cuando se presencia en horas avanzadas de una noche oscura (porque en los caminos de hierro lo mismo andan de noche que de día) con el reflejo de mil faroles y de mil teas que alumbran los convoyes, que representan batallones de estrellas marchando entre nubes, y que ofrecen al observador el espectáculo más grandioso, variado y admirable que la civilización moderna puede ostentar.</blockquote><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigZmg9iURnUcTPG7lQn8bm-zyjN51DNEI8GGSIlYlwbXgg4dQaFByzXOgvrhbAHUhgDfVSw3tEz49RpSWR2cZ1zsznUkNNhvUu8Ga2nUd4gJwOJhGDmrLhn2oPkzWNG9eN0-ueT7uNA2wmQKDlZoo16R4DOJDBt4u7isnT-m0DqBILiIJsMjjMq2EKkA/s640/JFA102%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="487" data-original-width="640" height="244" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigZmg9iURnUcTPG7lQn8bm-zyjN51DNEI8GGSIlYlwbXgg4dQaFByzXOgvrhbAHUhgDfVSw3tEz49RpSWR2cZ1zsznUkNNhvUu8Ga2nUd4gJwOJhGDmrLhn2oPkzWNG9eN0-ueT7uNA2wmQKDlZoo16R4DOJDBt4u7isnT-m0DqBILiIJsMjjMq2EKkA/s320/JFA102%204.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="text-align: start;">Hermann Pleuer</span></td></tr></tbody></table><div style="text-align: center;"><br /></div><div>Lafuente describe sus percepciones al estar en las proximidades de una estación con plena actividad nocturna, pero la mayoría de las estaciones pasan estas horas en silencio y penumbra esperando el paso de algún convoy escaso. Entonces, el pasajero, ve las luces de las farolas y de les semáforos como luceros suspendidos en el cielo acompañados, en ocasiones, por el ruido de los aparatos de vía. La descripción del argentino Roberto Arlt en <i>Los siete locos</i> (1929) es extraordinaria:</div><blockquote>Un trozo de andén de la estación de Témperley estaba débilmente iluminado por la luz que salía de una puerta de la oficina de los telegrafistas. Erdosain sentose en un banco junto a las palancas para los cambios de vías, en la oscuridad. Tenía frío y tal vez fiebre. (…) Un disco rojo brillaba al extremo del brazo invisible del semáforo: más allá otros círculos rojos y verdes estaban clavados en la oscuridad, y la curva del riel galvanoplastiado de esas luces sumergía en las tinieblas su redondez azulenca o carminosa. A veces la luz roja o verde, descendía. Luego todo permanecía quieto, dejando de rechinar las cadenas en las roldanas y cesando el roce de los alambres en las piedras.</blockquote>Ferran Soldevila hace un apunte en su dietario <i>Hores Angleses</i> (1938, <i>Horas inglesas</i>) que condensa en una frase una percepción parecida.<br /><blockquote>Londres.- Niebla espesa: las luces de la estación colgadas del firmamento. </blockquote>Si nos alejamos de las estaciones, la impresión del observador cambia mucho cuando se contempla desde lejos el paso de un tren cruzando la noche. Así lo describe el transilvano Miklós Bánffy en <i>És Hijjával találtattál</i> (1940,<i> Las almas juzgadas</i>)<br /><blockquote>Oscuridad, oscuridad absoluta. Sólo las estrellas, los millones de estrellas, tintineaban en la bóveda celeste. Estrellas inmutables que desde hacia millones de años contemplaban la miseria humana con indiferencia. (…) Y burlándose de las dimensiones terribles del universo, abajo, en el valle del Vag, apareció una lucecita diminuta. Avanzaba lentamente hacia el norte como si le costase subir. A veces, a tan sólo un dedo de distancia, se distinguía un puntito rojo. Era el tren expreso de Berlín. El sonido llegaba a través de la noche muda. Al verlo, a Balint se le encogió el corazón. “Por aquí pasarían los trenes militares hacia el norte si estallase la guerra con Rusia. Por aquí transportarían a miles y miles de jóvenes al campo de batalla, a la muerte... contra un enemigo de mayor poderío y tal vez en vano, absolutamente en vano..."</blockquote><div style="text-align: left;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhM-hOcRFPWImCOA-ZcxmCWxLqyaAPerSZtz9-j3AsBN8-tanc7lXKmTNJg4aKVLIxGkj0LhNKnSSoEUXUIXjXKmv3-mA31SFoqsEYCCiMdNl0ViQMmZ9x8FVPlHKKuY4it_esl8CfcfUyypIL98yZPrQrMmRXkXkvYFDECtmPD4zOAGzxtR7bZ56HG2A/s388/JFA102%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="388" data-original-width="288" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhM-hOcRFPWImCOA-ZcxmCWxLqyaAPerSZtz9-j3AsBN8-tanc7lXKmTNJg4aKVLIxGkj0LhNKnSSoEUXUIXjXKmv3-mA31SFoqsEYCCiMdNl0ViQMmZ9x8FVPlHKKuY4it_esl8CfcfUyypIL98yZPrQrMmRXkXkvYFDECtmPD4zOAGzxtR7bZ56HG2A/s320/JFA102%202.jpg" width="238" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Jiri
Bouda</span></td></tr></tbody></table></div><div style="text-align: left;"><span style="text-align: center;"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span style="text-align: center;">A la percepción visual se suma la sonora. Los silbidos de los trenes nocturnos casi siempre suenan a nostalgia y a tristeza, como en la prosa de Dezsö Kosztolányi en </span><i style="text-align: center;">Anna Édes</i><span style="text-align: center;"> (1926)…</span></div><blockquote>Las noches de noviembre iban haciendo más largas. Se oyen los silbidos de los trenes de la estación del Sur. Alguna locomotora extraviada lloraba en la oscuridad, conmovedora y plañideramente, como un niño pequeño. </blockquote>… o en la de Joseph Roth en el relato <i>Der blinde Spiegel</i> (1925, <i>El espejo ciego</i>)<br /><blockquote>La ternura nos embarga en el aire transparente de la noche, cuando desde los espacios azules la nostalgia viene a nosotros y el silbido de una locomotora que pasa de largo se queda suspendido en la ventana.</blockquote>Ramón Gómez de la Serna dedicó una de sus greguerías (1910-1962) a este mismo motivo literario: <br /><blockquote>En la noche acústica se oye a lo lejos a los trenes, que pasan diciendo “que-te-cojo, que-te-cojo”, persiguiendo las distancias. </blockquote>Un elemento eficacísimo de este universo nocturno es el de la contemplación, desde el andén o desde las proximidades de la vía, del paso de un tren de lujo con las ventanas iluminadas. Este tema fue tocado de manera magistral en la escena del “tren del champagne” en la película <i>Possessed</i> (1931, <i>Amor en venta</i>) de Clarence Brown, en la que la protagonista que encarna Joan Crawford, cuando se dirige a cruzar las vías para huir buscando una vida mejor, ve pasar ante ella un tren en el que ve a través de las ventanillas todo lo que está persiguiendo.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxQAr1rXCDoOSF22ekLMs9S3rEKBvRqPPQ3Nn3PvoH0BBDCvFVZ12DxAhyyPO-2Z9Es8f_tD7XoqwlxZMxZBQ' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><br />El novelista estadounidense E. L. Doctorow usa el mismo tema en <i>Loon Lake</i> (1980, <i>El lago</i>):<br /><blockquote>Me froté los ojos y con la mirada busqué el tren detrás del resplandor. Pasaba de mi izquierda a mi derecha. La locomotora y el ténder eran más negros que la noche, un imponente movimiento de sombras que avanzaban, pero detrás un coche de pasajeros plenamente iluminado. Vi que un mozo de chaqueta blanca servía bebidas a tres hombres sentados a una mesa. Vi oscuros paneles de madera, una lámpara con pantalla orlada y estantes con libros encuadernados en cuero. Dos mujeres conversaban sentadas frente a un grupo de sillones orejeros con textura como de encaje. Luego un luminoso dormitorio con apliques de cristal esmerilado y una cama con dosel y desnuda ante un espejo una chica rubia que estudiaba atentamente un vestido blanco colgado de una percha. <br /><br />Oh señoras y señores el tren cruzó el claro y vi desaparecer la luz roja en el recodo. No me moví desde el instante en que la luz me deslumbró. Había oído hablar de vagones privados pero no estaba preparado para verlo ahora con mis propios ojos.</blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlmIQhEiImkq7BVKMrJHUOu2Om1Sz9QxWiezEGdWDeoEw1i8PnbSWeURuxVhXqlbcFffu--5miokAyNyl-usRAqjQXETGLA45ztVp3BUZVpAVinXDIFUJAdJzPNvKhOp5UPHfY27E3YZST8al7OoltI24cxqQu8H16fJ3oxu8QjYCbii3WJI2TTHQXnQ/s808/JFA102%206.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="808" data-original-width="500" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlmIQhEiImkq7BVKMrJHUOu2Om1Sz9QxWiezEGdWDeoEw1i8PnbSWeURuxVhXqlbcFffu--5miokAyNyl-usRAqjQXETGLA45ztVp3BUZVpAVinXDIFUJAdJzPNvKhOp5UPHfY27E3YZST8al7OoltI24cxqQu8H16fJ3oxu8QjYCbii3WJI2TTHQXnQ/s320/JFA102%206.jpg" width="198" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div>Los trenes nocturnos y las estaciones al anochecer también han sido tema para pintores e ilustradores. Modest Urgell busca el contraste de luces entre el cielo y las lámparas de la locomotora y los semáforos. <div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3ceaV5hGDdMSLn8xCR6fOaVSjIl9R6X-I_YFAI7Ys8XUP0qc7MsvAPcAptKOh8lwknkEE9-8r0G2yYk6OZ8pY2-f0Ba73OCdq1rUZL1sNvotWbmbybOL5KaINmx_xn4orM8-mCbSu4Y4skh2ENleByrksRfg3kg1KryU8L7h7x_xKpFk-HTbgdTh2PA/s780/JFA102%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="354" data-original-width="780" height="145" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3ceaV5hGDdMSLn8xCR6fOaVSjIl9R6X-I_YFAI7Ys8XUP0qc7MsvAPcAptKOh8lwknkEE9-8r0G2yYk6OZ8pY2-f0Ba73OCdq1rUZL1sNvotWbmbybOL5KaINmx_xn4orM8-mCbSu4Y4skh2ENleByrksRfg3kg1KryU8L7h7x_xKpFk-HTbgdTh2PA/s320/JFA102%205.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div>En un registro parecido, Hermann Pleuer recrea la interacción del vapor con las luces de la locomotora.</div><div>El ilustrador y exlibrista Jiri Bouda incorpora las luces del tren a la noche estrellada y comparte tema con Kym Ojala y la portada de la novela de Doctorow. Y esto es sólo una pequeña muestra.</div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-51233407893917901012023-01-10T08:25:00.005+01:002023-01-14T00:52:23.385+01:00Humaredas (y II)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY57F5J9ML1ewkRDbhaQNAei9Il66O0JkWW8xg7jUI8IwuAPFgXJJ40OVzYiFFg5_BmhxLlz6DICDbuEhAwrLt-V-93F47Rbuvuh5G-lj87sHDMiP1lIXJ6oM6UdHB1bvPmNLVjAd1Q4FKlb1r2f30Mfr1o9fPWtb92po0mwPRwu5cXPENQXTBJztmCQ/s1531/JFA101%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="566" data-original-width="1531" height="148" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY57F5J9ML1ewkRDbhaQNAei9Il66O0JkWW8xg7jUI8IwuAPFgXJJ40OVzYiFFg5_BmhxLlz6DICDbuEhAwrLt-V-93F47Rbuvuh5G-lj87sHDMiP1lIXJ6oM6UdHB1bvPmNLVjAd1Q4FKlb1r2f30Mfr1o9fPWtb92po0mwPRwu5cXPENQXTBJztmCQ/w400-h148/JFA101%201.jpg" width="400" /></a></div><br /><div style="text-align: left;">Cuando las compañías ferroviarias imprimieron carteles y cuadernillos de horarios en la época del vapor, no pudieron resistirse a utilizar las posibilidades plásticas de las humaredas de las locomotoras. Un magnífico ejemplo primerizo es el horario de trenes de Kobe a Osaka de 1876, con el humo sobrevolando un tren que parece sacado de un ukiyo-e.</div><div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgR1VSZrQ5CN9n3Q8ynIGZ_Ng99yIDgPZVVRuLKWTY01x37AKpORz6iRhPE4Kwfrgqs10o6gyYPlEbnea7OmglUAdJJ_M481DrowKDtxYJDoJRVUp1DuL7dJMDntw4Q4sfV41qgKYRTZ5nWHqWZNgZPK1lYLZ8SaW9USoot_Pyt0pLAmR7n3IYFZZ0hmg/s1600/JFA101%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1198" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgR1VSZrQ5CN9n3Q8ynIGZ_Ng99yIDgPZVVRuLKWTY01x37AKpORz6iRhPE4Kwfrgqs10o6gyYPlEbnea7OmglUAdJJ_M481DrowKDtxYJDoJRVUp1DuL7dJMDntw4Q4sfV41qgKYRTZ5nWHqWZNgZPK1lYLZ8SaW9USoot_Pyt0pLAmR7n3IYFZZ0hmg/s320/JFA101%201.jpg" width="320" /></a></div></div><br />En 1927, la compañía estadounidense Baltimore and Ohio Railroad, para celebrar su centenario publicó un cartel en el que se elevan en paralelo las enormes columnas de humo de una máquina primitiva y de una imponente locomotora de última generación. Ambas columnas de humo son iguales, la primera es imposible, la segunda, verosímil, pero la idea del cartelista es mostrar la continuidad de la solidez de la compañía.<div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkRv2oupjjkmAiehoHFsVXd7vW4UXWqpvY5IaM60HGD731qdigB_PVA334m-0GOSh9562JRcuxjhTAS0F1nM40A4IROg3w1af1b9JSvxHmwabiB_NDusv75VDnZ1o2ByLd13eBWKhATSlDKonQqfyQf-g46SjlioIR_hxfz_3i9hbb9_rYj9ockKnpAg/s1785/JFA101%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1785" data-original-width="1149" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkRv2oupjjkmAiehoHFsVXd7vW4UXWqpvY5IaM60HGD731qdigB_PVA334m-0GOSh9562JRcuxjhTAS0F1nM40A4IROg3w1af1b9JSvxHmwabiB_NDusv75VDnZ1o2ByLd13eBWKhATSlDKonQqfyQf-g46SjlioIR_hxfz_3i9hbb9_rYj9ockKnpAg/s320/JFA101%202.jpg" width="206" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></div>Wagon Lits recurrió a la estela de humo y vapor para promocionar el Tren Azul que trasladaba la buena sociedad británica a sus veraneos en la Costa Azul a principios del siglo XX. Son varios los carteles que promocionan esta línea y el vapor siempre está presente.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIfkY38PmKeJ_jbVQV-JtFnJbNTVln_K1F86QQN-J3j9jm-CNcGz_zQr3FvlzQR38WCOfdIXObZzSucoHDusL5XSTLbXj8Kho-QTlJyKOcDHoYLF4IWNEJZ9xoUlW-u0n5aauumtRVFaPcvrPbt3r4bvOShNVFT-hGDX-bZjK600LJ07Pdod-GPpsFtA/s1800/JFA101%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1800" data-original-width="1172" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIfkY38PmKeJ_jbVQV-JtFnJbNTVln_K1F86QQN-J3j9jm-CNcGz_zQr3FvlzQR38WCOfdIXObZzSucoHDusL5XSTLbXj8Kho-QTlJyKOcDHoYLF4IWNEJZ9xoUlW-u0n5aauumtRVFaPcvrPbt3r4bvOShNVFT-hGDX-bZjK600LJ07Pdod-GPpsFtA/s320/JFA101%203.jpg" width="208" /></a> </div></div><br />Al otro lado del canal, British Rail también tiraba de humaredas para promocionar sus servicios industriales, en este caso el humo de una locomotora de vapor se hermana con el de la industria química. La leyenda del cartel, bajo el título de <i>Servicio a la industria</i>, explica como el complejo de la industria química ICI de Billinham-on-Tees depende de British Railways para el suministro de carbón y otras materias primas, y para la expedición de fertilizantes, cemento, líquidos a granel y otros productos. El autor de la ilustración es Terence Cuneo (1907-1996), el artista que ha pintado y dibujado el ferrocarril británico en centenares de obras.</div><div><div style="text-align: center;"> <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDFUI316VQE8r1G5fsInh87NazK4KW8gSRn1ELvvT2xvAxp9Br4-iIkKbwGUAXE9_px19w82YFeV7MG-mgnXxB4vpwv4m4x1Hsz7Mds1mnunkMIutLAVYryBGUbs9vCP4WkADSk_XQm__DOzfgNuM9oc8SApfP2SBkKA_QrmKewpcPoMfpU7EY85Of-Q/s950/JFA101%204.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="756" data-original-width="950" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDFUI316VQE8r1G5fsInh87NazK4KW8gSRn1ELvvT2xvAxp9Br4-iIkKbwGUAXE9_px19w82YFeV7MG-mgnXxB4vpwv4m4x1Hsz7Mds1mnunkMIutLAVYryBGUbs9vCP4WkADSk_XQm__DOzfgNuM9oc8SApfP2SBkKA_QrmKewpcPoMfpU7EY85Of-Q/s320/JFA101%204.jpg" width="320" /></a></div></div><br />Los cómics de tema ferroviario también han explotado las posibilidades de las humaredas de las locomotoras para dar dramatismo a las historietas. Vemos el ejemplo de una viñeta del cómic <i>Le carrefour de Mâm-Pha</i> (1987) del belga Willi Baltaite y otra perteneciente al extraordinario álbum <i>La 12</i> de François Schuiten. Mientras que la primera de las obras es un ejemplo de un uso circunstancial de la locomotora de vapor, la de Schuiten es profundamente ferroviaria. Narra la historia de Léon, el maquinista titular de la 12.004, una campeona de la velocidad, el súmmum de la sofisticación mecánica, locomotora que sabe adelantarse a los deseos de su conductor, pero los tiempos cambian, se introduce la tracción eléctrica y las 12, las locomotoras Atlantic carenadas belgas que alcanzaba los 140 km/h, tienen los días contados.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdOq0FRDvCnKEWJV50iB2J03EOStvIJ3sHiVkwmkAWnImN_OdM4mFyPNR7zqncFwDp9X3AT2ctFNEXLoQWFOV4m9TSG8Bj7ALzoGpcR4QsksOipRUzzIHJ6O79wPNS9e_n2PeyWUOlSNhp4rlyz_kYC-9TnNENQnkDKLj3VkMWeX60hqhlOOickV-Hzg/s520/JFA101%205.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="520" data-original-width="488" height="286" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdOq0FRDvCnKEWJV50iB2J03EOStvIJ3sHiVkwmkAWnImN_OdM4mFyPNR7zqncFwDp9X3AT2ctFNEXLoQWFOV4m9TSG8Bj7ALzoGpcR4QsksOipRUzzIHJ6O79wPNS9e_n2PeyWUOlSNhp4rlyz_kYC-9TnNENQnkDKLj3VkMWeX60hqhlOOickV-Hzg/w268-h286/JFA101%205.jpg" width="268" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ2SlBIEcP6gu1XnL1TciVdsC1_GIvEYlzuUEyOrlqq9B3Wpe0RpWgiupxq4ZSGTg4kALeX6ZpOHDxZOFTzb1N47HYqgnmo1u7OCZqFB6QIiBRP6V-q0OYMwVxdxsdZevtDR8nNG4IKhfYk8SN1H7qBohxNuPVClzdVeaCYt-w9jByl54PQfcMsVCvDw/s1543/JFA101%206.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1086" data-original-width="1543" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ2SlBIEcP6gu1XnL1TciVdsC1_GIvEYlzuUEyOrlqq9B3Wpe0RpWgiupxq4ZSGTg4kALeX6ZpOHDxZOFTzb1N47HYqgnmo1u7OCZqFB6QIiBRP6V-q0OYMwVxdxsdZevtDR8nNG4IKhfYk8SN1H7qBohxNuPVClzdVeaCYt-w9jByl54PQfcMsVCvDw/w299-h210/JFA101%206.jpg" width="299" /></a></div></div><br />Ya en el cine, ¿quien no recuerda escenas con enormes humaredas que cobran un valor simbólico en filmes? Las encontramos en películas como <i>La bête humaine</i> (1938, <i>La bestia humana</i>) de Jean Renoir cuando las pasiones se descontrolan, <i>Noche fantástica</i> (1943) de Luis Marquina con la humareda en la escena inicial, <i>Brief Encounter</i> (1946, <i>Breve encuentro</i>) de David Lean cuando los amantes se besan en el andén venciendo la mala consciencia, <i>Czlowiek na torze</i> (1957, <i>Hombre en las vías</i>) del polaco Andrzej Munk en que simboliza el honor de los ferroviarios o Ostre Sledovane Vlaky (1966, <i>Trenes rigurosamente vigilados</i>) del checo Jiri Menzel en que el humo de la locomotora acaba mezclándose con el de la explosión del sabotaje realizado por la resistencia.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGFHUmOAyLSuLXfOQne8wxfhLNshBDDzItJk2BD1Xk6eidpXLXKjHRJz1HIvV-ahCgTAaUktlrYkUnhw2l5uruokXuMCOAlNF66U5RuwIuohBByRyCfqJExkadGqOgBdiP1TboVatno2onLCqz7_wV8Ro7BFkNZye9lHwc-3sAuVFT6ZAv2P3BnSTkBQ/s984/JFA101%207.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="984" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGFHUmOAyLSuLXfOQne8wxfhLNshBDDzItJk2BD1Xk6eidpXLXKjHRJz1HIvV-ahCgTAaUktlrYkUnhw2l5uruokXuMCOAlNF66U5RuwIuohBByRyCfqJExkadGqOgBdiP1TboVatno2onLCqz7_wV8Ro7BFkNZye9lHwc-3sAuVFT6ZAv2P3BnSTkBQ/s320/JFA101%207.jpg" width="320" /></a> </div></div><br />La lista anterior contiene solamente películas de gran contenido ferroviario de cinco nacionalidades distintas, pero podría ser mucho más larga, y no digamos una que contuviera títulos de filmes en los que el tren de vapor tiene una aparición fugaz pero se utiliza su humareda como metáfora; basta pensar, por ejemplo, en las diversas versiones de Ana Karenina en las que la humareda y el vapor condensándose en el aire gélido del andén cobijan a los amantes, <br /><br />Entrado ya el siglo XXI, el humo de los trenes es un elemento apenas tolerado por las miradas desconfiadas y reticentes en las líneas con locomotoras preservadas; pero ésta irrisoria cantidad de humo vertida a la atmósfera no hace sino recordarnos que el ferrocarril ha conseguido evolucionar y ser ahora un símbolo de medio de transporte medioambientalmente sostenible.</div><div><br /></div><div><i>Humaredas (I)</i> <a href="https://arteyferrocarril.blogspot.com/2022/11/humaredas-i.html" target="_blank">puede leerse aquí.</a></div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-2511110603180314732022-12-24T13:05:00.001+01:002022-12-27T08:59:50.241+01:00El belén de Badalona, con tren y estación<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4Yx8kQ1n90H1vSc2paiLOBi-maWxhrK_3Cku8jNpKwdaGc1tjHJGyvzZniLxSdUPdq5vnSrbqWdqHEwNfu-uMfI9eeujaZglRA7aP0-GqJc4HI4JT3tdyHjj-RJ2OOSK1EtkZKayY4BmcV00sM3s7YoZLSxiDyv5Vgz_IZbx--ZCf66umB4AkP2mn7g/s4032/Pessebre%20Badalona%202022%20(2).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4Yx8kQ1n90H1vSc2paiLOBi-maWxhrK_3Cku8jNpKwdaGc1tjHJGyvzZniLxSdUPdq5vnSrbqWdqHEwNfu-uMfI9eeujaZglRA7aP0-GqJc4HI4JT3tdyHjj-RJ2OOSK1EtkZKayY4BmcV00sM3s7YoZLSxiDyv5Vgz_IZbx--ZCf66umB4AkP2mn7g/s320/Pessebre%20Badalona%202022%20(2).jpg" width="320" /></a></div><br />La ciudad de Badalona está en la costa catalana, en la línea de ferrocarril de Barcelona a Mataró. La vía del tren transcurre entre la ciudad y la playa, y esta es la imagen que ha querido reproducir el belén que, como cada año, se ha instalado en la plaza del ayuntamiento. <br /><br />Reproduce las casas del paseo marítimo que transcurre paralelo al mar y a la vía del tren. Los badaloneses llaman “rambla” a su paseo a pesar de no ser un curso de agua que desemboque en el mar; sólo en Montevideo le llaman también rambla al paseo marítimo.<div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3WfIH_haVr2W6AuUmHov1Px3LmE4HTkauLz_fTsWdFSpcKtxm7gmA9ugTKsb7_UvavG5nXjIarSZY2JQehnIiSxPdu_TOtQTHqA7cbRG4YXRytNl3lGf2YTENu9qxsVZ5kHRuwj9Lkwib1dzm4A3zloOso8kmYTQ2TuzSOQUJ16071WYbESIACrFc0A/s4032/Pessebre%20Badalona%202022%20(1).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3WfIH_haVr2W6AuUmHov1Px3LmE4HTkauLz_fTsWdFSpcKtxm7gmA9ugTKsb7_UvavG5nXjIarSZY2JQehnIiSxPdu_TOtQTHqA7cbRG4YXRytNl3lGf2YTENu9qxsVZ5kHRuwj9Lkwib1dzm4A3zloOso8kmYTQ2TuzSOQUJ16071WYbESIACrFc0A/s320/Pessebre%20Badalona%202022%20(1).jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"> </div>En el belén no podía faltar la reproducción de la estación y un homenaje al tren que propició el progreso de la ciudad. <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxqzCEnHErIeK21IeZLvx62KjlzVfmUttMpj_hrkTOLDpk3l5YUCSWoduar20ozkE66xYdrfTeDGsxR8jSUsQ' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-91940452125466960192022-12-15T11:33:00.002+01:002022-12-19T00:25:24.432+01:00Arte en la nueva estación de Sant Andreu en Barcelona<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjK2Rkkci13TyfSUq268hzZjteb5m0nbJZ5pPY2HmPKp3gCXkHawLn0qG6OJPqdQTOz1xNyfxt57urqPmWP1r6IrUL8-e9m0vojk4TuKtQ-GOjLXwNnVjd1B-GkTC6glD-IW4zhCvXh_OfE81lTGk6a4iD12GYXRfxGUzgaQKGxkLEcFiMazG3eVbcz9Q/s4032/20221214_153631299_iOS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjK2Rkkci13TyfSUq268hzZjteb5m0nbJZ5pPY2HmPKp3gCXkHawLn0qG6OJPqdQTOz1xNyfxt57urqPmWP1r6IrUL8-e9m0vojk4TuKtQ-GOjLXwNnVjd1B-GkTC6glD-IW4zhCvXh_OfE81lTGk6a4iD12GYXRfxGUzgaQKGxkLEcFiMazG3eVbcz9Q/s320/20221214_153631299_iOS.jpg" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: left;">El 12 de diciembre de 2022 se inauguró en Barcelona (España) la estación de ferrocarril de San Andreu, una estación moderna y subterránea que substituye a otra muy cercana que estaba en servicio y con el mismo edificio original desde 1854.</div><br />Adif ha tenido la sensibilidad y el acierto de encargar a dos artistas de street-art, Miquel Wert y RocBlackblock, la realización de un mural de 3113 m<sup><span face=""Calibri",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">2</span></sup> que transcurre por los dos laterales de la estación. <br /><br />La base del mural es una línea de tiempo en la que se indican momentos clave de la evolución de la red ferroviaria catalana, con atención especial al entorno de la estación, donde ha habido empresas como la constructora de locomotoras La Maquinista Terrestre y Marítima y bases ferroviarias.<div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguYy0dLDkewRS0RtQlsagfrs5xxSDCHL_w8o7UJalhJmV8MOk0OEVFyBbdOfdimAniCwh53Ezoeb97zwYDIxfrzT0kAu_b3PeKm4PT-UbmuRLkD2g0Q5mcID4tOW71KCmnD7aMOMT8bBcyvQdL42w_VagYZPxNJko7HZzRH_pAI0roftZutmpvofea-g/s4032/20221214_154447805_iOS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguYy0dLDkewRS0RtQlsagfrs5xxSDCHL_w8o7UJalhJmV8MOk0OEVFyBbdOfdimAniCwh53Ezoeb97zwYDIxfrzT0kAu_b3PeKm4PT-UbmuRLkD2g0Q5mcID4tOW71KCmnD7aMOMT8bBcyvQdL42w_VagYZPxNJko7HZzRH_pAI0roftZutmpvofea-g/s320/20221214_154447805_iOS.jpg" width="320" /></a></div></div><br />Los fragmentos de fotos históricas de material, rodante, inauguraciones y ferroviarios, se alternan con billetes y dibujos técnicos, cotas incluidas, de elementos ferroviarios como tirafondos, aguadas, raíles, estaciones, etc.</div><div><br /></div><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2taO6ijwPCCXXSdc7NHnhqZDVqCxLT2hVWwPB34813bc2-c_xhw83C3jnON9zDsJjICG7PktsbRVc9i5ajGX0k-IzgXsi0GW5-TZ31snP8jiKO9IP4LTg4NYa6JKWO8h9ueYlqtqOY3SsIEbsJ2xy-5VMUOQis7tQt207GgQJJ4jYP0VHHZYnQBvhUg/s4032/20221214_153448917_iOS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2taO6ijwPCCXXSdc7NHnhqZDVqCxLT2hVWwPB34813bc2-c_xhw83C3jnON9zDsJjICG7PktsbRVc9i5ajGX0k-IzgXsi0GW5-TZ31snP8jiKO9IP4LTg4NYa6JKWO8h9ueYlqtqOY3SsIEbsJ2xy-5VMUOQis7tQt207GgQJJ4jYP0VHHZYnQBvhUg/s320/20221214_153448917_iOS.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNsHNAxbnimV3GxxoYL3UqobyMcnSC1HL9gK2BqGcZI0FiR2NfEE4x_0-BXtK8q55JuuJSDBC_m31TMaYPDb7jbyscMwgPFPN0XMnnjDHgzprxn24DvLPM-doAwl4uFYRXV_BeZPxPhVUx-e63fiERAQ8ykabCvkILN3tWUG5RKtlABp2QZbku25HvAg/s4032/20221214_154243805_iOS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNsHNAxbnimV3GxxoYL3UqobyMcnSC1HL9gK2BqGcZI0FiR2NfEE4x_0-BXtK8q55JuuJSDBC_m31TMaYPDb7jbyscMwgPFPN0XMnnjDHgzprxn24DvLPM-doAwl4uFYRXV_BeZPxPhVUx-e63fiERAQ8ykabCvkILN3tWUG5RKtlABp2QZbku25HvAg/s320/20221214_154243805_iOS.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIXTPvsAyvK40RUtqNiMtR6HbDZJ2OYoSRBx4tmjf9rk0SQsePn5T6g-Z1JoF4g4_0PBJUBTrGC--LYGN9Fr7C1bWnezkQvyYDVq1n9d1_CMnv57dNH-LHvyW8PRRlqSoflSYucM3oHm-09gdjjBr_yTHMmwXCGKKoHEHnCzXnPSUx1adoXfC6evD3Vg/s4032/20221214_154417318_iOS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIXTPvsAyvK40RUtqNiMtR6HbDZJ2OYoSRBx4tmjf9rk0SQsePn5T6g-Z1JoF4g4_0PBJUBTrGC--LYGN9Fr7C1bWnezkQvyYDVq1n9d1_CMnv57dNH-LHvyW8PRRlqSoflSYucM3oHm-09gdjjBr_yTHMmwXCGKKoHEHnCzXnPSUx1adoXfC6evD3Vg/s320/20221214_154417318_iOS.jpg" width="320" /></a></div> </div>Si pasan por Barcelona, vale la pena acercarse hasta la estación de Sant Andreu, en la línea de cercanías R2, para contemplar este magnífico mural y, también, la muy bien resuelta arquitectura de la estación.</div><div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijlLVAwzmmoK9Jsz0IzbQRIlYdOxq6TUxKMTBr2X6UZCg92kf-b5OepHaEB82zfb8b6cB58K_sjh_5kk3waqfN6AoQTiACW0RetxNptCa1AlP7_xVxQ6UJn8GiHak7KQUT0ajj8W_HFO6J6w_mj1OfxhfrzMHFQISsyag0xpeY1A_Jkx7yWozCwfxFnQ/s4032/20221214_153206180_iOS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2268" data-original-width="4032" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijlLVAwzmmoK9Jsz0IzbQRIlYdOxq6TUxKMTBr2X6UZCg92kf-b5OepHaEB82zfb8b6cB58K_sjh_5kk3waqfN6AoQTiACW0RetxNptCa1AlP7_xVxQ6UJn8GiHak7KQUT0ajj8W_HFO6J6w_mj1OfxhfrzMHFQISsyag0xpeY1A_Jkx7yWozCwfxFnQ/s320/20221214_153206180_iOS.jpg" width="320" /></a></div></div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-32950480084466056302022-12-02T12:42:00.001+01:002022-12-16T13:17:56.566+01:00Desde la ventanilla del tren, la mirada de Olga Roig.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLqr-11l1LMzrgA4Q9phKpVD3WAGJPFGJKIpuzJoYFI2HZ3krxCWBF4tG51pjQP0ldqt0scZf1KmMB-5wqwZp-P3oP9GFLE4sNM2ZIpSQaqazH1o3rSimdT2vXP7iyzRNi8wSq1hg-Sf7RrG7xOBPbClJK40hHe7qPmSB9dAT4VRDGS6Mxnb4MCztK3g/s2048/Olga%20Roig%20(0).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLqr-11l1LMzrgA4Q9phKpVD3WAGJPFGJKIpuzJoYFI2HZ3krxCWBF4tG51pjQP0ldqt0scZf1KmMB-5wqwZp-P3oP9GFLE4sNM2ZIpSQaqazH1o3rSimdT2vXP7iyzRNi8wSq1hg-Sf7RrG7xOBPbClJK40hHe7qPmSB9dAT4VRDGS6Mxnb4MCztK3g/s320/Olga%20Roig%20(0).jpg" width="240" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div>En varias ocasiones en este blog nos hemos referido a la creatividad artística que despierta el viaje en tren junto a una de sus ventanillas. Una nueva creadora se une a esta tradición, se trata de la periodista y escritora Olga Roig Ribas, que, en su faceta de fotógrafa amateur, se ha dejado seducir por el paisaje que vemos a través de la ventanilla del tren. El deseo de captarlo y la manera como se fotografía suele tener mucho que ver con nuestro estado de ánimo, con aquello de nosotros que proyectamos sobre el paisaje y con aquello que el paisaje desencadena en nuestro interior. <br /><br />Las fotografías de la serie de Olga Roig, por la posición del sol y por el perfil de la costa que puede verse al fondo, permiten saber que se han realizado en una mañana de invierno, casi mediodia, en la línea R1 de cercanías de Barcelona y viajando en sentido norte – sur. La que abre esta entrada contiene todos los elementos de la serie: el juego del sol con la catenaria, la vía ascendente, la señalización, el mar y el perfil de la costa.<div><br /></div><div>Seguro que mucha gente ha hecho este mismo tipo de fotografías, pero ella ha sabido darles una segunda capa, una segunda lectura que contagia una sensación de universalidad a quien las mira. Nos remiten a la magia del viaje que se repite en todos y cada uno de los trayectos ferroviarios del mundo cuando nos dejamos llevar por el placer del viaje en tren por sí mismo.</div><div><br /><div>Es como si las fotos de Olga Roig estuvieran conectadas o en harmonía con una especie de nube donde convivieran las creaciones de todos los artistas plásticos que se han interesado por este tema. Por citar los más cercanos y reciente: fotógrafos como Raimon Moreno o Mercè Ribera, o pintores como Àlex Prunés, Berta Oromí o Cristina Megía; de todos ellos hemos hablado en este blog.</div></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF-ctfEBOXhX1i_cyFjScIpq575P6FMdUE9JpJ8LI0FM9pzrxo4xgf4CUSqywOIMohBD34j8GzZnju3ui7pTCF9MWX8jt1N_QSCoiuC38gft_OFdLj3SLroJCnuP5uhF2v-K6FToMfiVPKg0o--73yudpVZ_lAtTDb11GTnBnu01QMAkbkTNzOeh2W-Q/s2048/Olga%20Roig%20(1).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF-ctfEBOXhX1i_cyFjScIpq575P6FMdUE9JpJ8LI0FM9pzrxo4xgf4CUSqywOIMohBD34j8GzZnju3ui7pTCF9MWX8jt1N_QSCoiuC38gft_OFdLj3SLroJCnuP5uhF2v-K6FToMfiVPKg0o--73yudpVZ_lAtTDb11GTnBnu01QMAkbkTNzOeh2W-Q/s320/Olga%20Roig%20(1).jpg" width="240" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0p0zwKPFYE3pwfYYztcSozGWSPTCOH8kPq_onsANJ9-1Hmw6Hjg0Tek54xnp8U2nGnd6HCnK46eZHIZ4unJfxkU50SFer5DC2-LXsmwRQINZGjvafsh5SKfTK_jGsv2MZvWxutH4nS5CLj6HN3YZ-POGEgQn6NOmIjXtysikvV__sEJC26sXnpPObPA/s2048/Olga%20Roig%20(2).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0p0zwKPFYE3pwfYYztcSozGWSPTCOH8kPq_onsANJ9-1Hmw6Hjg0Tek54xnp8U2nGnd6HCnK46eZHIZ4unJfxkU50SFer5DC2-LXsmwRQINZGjvafsh5SKfTK_jGsv2MZvWxutH4nS5CLj6HN3YZ-POGEgQn6NOmIjXtysikvV__sEJC26sXnpPObPA/s320/Olga%20Roig%20(2).jpg" width="240" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiktA3MZLa4E2mazkN4Hsb8CV6HlBDhGqOp1b49Gc9lWil3sLRuCqboH6zGC5o7NzAYyFQDFTzjevqlZHTbOaHt28zX6_UQXNdqVvJV6eTPHq-EGjtz-fPovUHQJ-9RXVHbjojgslWJvRfPx8yBJV8YhhJZdAZMpM7WMm5HrEZbnSfUuKCIVGsLqVi7_g/s2048/Olga%20Roig%20(3).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiktA3MZLa4E2mazkN4Hsb8CV6HlBDhGqOp1b49Gc9lWil3sLRuCqboH6zGC5o7NzAYyFQDFTzjevqlZHTbOaHt28zX6_UQXNdqVvJV6eTPHq-EGjtz-fPovUHQJ-9RXVHbjojgslWJvRfPx8yBJV8YhhJZdAZMpM7WMm5HrEZbnSfUuKCIVGsLqVi7_g/s320/Olga%20Roig%20(3).jpg" width="240" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRl-n9vpEDYioWYdrYxV8mCFCGuFYsMPzEY_dporboo2PySV98ApqxUPTCOfF1n8ThXLlyrpNqhSsyv4-HyRjCJVLCPHKPzFzI58CtZIJPrTDsflrRCVIkuw4npW45O5pAIdcgaP_WceyF0A6XX1tSZNEr1s2bwEf1lY2bu8wmgyIDjoPlTlc-EeBSRA/s2048/Olga%20Roig%20(6).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRl-n9vpEDYioWYdrYxV8mCFCGuFYsMPzEY_dporboo2PySV98ApqxUPTCOfF1n8ThXLlyrpNqhSsyv4-HyRjCJVLCPHKPzFzI58CtZIJPrTDsflrRCVIkuw4npW45O5pAIdcgaP_WceyF0A6XX1tSZNEr1s2bwEf1lY2bu8wmgyIDjoPlTlc-EeBSRA/s320/Olga%20Roig%20(6).jpg" width="240" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyf_u3BFBB3t0Ppx7ca-lYL4Kh_mjUW6BG46y6Jdnp1Q2orRfqjOAJuQvCEO4Nmwz2rPG4R6EwrEWflaCPZ2a4pjOUvq_PSCdVNaSzh28FH2mFsnfaH_YM70tqRoy_JkJ-nE4ysj4VhzcWszq36hwX4826peiIe3E1xtT-ZfxXrcuNZ1MWzez0FCXAKA/s2048/Olga%20Roig%20(7).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyf_u3BFBB3t0Ppx7ca-lYL4Kh_mjUW6BG46y6Jdnp1Q2orRfqjOAJuQvCEO4Nmwz2rPG4R6EwrEWflaCPZ2a4pjOUvq_PSCdVNaSzh28FH2mFsnfaH_YM70tqRoy_JkJ-nE4ysj4VhzcWszq36hwX4826peiIe3E1xtT-ZfxXrcuNZ1MWzez0FCXAKA/s320/Olga%20Roig%20(7).jpg" width="240" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxQ2Jbv1aURMbrVMV_2g-sXKlSBZiLuCrIyBQYhx1yUy_LQIuQ9uDCNFYyd7pea642wlYuK0g3ouS1Kreo17GtkAY9BUPpNClocztAyfarpnrG-aahHaWnmld7LXymlegrem9o99tB2ijmsjMSKHrFpPbEahrF_MBFW-HaTn-sq50j6wciXqgMZ-XYsg/s2048/Olga%20Roig%20(9).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxQ2Jbv1aURMbrVMV_2g-sXKlSBZiLuCrIyBQYhx1yUy_LQIuQ9uDCNFYyd7pea642wlYuK0g3ouS1Kreo17GtkAY9BUPpNClocztAyfarpnrG-aahHaWnmld7LXymlegrem9o99tB2ijmsjMSKHrFpPbEahrF_MBFW-HaTn-sq50j6wciXqgMZ-XYsg/s320/Olga%20Roig%20(9).jpg" width="240" /></a></div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-92226476350073878152022-11-24T08:34:00.000+01:002022-11-24T08:34:48.908+01:00Humaredas (I)<p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2GXI9T1Y-7AWOhQEjvARyv3F62cQ_YnEaUrjd3HyLP67D8C73hjlqF7S0fieZyjuYdHnb4-ygHy0DLCfD371FOfm9_zmvnawBdmh6-oLaNLwJbRrEYZYXfDL4CxO6vHiBe9FN1GfxhtXAK1jPmtUeBEigoG4lCMIg2kRj3XjUIUIg8mVn6nDMk2gpDA/s3200/1902)%20de%20Regoyos,%20Dario%20-%20El%20paso%20del%20tren%20-%20olitela%20-%2035%20x%2055%20-%20Thyssen%20M%C3%A1laga%20.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2061" data-original-width="3200" height="206" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2GXI9T1Y-7AWOhQEjvARyv3F62cQ_YnEaUrjd3HyLP67D8C73hjlqF7S0fieZyjuYdHnb4-ygHy0DLCfD371FOfm9_zmvnawBdmh6-oLaNLwJbRrEYZYXfDL4CxO6vHiBe9FN1GfxhtXAK1jPmtUeBEigoG4lCMIg2kRj3XjUIUIg8mVn6nDMk2gpDA/s320/1902)%20de%20Regoyos,%20Dario%20-%20El%20paso%20del%20tren%20-%20olitela%20-%2035%20x%2055%20-%20Thyssen%20M%C3%A1laga%20.jpg" width="320" /></a></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Junto a su estampa imponente, si algo caracteriza a las locomotoras de vapor es el humo que expulsa su chimenea y el vapor que también sale por ella o escapa de las válvulas. Ambos, vapor y humo, invaden el espacio que rodea a la máquina, van al encuentro del viento, se mezclan con el aire, y la humedad y la temperatura de éste determina que veamos apenas un penacho de humo y unas hilachas de vapor o una inmensa humareda, negra, gris, rosácea o blanca que lo invade todo.</div><br />No es de extrañar, por lo tanto, que pintores, fotógrafos, escritores y cineastas hayan querido, no solo reproducir o recrear en sus obras el juego de matices infinitos del humo y el vapor, sino también usar su plasticidad y dramatismo para construir símbolos y metáforas.<br /><blockquote>«¡Humo, humo!», repitió unas cuantas veces. Y de pronto todo le pareció como humo, su propia vida, la vida rusa, todo lo humano y, en particular, todo lo ruso. Todo es humo y vapor, pensaba; todo parece que cambia continuamente, por doquier surgen nuevas imágenes, los fenómenos suceden a los fenómenos, pero en realidad todo es lo mismo.</blockquote>Esta comparación de la volubilidad humana con la del humo de la locomotora pertenece a la novela <i>Humo</i> (1867) del escritor ruso Ivan Turguénev. El fragmento reproducido corresponde al pensamiento del protagonista cuando, viajando en tren, reflexiona sobre un antiguo amor frustrado y el culto a las apariencias de la comunidad rusa de Baden-Baden. <br /><br />Si hablamos de pintura de tema ferroviario con buenas humaredas, seguro que la primera obra que nos viene a la cabeza es la fundacional <i>Rain Steam and Speed the Great Western Railway</i> (1844) de J.M.W. Turner, si saltamos a Francia, evocamos los juegos de humo, vapor y luz en las estaciones que pintó Claude Monet a finales del mismo siglo y, si pensamos en artistas españoles, Dario de Regoyos es el que se lleva la palma con obras como <i>El tren de las 16 horas, noviembre, San Sebastián</i> (1900) o <i>El paso del tren</i> (1902) que encabeza esta entrada. <br /><br />Pero son muchos más los pintores que han trabajado el tema, como el japonés Utagawa Kuniteru II en <i>Tren de vapor pasando por Takanazawa, Tokyo</i> (1870)... <p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJXHATsyS0kF7flr3OiWm23LCwFWXIWWSWVSM6MuwaK8scJclhLYnAWzJHCxn8ppQEz8Gbnj6t4q2Gl0vbDaTxxRd6LOG6VjTVO6JSq34gFYlOBko9uqMNX4b7z2SVoRgKjyah3S6xQykszYqtIANM4VnXTSqi_-ddeq1YPZ6d0B67864Zn6GC0bVNqg/s800/JFA100%201.JPG" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="386" data-original-width="800" height="154" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJXHATsyS0kF7flr3OiWm23LCwFWXIWWSWVSM6MuwaK8scJclhLYnAWzJHCxn8ppQEz8Gbnj6t4q2Gl0vbDaTxxRd6LOG6VjTVO6JSq34gFYlOBko9uqMNX4b7z2SVoRgKjyah3S6xQykszYqtIANM4VnXTSqi_-ddeq1YPZ6d0B67864Zn6GC0bVNqg/w320-h154/JFA100%201.JPG" title="Utagawa Kuniteru II" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Utagawa
Kuniteru II</span></td></tr></tbody></table><p></p>... o el impresionista italiano Giuseppe de Nittis que firmó su Passa il treno en 1879. <p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: center;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizvGrFxVm6dFMUKEl2NLdEAMcKsgY1O19OAYI_ViBorchEc6hAO8MiLRhENlcxSuv7NRgpyMiHDCI85bl41398Xr5xVGBy0ugoinZQuSkTrqeBntN42bat_XaussMfJ2h9GC3RU917HKEWnDABWjAyiIZhmAbeUbCrRZP6s-7Gb5fT9VymAfGX1ZsARw/s577/JFA100%202.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="577" height="177" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizvGrFxVm6dFMUKEl2NLdEAMcKsgY1O19OAYI_ViBorchEc6hAO8MiLRhENlcxSuv7NRgpyMiHDCI85bl41398Xr5xVGBy0ugoinZQuSkTrqeBntN42bat_XaussMfJ2h9GC3RU917HKEWnDABWjAyiIZhmAbeUbCrRZP6s-7Gb5fT9VymAfGX1ZsARw/w320-h177/JFA100%202.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Giuseppe
de Nittis </span></td></tr></tbody></table><p></p>Las dos obras son contemporáneas y, aunque están alejadas en el espacio y en el estilo, ambas ponen el acento en la gran estela de humo y vapor que deja el tren a su paso. El primero, que representa uno de los primeros trenes, apenas osa dar color a la columna de gases que se eleva hasta el cielo, como si temiera romper la composición habitual de los ukiyo-e, mientras que el segundo, habituado a ver trenes, se centra en el rastro que deja sobre el campo un convoy ya invisible. Pasada la época del vapor, los pintores han seguido añorando y recreando aquellos tiempos, como el valenciano Carlos Oliva en su acuarela de 2016.<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 6pt; text-align: center;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEietxbYQPKEpBBGHvUJ0vpwuI8qlGToVZp3HBkGtIWLbmHlPDIqmCoMWuqogFCYMSds2i1VhAVx0DDk5DwP7bRY9Rjl0adm1gYRLCkvQ9X4KWSMHeGAZaSclZBUU5MwsAc8hODlyi8loS5QqsFoGjYsPFrOCR9QxzvTBsANjeCYiDcGqjxgFxxPZ3bVrg/s800/JFA100%203.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="636" data-original-width="800" height="254" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEietxbYQPKEpBBGHvUJ0vpwuI8qlGToVZp3HBkGtIWLbmHlPDIqmCoMWuqogFCYMSds2i1VhAVx0DDk5DwP7bRY9Rjl0adm1gYRLCkvQ9X4KWSMHeGAZaSclZBUU5MwsAc8hODlyi8loS5QqsFoGjYsPFrOCR9QxzvTBsANjeCYiDcGqjxgFxxPZ3bVrg/s320/JFA100%203.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Carlos
Oliva</span></td></tr></tbody></table><p></p>Vayamos a la fotografía tomando dos ejemplos alejados entre sí, uno de los Estados Unidos y otro del Japón. Ogle Winston Link fue un fotógrafo norteamericano que, en los años 50 del siglo pasado, realizó un extenso trabajo sobre la substitución de la tracción vapor por la tracción diésel en la compañía Norfolk and Western Railway del estado de Virginia. Son especialmente notables sus obras nocturnas realizas con potentes fotos que daban a los escenarios y temas que fotografiaba un aspecto singular y fantasmagórico, como es el caso del paso de la carretera bajo el puente ferroviario (1955) en la que la humareda preside la composición. <table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbthZxL5pv9uVkdUMoqGLwpnPihhrqlyKOz9Hz9I0zcUC2pX2K3kQZuDOl4R4H-pkWaqhZm76alE-G8V9uL9dco0l5AiCwhmiJ9ANMsmEdYy3yUq88gRPprfXsPLOemL83lYbtyoIS0_EdusWIB60j_QK0t6s03el5rsyQhtmovFE8q3CVWhv6p_bM3A/s1024/JFA100%204.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="823" data-original-width="1024" height="177" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbthZxL5pv9uVkdUMoqGLwpnPihhrqlyKOz9Hz9I0zcUC2pX2K3kQZuDOl4R4H-pkWaqhZm76alE-G8V9uL9dco0l5AiCwhmiJ9ANMsmEdYy3yUq88gRPprfXsPLOemL83lYbtyoIS0_EdusWIB60j_QK0t6s03el5rsyQhtmovFE8q3CVWhv6p_bM3A/w220-h177/JFA100%204.jpg" width="220" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">O.
Winston Link</span></td></tr></tbody></table>Daidō Moriyama es un reconocido fotógrafo japonés que ha dedicado la mayor parte de su obra a explorar y documentar el cambio de valores en su país después de la Segunda Guerra Mundial. Sus fotografías muestran la parte oculta de las ciudades, incluidas las estaciones, los trenes y los viajeros. Sus paisajes ferroviarios y sus fotos de estaciones ponen el acento en las vías, como si le interesara más su destino que el paisaje que recorren. Sus imágenes de interiores de trenes y metros al anochecer muestran a viajeros durmiendo con cara de cansancio o con una expresión tan desesperanzada en el rostro que el espectador se pregunta si realmente quieren volver a casa. Los convoyes son tomados a contraluz, de manera que las columnas de vapor y humo son más relevantes que las locomotoras y los vagones, como ocurre en la pieza Hokkaido (c. 1975). <br /><div><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></div><div><div style="text-align: center;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYJCPI6VN6GciPW2mftUJ3vP30TczNnw53ZVyKQvuRSFC2yPbSa1J112SGtSCppGW28mdhUb8KWZSlOb3vJT0s-BB27c2eWnd6LqZHjyM3ZixEJNG_55G1UEi4mULr-hSr5soNS_sasESIb4RclajFcUceQ0HNEHuMM4gSTwskPJnAb5h7V6HYCwpfsw/s1576/JFA100%206.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1041" data-original-width="1576" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYJCPI6VN6GciPW2mftUJ3vP30TczNnw53ZVyKQvuRSFC2yPbSa1J112SGtSCppGW28mdhUb8KWZSlOb3vJT0s-BB27c2eWnd6LqZHjyM3ZixEJNG_55G1UEi4mULr-hSr5soNS_sasESIb4RclajFcUceQ0HNEHuMM4gSTwskPJnAb5h7V6HYCwpfsw/s320/JFA100%206.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Daidō
Moriyama</span></td></tr></tbody></table></div>También el cine, el cartelismo y el cómic han empleado el humo y el vapor con distintas finalidades, lo veremos en la próxima entrega.</div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-85263547229579768512022-10-16T23:10:00.006+02:002022-10-16T23:15:52.645+02:00Bullet Train (2022)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibl-8mI34xo8qTmvQo9b4fKQMnPgvg0cI836203h3dHlRL1OE9T8lUWj1QM3WxomCdl8jrLj92pXmtL63bAZs5oc8Tb1BDMxhN565O6_wyK7Y63aoWUXVpk77fjWa3ChniQSDSKk5nfZtVcFEFJmMo0OzW9Wb9ELYP9o3Clr0DJmt1McwPz7rypD9D3w/s950/16110-31079-BulletTr.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="950" data-original-width="650" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibl-8mI34xo8qTmvQo9b4fKQMnPgvg0cI836203h3dHlRL1OE9T8lUWj1QM3WxomCdl8jrLj92pXmtL63bAZs5oc8Tb1BDMxhN565O6_wyK7Y63aoWUXVpk77fjWa3ChniQSDSKk5nfZtVcFEFJmMo0OzW9Wb9ELYP9o3Clr0DJmt1McwPz7rypD9D3w/s320/16110-31079-BulletTr.jpg" width="219" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><i>Bullet Train</i>, la película dirigida por David Leitch, ha sido la más ferroviaria de este pasado verano. El guion está basado en una novela del mismo nombre del escritor japonés Kōtarō Isaka, que fue publicada en 2010 y tuvo una versión teatral en 2018. Argumento: cinco asesinos a sueldo se encuentran a bordo de un tren bala que viaja de Tokio a Morioka con unas pocas paradas intermedias. Descubren que sus misiones no son ajenas entre sí. La pregunta es quién saldrá vivo del tren y qué les espera en la estación final (Filmaffinity). <br /><br /> La crítica ha sido muy dispar, desde la que la ha considerado una buena película de diversión hasta los que la han calificado de tediosa, pasando por los que la han asimilado a la estética de Marbel y los que han resaltado sus toques tarantinianos más o menos logrados. Agotadora, divertida, desmesurada, superficial y contraria a las leyes de la física son algunos de los calificativos que pueden leerse en las críticas. <br /><br />Para el aficionado ferroviario, puede tener interés fijarse en los detalles constructivos del decorado que simula un tren bala japonés de última generación, rebuscar en las secuencias elementos técnicos del ferrocarril cuando éste empieza a despanzurrarse, mirar con ojos incrédulos a los personajes caminando por encima del convoy y llevarse las manos a la cabeza al contemplar la escena final del descarrilamiento. <br /><br />He aquí algunos fotogramas:<div><span style="text-align: center;"> </span><div><div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrBozmII55dpEcUp0_eAi4w6RqNPzhq8ovBy5kpCxo3Km0o7Jal--0C6xcdJ_TPSx0LBZWxOu7PYDDDAxBg6H3ez4y8lQ_wR5nw1IF6XfOjiUi-jZfD8Ire7T1c1N3W-yZ8WM2BnW9AGXCv6vTfoTlFMNkwnDHz_Gt7AZblbtyU1m65xtZteybt5YzVw/s1920/vlcsnap-00032.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrBozmII55dpEcUp0_eAi4w6RqNPzhq8ovBy5kpCxo3Km0o7Jal--0C6xcdJ_TPSx0LBZWxOu7PYDDDAxBg6H3ez4y8lQ_wR5nw1IF6XfOjiUi-jZfD8Ire7T1c1N3W-yZ8WM2BnW9AGXCv6vTfoTlFMNkwnDHz_Gt7AZblbtyU1m65xtZteybt5YzVw/s320/vlcsnap-00032.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjn6AS3C6rzt-PhwbYwL-9u-T1GHfemxCHgH_QUXJhVfV-eUp6Z8QGICdnclZDrho2yU0-_r0ymAOqFR2rndYAnRZBovLpVxX8Ts4nrysjKN10oj2FEht1tym_R7h3v7Q6dFKIAr5Pb_haWFereq4rtoHj_f6LA_1waxWRR55hzxwMR-HMII9w6owysSg/s1920/vlcsnap-00030.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjn6AS3C6rzt-PhwbYwL-9u-T1GHfemxCHgH_QUXJhVfV-eUp6Z8QGICdnclZDrho2yU0-_r0ymAOqFR2rndYAnRZBovLpVxX8Ts4nrysjKN10oj2FEht1tym_R7h3v7Q6dFKIAr5Pb_haWFereq4rtoHj_f6LA_1waxWRR55hzxwMR-HMII9w6owysSg/s320/vlcsnap-00030.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKFK5I_Kntd_ECPFPdwg4j9KTBXOfieruuzIbL0kdxqEBRkwnHRBRVRXT37ItIG4Rl6enZbaCK_AlOqMsRSybXTuV5Jpe2267YGh-icFt0WspOooDmBcNQNd9IWwLqGDLVTbxS1L8VtFJm1VxqlJhr59NbbF6AXRmmEcz5MxhwsS1iuam41yJXzs9vhw/s1920/vlcsnap-00029.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKFK5I_Kntd_ECPFPdwg4j9KTBXOfieruuzIbL0kdxqEBRkwnHRBRVRXT37ItIG4Rl6enZbaCK_AlOqMsRSybXTuV5Jpe2267YGh-icFt0WspOooDmBcNQNd9IWwLqGDLVTbxS1L8VtFJm1VxqlJhr59NbbF6AXRmmEcz5MxhwsS1iuam41yJXzs9vhw/s320/vlcsnap-00029.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK6RxLqtEeNrpf_Eelz2n_GxhF5e1qJPIaoI_RPfCd2FQz-_vS0n1xbcrSUtxj20P8teDJDqcoBnvwWwbO11Zbu79JJzAEBvAE-etIc1uTeg2ydxbq5EjjBHnoC8zUZOXSaP75flRP_K2G5mImwxLkxqTXcuYH4bQYg9FrnjDDq1vzff1O5Fb-_h6Zyw/s1920/vlcsnap-00002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK6RxLqtEeNrpf_Eelz2n_GxhF5e1qJPIaoI_RPfCd2FQz-_vS0n1xbcrSUtxj20P8teDJDqcoBnvwWwbO11Zbu79JJzAEBvAE-etIc1uTeg2ydxbq5EjjBHnoC8zUZOXSaP75flRP_K2G5mImwxLkxqTXcuYH4bQYg9FrnjDDq1vzff1O5Fb-_h6Zyw/s320/vlcsnap-00002.jpg" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjo3J8IkwVwxxlg5DklrxV29t4lT8p2bq2d-e457swUNeUzD1X9_m_DSNcrQkk-rP4BY6ooRr2LGP5xSYzc-iWtPjb9iVIHQ7IyfXh080dEm1E422DxPpH2xiW-yc9T6G0s-iSXBk_EAruV9ckfDeu8bPKo_ogmjRhmg00Fp6GJ53u83_yoOZ8Hxaub_A/s1920/vlcsnap-00027.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjo3J8IkwVwxxlg5DklrxV29t4lT8p2bq2d-e457swUNeUzD1X9_m_DSNcrQkk-rP4BY6ooRr2LGP5xSYzc-iWtPjb9iVIHQ7IyfXh080dEm1E422DxPpH2xiW-yc9T6G0s-iSXBk_EAruV9ckfDeu8bPKo_ogmjRhmg00Fp6GJ53u83_yoOZ8Hxaub_A/s320/vlcsnap-00027.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXG7aZnitCC-86zwG5ZSOEX95oudoMoJeM-Tbcx3956GMQ1eW7aIVUBVoQjdOdOEvsKonkWqKQn_aNfWkBdDgXi9bf90DBZfPThysj8q2zc8ItjzEJ-pFhXXFb2kPPw0KB0v8YVYeyaeJ0AWD2tscsVz8lcJFaJoB8AyFK3yJls9FrypRbbjnWUIL7zw/s1920/vlcsnap-00022.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXG7aZnitCC-86zwG5ZSOEX95oudoMoJeM-Tbcx3956GMQ1eW7aIVUBVoQjdOdOEvsKonkWqKQn_aNfWkBdDgXi9bf90DBZfPThysj8q2zc8ItjzEJ-pFhXXFb2kPPw0KB0v8YVYeyaeJ0AWD2tscsVz8lcJFaJoB8AyFK3yJls9FrypRbbjnWUIL7zw/s320/vlcsnap-00022.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGTVjYouM4C0tPQrWD3meyirpaqk2sU9p2vTkcsG4JooY0jgUYWpIHQZScXcyIf_UxPLGfqKcwBnsHwj4nz2AfTMhDrb3WSZFEIWW3fLTkf108J8qJLNJxqsolsCjsz8Ukoq0oiGQBXPtuSq1y8eNKgVoR8Zhe1eia8LW8eYmvTAUZumhXp9JcjfEAsQ/s1920/vlcsnap-00021.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGTVjYouM4C0tPQrWD3meyirpaqk2sU9p2vTkcsG4JooY0jgUYWpIHQZScXcyIf_UxPLGfqKcwBnsHwj4nz2AfTMhDrb3WSZFEIWW3fLTkf108J8qJLNJxqsolsCjsz8Ukoq0oiGQBXPtuSq1y8eNKgVoR8Zhe1eia8LW8eYmvTAUZumhXp9JcjfEAsQ/s320/vlcsnap-00021.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixneLJaSaEt-I7-gCAHW9wrRmeXfG_55qK8Ec0ED7QRL_ntFp-kzGImkXQqMqqbbX-dWQyImywdF0HIE4GSZVG_auApB4LYkqMxk43pzIXp0oE_gR36MLuT5KV1kf_zBTTtirwgvDuTXimYYyyq4zNa-r2GHyHfFFZWM302Rhk8p38WsEcgCHfpPiviQ/s1920/vlcsnap-00020.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixneLJaSaEt-I7-gCAHW9wrRmeXfG_55qK8Ec0ED7QRL_ntFp-kzGImkXQqMqqbbX-dWQyImywdF0HIE4GSZVG_auApB4LYkqMxk43pzIXp0oE_gR36MLuT5KV1kf_zBTTtirwgvDuTXimYYyyq4zNa-r2GHyHfFFZWM302Rhk8p38WsEcgCHfpPiviQ/s320/vlcsnap-00020.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_BwIi1jeWjxkOagz0JVUg6uz24tdcKNQfie5lP5XD393sBVJOld64cykw-cht4Ihb6a0BSpgJeyqUERZFOfmI4GHROeeJWNkO8xDjqkNFv3ehHCS2gzouf0far4F-RF80VGQUxR3PTD2hdYd7eCeO-iT1gvHCTbg42ihm0F0eQIzpR9JyRVtSeMBRtw/s1920/vlcsnap-00017.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_BwIi1jeWjxkOagz0JVUg6uz24tdcKNQfie5lP5XD393sBVJOld64cykw-cht4Ihb6a0BSpgJeyqUERZFOfmI4GHROeeJWNkO8xDjqkNFv3ehHCS2gzouf0far4F-RF80VGQUxR3PTD2hdYd7eCeO-iT1gvHCTbg42ihm0F0eQIzpR9JyRVtSeMBRtw/s320/vlcsnap-00017.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNgOoY7BEDfl-jipNVehlMmOBdOu5noeU88auy2La5UH7C8ZmHKmhwLajgwdrx1b2HdwGkXdISAksQPUgKnZUf1VFHc4bKONQAsR3bpQ9mJhAxB1R41PN4ufl46kjqqOtS7DcLEGY12MX8UIbul8VmUW9pExPLqezzAHDYktNQIDFPtE0K8HLtJwHBVQ/s1920/vlcsnap-00006.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNgOoY7BEDfl-jipNVehlMmOBdOu5noeU88auy2La5UH7C8ZmHKmhwLajgwdrx1b2HdwGkXdISAksQPUgKnZUf1VFHc4bKONQAsR3bpQ9mJhAxB1R41PN4ufl46kjqqOtS7DcLEGY12MX8UIbul8VmUW9pExPLqezzAHDYktNQIDFPtE0K8HLtJwHBVQ/s320/vlcsnap-00006.jpg" width="320" /></a></div></div><br />Visto todo esto, si desean ver la mejor <i>bullet train</i> que se ha hecho, revisiten <i>Shinkansen Daibakuha</i> (1975, <i>The Bullet Train</i>, <i>Pánico en el Tokio Express</i>) de Junya Sato, que sigue siedo una obra maestra.</div></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEja3cvwu6tf1Lihf_Q37-QTOK5XfTmf_XmOvYFC0UF8vrGZXiJM0LMgoOuRmwJIoA6RciO1nEgLLq9gtDwMq-P5D7GSsFtKw3qGzIiwlYl4ZNtkKrzlBgGAMQ546RwMDUPZZe1AwtbVPOVQNc7g8PED_WY2UEpiOb0fpdnCCUrmgWXITZG7B9OwaBoyNQ/s289/1975)%20Shinkansen%20daibakuha%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="289" data-original-width="200" height="289" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEja3cvwu6tf1Lihf_Q37-QTOK5XfTmf_XmOvYFC0UF8vrGZXiJM0LMgoOuRmwJIoA6RciO1nEgLLq9gtDwMq-P5D7GSsFtKw3qGzIiwlYl4ZNtkKrzlBgGAMQ546RwMDUPZZe1AwtbVPOVQNc7g8PED_WY2UEpiOb0fpdnCCUrmgWXITZG7B9OwaBoyNQ/s1600/1975)%20Shinkansen%20daibakuha%203.jpg" width="200" /></a></div><br /><div style="text-align: center;"><br /></div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-15216511011809150602022-10-06T11:26:00.001+02:002022-10-06T11:41:25.483+02:00El coche de los fumadores<p></p><div style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhi8je8PVGjkb-VIbF4T-UI3OEOjFhs_5joslGOD8HvYP-hOj7RShkz-RzFPbvdPXF6qBi2-FnZUcnbA-WUkXOZlO3b7MxguhqNQWbvoSyppnJNoIdVrLhZ6XIjCGP41dOiL0AqkK0gvLpKTpNPX9A0ZByW0Z_ZEW2aCT0Q6E_VRemndpG2boO2MHL5Gg/s3033/IMG_7683.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="3033" data-original-width="2023" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhi8je8PVGjkb-VIbF4T-UI3OEOjFhs_5joslGOD8HvYP-hOj7RShkz-RzFPbvdPXF6qBi2-FnZUcnbA-WUkXOZlO3b7MxguhqNQWbvoSyppnJNoIdVrLhZ6XIjCGP41dOiL0AqkK0gvLpKTpNPX9A0ZByW0Z_ZEW2aCT0Q6E_VRemndpG2boO2MHL5Gg/w266-h400/IMG_7683.jpg" width="266" /></a></div><br />Se ha celebrado en Barcelona la tradicional feria del libro de ocasión antiguo y moderno coincidiendo con la fiesta mayor. Se trata de una feria muy prestigiosa, la más antigua de Europa en su género.<br /><br />Un librero puso en mis manos el libro francés del año 1931 del que se reproduce la cubierta: <i>Le Wagon des Fumeurs</i>. En ella vemos a un grupo de siete hombres en un compartimento ferroviario lleno de humo de tabaco pasándoselo en grande.<p></p><p>Al leer la portadilla, queda claro de qué se trata: no es una obra de tema ferroviario sino un libro de anécdotas. Pertenece a una colección llamada <i>Joyeusetés et facéties</i> (chistes y facecias). Los distintos capítulos se dedican a gente de la corte, de la iglesia, de las ciencias, de las letra, del dinero, de la milicia, del teatro, etc.</p><p>En la portadilla hay una cita literaria con dos versos de G. de Lautrec:</p><blockquote><p>Dans le vagon des dames seules, / Nous etions quatre-vingts fumeurs.</p></blockquote><blockquote><p>(En el coche de damas solas / Éramos ochenta fumadores.) </p></blockquote>En base a estos versos, Raoul Ponchon (1848 – 1937) escribió el poema humorístico <i>Partida de caza</i> (1920) que empieza con unos cazadores ocupando con sus perros el compartimento reservado a mujeres de un tren que, ya completo, no quieren perder. Los versos en cuestión se repiten como un estribillo al final de cada estrofa.<div><br /></div><div>De los versos originales de Gabriel de Lautrec (1867 – 1938) sólo se sabe que los recitó en el <i>Chat Noire</i> de París parodiando una inspiración repentina, pero no pasaron de ahí.</div><div><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW1naNaUeCpcx5ruysULT6MTg76YEo-8uWrea8rVncrw20uORdqQz1aZqxU8sSOH2Hc_PVezjs5TvMeKf2giPjL4FpFaUvJNpXTA0757wuA05eTf_CRZzTtCHcTyhq3tZKyUSkoiPMkvOVj2O6GP1-rps7ZNB882VFlrZXKz5a0GgeZeRR0BCkzvbAtw/s431/330px-Gabriel_de_Lautrec_by_Cazals.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="431" data-original-width="330" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW1naNaUeCpcx5ruysULT6MTg76YEo-8uWrea8rVncrw20uORdqQz1aZqxU8sSOH2Hc_PVezjs5TvMeKf2giPjL4FpFaUvJNpXTA0757wuA05eTf_CRZzTtCHcTyhq3tZKyUSkoiPMkvOVj2O6GP1-rps7ZNB882VFlrZXKz5a0GgeZeRR0BCkzvbAtw/w153-h200/330px-Gabriel_de_Lautrec_by_Cazals.jpg" width="153" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gabriel de Lautrec (Cazals)</td></tr></tbody></table>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-20536887492199045102022-09-16T09:44:00.000+02:002022-09-16T09:44:59.843+02:00Viñetas satíricas (epílogo): las maquetas según Raül Valls<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhobv9TVNCGzLpFGVL2SlovPN57D5SXRHNZAZfRECaWKnyO0cXZPS0IYddH1vb68xMuPI0ArRa8xAvN7QwsKZhg5V0pM-OLa2SFkGGcXx8Lm-obeCHyjx2le0_n4-qeiXqpVNwpb4-q2EhKBU2UeoGrUaUNyVz6gsoRANzXH3A7D717glHcZXljV4d-Rg/s990/Dia%20del%20ferroviari.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="569" data-original-width="990" height="184" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhobv9TVNCGzLpFGVL2SlovPN57D5SXRHNZAZfRECaWKnyO0cXZPS0IYddH1vb68xMuPI0ArRa8xAvN7QwsKZhg5V0pM-OLa2SFkGGcXx8Lm-obeCHyjx2le0_n4-qeiXqpVNwpb4-q2EhKBU2UeoGrUaUNyVz6gsoRANzXH3A7D717glHcZXljV4d-Rg/s320/Dia%20del%20ferroviari.jpg" width="320" /></a></div><p>En las entregas anteriores, vimos como los aficionados a las maquetas ferroviarias siempre suelen ser representados por los dibujantes como niños grandes, tan obsesionados por su afición, que ignoran al resto de su entorno e incluso descuidan su vida amorosa.</p><p>Los que se dedican a las maquetas tienen un visión un poco distinta de ellos mismos. Es el caso de Raül Valls que suele terminar con una viñeta gráfica las editoriales de la revista <i><a href="https://www.mastren.com/index.php" target="_blank">Más Tren</a></i>, de la cual es editor y director.</p><p>Sus viñetas desprenden una atmósfera de satisfacción, de capacidad de aprovechar el tiempo y de tener intereses que te mantienen vivo. He aquí una muestra:</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7BsCU2pyOR9PIpuiPOW-WTKQ7Z6H9twJx0Y914b8D3alksQY0_KRjQrLrcZdQU3zJCME_ru9L8djT2owdmZS8uhzEjO4F7L1jFUsy-TbxDe_pBEBAWrcL_D-xtbpkqHH9lkHbqgXyt7hDhw2gYnaSpc5BqpTXjrsRTwCrLb_gvLEVUKzxMfdQmblCig/s1003/Desconectar.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="595" data-original-width="1003" height="190" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7BsCU2pyOR9PIpuiPOW-WTKQ7Z6H9twJx0Y914b8D3alksQY0_KRjQrLrcZdQU3zJCME_ru9L8djT2owdmZS8uhzEjO4F7L1jFUsy-TbxDe_pBEBAWrcL_D-xtbpkqHH9lkHbqgXyt7hDhw2gYnaSpc5BqpTXjrsRTwCrLb_gvLEVUKzxMfdQmblCig/s320/Desconectar.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRJVVFA90aFfnkprxYNNz7GH4GUU5JfMK8q_L21dIfbvLlKJ-WJcHHuKZcARPpjDdZbMIMy0jME8oO4l5_FJUc0CZ3g9WKa74CFM8ENKP70IgZ9c4_hSqEjDYoMgHatdJjqHUGsZHeo84_MRl3DwgRlLDFlNBATzA8ko3Mr3ePmY9L6nPI0Ld6ylmEdw/s1059/Els%20ignorants.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="556" data-original-width="1059" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRJVVFA90aFfnkprxYNNz7GH4GUU5JfMK8q_L21dIfbvLlKJ-WJcHHuKZcARPpjDdZbMIMy0jME8oO4l5_FJUc0CZ3g9WKa74CFM8ENKP70IgZ9c4_hSqEjDYoMgHatdJjqHUGsZHeo84_MRl3DwgRlLDFlNBATzA8ko3Mr3ePmY9L6nPI0Ld6ylmEdw/s320/Els%20ignorants.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPwNY8OOpMw2aAsxBs8cj-qGufWyzqbRlNObJwZhfHAUP6tlVRRnqnYqrOUHwv-FfUJV3QzYjP7C5DrzvAoYTmiscQLu1jkyl3wyuW0f4_SaKkEm0WFaKCR3rv1i70Zlj3ja9fFNsbVuLx5oO3xibG7P8TyjIueo7jbAXjg1EQBBLSQQxy7AlZQtmn-g/s1027/Exc%C3%A9s%20nociu.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="574" data-original-width="1027" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPwNY8OOpMw2aAsxBs8cj-qGufWyzqbRlNObJwZhfHAUP6tlVRRnqnYqrOUHwv-FfUJV3QzYjP7C5DrzvAoYTmiscQLu1jkyl3wyuW0f4_SaKkEm0WFaKCR3rv1i70Zlj3ja9fFNsbVuLx5oO3xibG7P8TyjIueo7jbAXjg1EQBBLSQQxy7AlZQtmn-g/s320/Exc%C3%A9s%20nociu.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjn9VTiXSD7PbwGur6a6JxR0e-5XlIcYciPerU_CQv7Sw4BQAVymuGa5Q0UJ2VL4YBmzjzMYL6I2ojDoBvtrQDs5Jgx8yarRP0j1mpO96KnoQM-rY5w6gaMJ_Y9oeq0t7wpwTLFxp5jvxi9c-DNwzMuDhVuONc3V98oAxyc5Wzx3wdnl7_eJbtDSPL_DA/s790/La%20mania%20d'aprofitar-ho%20tot.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="421" data-original-width="790" height="171" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjn9VTiXSD7PbwGur6a6JxR0e-5XlIcYciPerU_CQv7Sw4BQAVymuGa5Q0UJ2VL4YBmzjzMYL6I2ojDoBvtrQDs5Jgx8yarRP0j1mpO96KnoQM-rY5w6gaMJ_Y9oeq0t7wpwTLFxp5jvxi9c-DNwzMuDhVuONc3V98oAxyc5Wzx3wdnl7_eJbtDSPL_DA/s320/La%20mania%20d'aprofitar-ho%20tot.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ4pf-2bL3hzngCry7sOkaj6eGNzCe_j5zlOk7um6DhyNrIdqRZcmZ0gzi123sgZO9vVQEer46Oa3-4Mla1MxvAgZGw7_KDsQISWIuZEDCk0lnnv3TWbsfWKcquBqfsZOQng9Gb2sHySusWzW4gyVJFfQMut57Tfn7dtw5Cfml1sLCvf5T2e-c-lhSdw/s742/Li%20falta%20un%20rebl%C3%B3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="384" data-original-width="742" height="166" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ4pf-2bL3hzngCry7sOkaj6eGNzCe_j5zlOk7um6DhyNrIdqRZcmZ0gzi123sgZO9vVQEer46Oa3-4Mla1MxvAgZGw7_KDsQISWIuZEDCk0lnnv3TWbsfWKcquBqfsZOQng9Gb2sHySusWzW4gyVJFfQMut57Tfn7dtw5Cfml1sLCvf5T2e-c-lhSdw/s320/Li%20falta%20un%20rebl%C3%B3.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsbmyL4jaP1S7tPuf_xD8oBGqKVCLNnjTUoiv0uLyM61poYM9Fc6Z_813jaqMvVT5Yh3K4V0FcaLlHXJgJht-y952Ok_UuAzIdM1HekExPvxoAkumlfVNR0ZHPEoZLJC2FQdh5gmoxHva5vktLdtwMlXdWK85B3I8OWWJRkBHUyT6UU_H7tGSRdN9j1A/s784/Made%20in%20China.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="424" data-original-width="784" height="173" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsbmyL4jaP1S7tPuf_xD8oBGqKVCLNnjTUoiv0uLyM61poYM9Fc6Z_813jaqMvVT5Yh3K4V0FcaLlHXJgJht-y952Ok_UuAzIdM1HekExPvxoAkumlfVNR0ZHPEoZLJC2FQdh5gmoxHva5vktLdtwMlXdWK85B3I8OWWJRkBHUyT6UU_H7tGSRdN9j1A/s320/Made%20in%20China.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKHmnWFZI1taUZhfyRST6kZ6dMpvhGb7d-ZiV3o6G9guLMcHLXwdFU28N1ueP_mATC2yidfcniCGsV2DM27Z0MiHL2bf9-AIkqsyqyXQDDAOtY6rOaF7QMb_YA6xKKDtdti6QXXJcN1IaC6ion-iBI1_xE67PC5aziZ7X9G5C4aogvCXa5QnChR7N8pw/s792/Maqueta%20sobrecarregada.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="430" data-original-width="792" height="174" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKHmnWFZI1taUZhfyRST6kZ6dMpvhGb7d-ZiV3o6G9guLMcHLXwdFU28N1ueP_mATC2yidfcniCGsV2DM27Z0MiHL2bf9-AIkqsyqyXQDDAOtY6rOaF7QMb_YA6xKKDtdti6QXXJcN1IaC6ion-iBI1_xE67PC5aziZ7X9G5C4aogvCXa5QnChR7N8pw/s320/Maqueta%20sobrecarregada.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl662QkZ5YPtCiuCOT-c_S7C0MapS25l2uVkixe-dsIhTpiY1ARfQMOhF41HoU1Z_1nu-xZA1cKp7NQa4aY_c8I8gA6jxex709C-LLYuBnR8SS16I91VmoagsEr7L3J4mNsIXzkuXQNCf7fYbPTFbYsldPyJa0DU_dRqruYekHkJgWoDHukGKRFO_qLQ/s766/Maquetes%20que%20mai%20s'acaben.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="440" data-original-width="766" height="184" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl662QkZ5YPtCiuCOT-c_S7C0MapS25l2uVkixe-dsIhTpiY1ARfQMOhF41HoU1Z_1nu-xZA1cKp7NQa4aY_c8I8gA6jxex709C-LLYuBnR8SS16I91VmoagsEr7L3J4mNsIXzkuXQNCf7fYbPTFbYsldPyJa0DU_dRqruYekHkJgWoDHukGKRFO_qLQ/s320/Maquetes%20que%20mai%20s'acaben.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihsjxld9H-_Y9_4OT2euy5o2rWVYuu3aN7aSlgoH573e8P5thFTo44FtlB26yYngzr895_ispgoBoOytPsXfKXtdxPHQ1R2CXgMxVlDbDcAWgLNNBlA2-Clu1rEZkG7UQztJD5V3Kq0VUjhyJ-9OBkvh1wXVPXDJL6ofROE8P7O_8kKUoB8qoNa-gHUg/s952/Maquetisme%20i%20comer%C3%A7.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="574" data-original-width="952" height="193" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihsjxld9H-_Y9_4OT2euy5o2rWVYuu3aN7aSlgoH573e8P5thFTo44FtlB26yYngzr895_ispgoBoOytPsXfKXtdxPHQ1R2CXgMxVlDbDcAWgLNNBlA2-Clu1rEZkG7UQztJD5V3Kq0VUjhyJ-9OBkvh1wXVPXDJL6ofROE8P7O_8kKUoB8qoNa-gHUg/s320/Maquetisme%20i%20comer%C3%A7.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd9Y8Igf7fPsLQj_6sHik61lI2uDPOwLPe043TWqRjEQxBMjkKv-7yGbeXvFdhuJ-HhR3nM50RwTDODYL5dLjosU26j1aS2aUIZkSILjcLSWe2rVlvvBx0LZ4s10Wuc_8N80u3mTlxVdoA2W3bU3-RO7griDgDEaqUvVKjugBnLPkJMrEdTBJEOL6gBw/s1029/Viatjar%20amb%20el%20tren.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="535" data-original-width="1029" height="166" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd9Y8Igf7fPsLQj_6sHik61lI2uDPOwLPe043TWqRjEQxBMjkKv-7yGbeXvFdhuJ-HhR3nM50RwTDODYL5dLjosU26j1aS2aUIZkSILjcLSWe2rVlvvBx0LZ4s10Wuc_8N80u3mTlxVdoA2W3bU3-RO7griDgDEaqUvVKjugBnLPkJMrEdTBJEOL6gBw/s320/Viatjar%20amb%20el%20tren.jpg" width="320" /></a></div><p>También expresan sus viñetas un amor infinito por los trenes.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK3aHPjedIaQA4-APhaJE-wKMu8kjyyOlb7G42Clb90RLYEUC88WzAnwBeYIwhkC1QW8mZvg8LBTw959W1XPN6gPvatlb0iWTBzJmCkmesJtaTI2pRk-iEYgUo2Mlnulw_prXdrv-jjqDRqQrmJ57bCSJzhSuaoEPRSGCju9_fLodUjW3rU203TYOTHQ/s682/Ave%20malalt.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="429" data-original-width="682" height="201" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK3aHPjedIaQA4-APhaJE-wKMu8kjyyOlb7G42Clb90RLYEUC88WzAnwBeYIwhkC1QW8mZvg8LBTw959W1XPN6gPvatlb0iWTBzJmCkmesJtaTI2pRk-iEYgUo2Mlnulw_prXdrv-jjqDRqQrmJ57bCSJzhSuaoEPRSGCju9_fLodUjW3rU203TYOTHQ/s320/Ave%20malalt.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHrXTk8B7k8dn-VZadjS-iOexbEktQiO2-XHeom74akVcAsIHYyfMOE3zbTEEpDM9CNtxBKvF4qmk7GA8ESEpSjYQFE3IsgtijzQ_kod_BA7V9EH5FsRrPM5aBkUoSEjLUVqMaoztVzTK9ED5CH78vPnt-PtG_FwJ6zOYqR8BQZa_A5QdH_9PpO7syHA/s1023/Els%20simuladors%20per%20a%20PC.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="582" data-original-width="1023" height="182" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHrXTk8B7k8dn-VZadjS-iOexbEktQiO2-XHeom74akVcAsIHYyfMOE3zbTEEpDM9CNtxBKvF4qmk7GA8ESEpSjYQFE3IsgtijzQ_kod_BA7V9EH5FsRrPM5aBkUoSEjLUVqMaoztVzTK9ED5CH78vPnt-PtG_FwJ6zOYqR8BQZa_A5QdH_9PpO7syHA/s320/Els%20simuladors%20per%20a%20PC.jpg" width="320" /></a></div><p>Aunque tiene la honradez de reconocer que la imagen que se tiene de los maquetistas desde fuera, a veces, coincide un poco con la realidad.</p><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5zYrU0t6FoSPTTnA4cRF5nkRmAIOb-Cb3FlkYVFnEUm6-ziteWcRsGc-8BTmc3Paaoog2-DnL2Fp7zm27ZjW-XMKjSr7_h-z8beDCJc_-2ALLBI7HbGevd41mu-CoecHtCuRmqOyHNzg2POZ2jB52vMHSG-WjH63CioVm0hG9HIvd4Xlb6mXDutmSug/s807/Mi%20padre%20es%20como%20un%20ni%C3%B1o.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="457" data-original-width="807" height="181" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5zYrU0t6FoSPTTnA4cRF5nkRmAIOb-Cb3FlkYVFnEUm6-ziteWcRsGc-8BTmc3Paaoog2-DnL2Fp7zm27ZjW-XMKjSr7_h-z8beDCJc_-2ALLBI7HbGevd41mu-CoecHtCuRmqOyHNzg2POZ2jB52vMHSG-WjH63CioVm0hG9HIvd4Xlb6mXDutmSug/s320/Mi%20padre%20es%20como%20un%20ni%C3%B1o.jpg" width="320" /></a></div></div>Raül Valls i Oliva (Barcelona 1958) estudió en la escuela Massana de Barcelona y es diseñador gráfico, ilustrador y creativo publicitario. <br />Ha colaborado como dibujante humorístico de viñeta diaria con el <i>Diario de Andorra</i> y con el <i>Periódico de Andorra</i>. Ha colaborado con el salón del Cómic de La Massana (Andorra), ha realizado diversas exposiciones, ha ganado el premio Carlemany de historieta gráfica del Principado de Andorra y ha publicado seis libros de humor gráfico. <br />Desde 2004, edita la revista española MÁS TREN, especializada en modelismo ferroviario y cultura del tren. Organiza cada año, desde 2010 el salón, Lleida Expo Tren.Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-26106455797760581352022-09-11T18:15:00.002+02:002022-09-12T15:44:07.164+02:00En la muerte de Javier Marías, un homenaje ferroviario<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmFeueoK7wHq2J4QWioOGa6Ad5kEv9LOkLXyoTAquCSv5E15wDFMajPlq7zSxQxdVDnNmtSAOzm237d_rsK0Pg54D5SmtRuN2hGDCNYUYG9X9SbsEvvzGJEfccsNBegqMBQ_vCBu4XCgoiZLgQTkTAAEtxKdRo68sOIyT0tylQWRO3CkcT7rPBjDV2HQ/s736/MF76QPZ4O5GLDNL2RTKVZT5LNM.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="552" data-original-width="736" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmFeueoK7wHq2J4QWioOGa6Ad5kEv9LOkLXyoTAquCSv5E15wDFMajPlq7zSxQxdVDnNmtSAOzm237d_rsK0Pg54D5SmtRuN2hGDCNYUYG9X9SbsEvvzGJEfccsNBegqMBQ_vCBu4XCgoiZLgQTkTAAEtxKdRo68sOIyT0tylQWRO3CkcT7rPBjDV2HQ/s320/MF76QPZ4O5GLDNL2RTKVZT5LNM.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div>Ha muerto el escritor español Javier Marías. Ha sido un gran innovador de la narrativa en lengua española y sus obras han alcanzado unas cotas de calidad difíciles de repetir. </div><div><br /></div><div>Fue lector de español en la universidad de Oxford y esta estancia propició la novela con un fragmento ferroviario que hoy recordamos a modo de homenaje. En los primeros compases de <i>Todas las almas</i> (1989), ambientada en la citada ciudad universitaria, hay una memorable escena en el andén de la estación de Didcot, donde el protagonista espera su enlace para Oxford. La iluminación nocturna de la estación conforma la atmósfera.<div><blockquote>En Inglaterra los desconocidos no suelen hablarse, ni siquiera en los trenes ni durante las largas esperas, y el silencio nocturno de la estación de Didcot es uno de los más extensos que yo he conocido. </blockquote><p></p><blockquote>[...] </blockquote><p></p><blockquote>Unas pocas luces, separadas por decenas de metros para así evitar el despilfarro, alumbran temerosamente estos andenes aun no barridos que semejan el suelo dejado atrás por una fiesta callejera y pobre. Apenas si se distinguen los breves tramos de piedra y riel que cada una ilumina con parpadeos, y una de ellas ilumina también mi rostro que surge de un abrigo azul marino con el cuello subido y unos zapatos y tobillos de mujer cuya dueña queda en sombra.</blockquote><p style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRC7dtSMWzdYoL2s-wWx3lNcKA-UWQy2B4dbZkcT1AldhGjorFjy9ueAo27AuwTZhFp8-RO2Ww1qzTOKxPJTAUnf3oXkmp1yZPdzpnO26hGakxVlvf-bDrZYD1vh1Eot8Th6bmEnGyQNqUnKZ0rjYgwdWI92bfkq2vf9yRezgn9Iqruc-8xQwti-KNTA/s2244/shopping.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2244" data-original-width="1476" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRC7dtSMWzdYoL2s-wWx3lNcKA-UWQy2B4dbZkcT1AldhGjorFjy9ueAo27AuwTZhFp8-RO2Ww1qzTOKxPJTAUnf3oXkmp1yZPdzpnO26hGakxVlvf-bDrZYD1vh1Eot8Th6bmEnGyQNqUnKZ0rjYgwdWI92bfkq2vf9yRezgn9Iqruc-8xQwti-KNTA/s320/shopping.webp" width="210" /></a> </div><p></p></div></div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3543559939501900678.post-13804549969939582642022-09-01T08:29:00.002+02:002022-09-07T22:56:52.359+02:00Viñetas satíricas 5/5: Los pícaros pasajeros (y 2)<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9ejn-TIgiXKXC2itwL07ta8yLC65hcGFdAeof-Fn3fvAOVi4qPhBQ5dGMF5qvWmiwC-CooUl7NpE_6ShUvpVkblalXjUQslrh0JChAkHaV55tXCnMvpbuYC_Wfr7Ka0nRboeHUMIr1WOBDdtgAWbsvkLBh0gfsIGUHhzxWSeFI7zpjlKzYFJMFk2hhA/s427/Girar%20full.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="382" data-original-width="427" height="286" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9ejn-TIgiXKXC2itwL07ta8yLC65hcGFdAeof-Fn3fvAOVi4qPhBQ5dGMF5qvWmiwC-CooUl7NpE_6ShUvpVkblalXjUQslrh0JChAkHaV55tXCnMvpbuYC_Wfr7Ka0nRboeHUMIr1WOBDdtgAWbsvkLBh0gfsIGUHhzxWSeFI7zpjlKzYFJMFk2hhA/s320/Girar%20full.jpg" width="320" /></a><br /></p><div style="text-align: left;">Las preguntas inverosímiles, las deducciones ilógicas y las confusiones inexplicables de los viajeros son buen material para el humor. Ante las conductas incívicas, la sátira de los dibujantes aumenta de tono.</div> <br /><b>¿Candidez o pocas luces?</b><br /><br /><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiedoD1gEO0zYERBn6xL9tqB2PoDrWUeCxTvGsNodFq8chMMIqEYB2aZ8ZbzeVsZKohYGstv0jryEpDWP6U_j2uta5mPiWqvQyxJSNAk_WfMra-S-UagTTL9QB1kttG6BhZAvFcf8MQ_GsynuMtWGEaTq1GlO5I3P0Q4Rj-dvyndqOoze5lSNwjuKnCQ/s371/Captura%20de%20pantalla%202022-06-12%20171320.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="287" data-original-width="371" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiedoD1gEO0zYERBn6xL9tqB2PoDrWUeCxTvGsNodFq8chMMIqEYB2aZ8ZbzeVsZKohYGstv0jryEpDWP6U_j2uta5mPiWqvQyxJSNAk_WfMra-S-UagTTL9QB1kttG6BhZAvFcf8MQ_GsynuMtWGEaTq1GlO5I3P0Q4Rj-dvyndqOoze5lSNwjuKnCQ/s320/Captura%20de%20pantalla%202022-06-12%20171320.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: left;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt;">–</span>¿Y cómo se las arreglan en la oscuridad para encontrar el camino con esa luz tan pequeña?<br />(De <i>Railway Gazette)</i></div><div style="text-align: left;"><i><br /></i></div><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1xOGOhTFsF3x72gN7LY5fZ-1PEUgeqyZuQQyxFtsI8EeVvZiYFvvfvq5Gve7LlMtimzxxiDY-Hl7ImpkWlRxpvqQpKRnoVENs6YmZyUNnP5DAzPb0JO2NlTksdFnDA3c_RJXeB18W3hb3gQ3M2RoL40X7mTeWgFRrWtOpFQodgN-7Il7ZBN9P1RstYg/s1116/06-1942%20copie%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1116" data-original-width="804" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1xOGOhTFsF3x72gN7LY5fZ-1PEUgeqyZuQQyxFtsI8EeVvZiYFvvfvq5Gve7LlMtimzxxiDY-Hl7ImpkWlRxpvqQpKRnoVENs6YmZyUNnP5DAzPb0JO2NlTksdFnDA3c_RJXeB18W3hb3gQ3M2RoL40X7mTeWgFRrWtOpFQodgN-7Il7ZBN9P1RstYg/s320/06-1942%20copie%202.jpg" width="231" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Un hombre economizador</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt;">–</span>Un billete para Verneuil.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt;">–</span>¿Cuál, Verneuil-l'Etang o Verneuil-sur-Siene?</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt;">–</span>El más barato.</div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXrMA3KhV18C9koNeT7vi3E29j9GiUVT0ycXag8I23UYGHvZSjI_sbUCTW0KRKFB6yBVs3APMDy6MC8HqpWdI3Jy9h2JHRs2HqOWM26Qn6pXmQF9A_NCvMR-ikUGbEla7sydh0nJSEatiQ8ml2NLKeeEZcTV6JccLILX-o4GIDaGagvTDWb3hRm5XJUQ/s329/HISTORIA-386--07.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="329" data-original-width="250" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXrMA3KhV18C9koNeT7vi3E29j9GiUVT0ycXag8I23UYGHvZSjI_sbUCTW0KRKFB6yBVs3APMDy6MC8HqpWdI3Jy9h2JHRs2HqOWM26Qn6pXmQF9A_NCvMR-ikUGbEla7sydh0nJSEatiQ8ml2NLKeeEZcTV6JccLILX-o4GIDaGagvTDWb3hRm5XJUQ/s320/HISTORIA-386--07.jpg" width="243" /></a></div>-La verdad, Nicolasa, que no concibo cómo hay gente que tiene el gusto de viajar en el mixto cuando se va tan cómodamente en el exprés.<div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB_O6SC5OE7xUNEZJ2dsfl4s3Ml9LOu5G7tfWWg-IP-GcBe-TsahsTmLqOvcw2LX2lSvg3xHV7uuUoUmt_kC9Mf8dgGXj5isKE5WxBveWl4J-BuqI0L5jxp_ow1l4EjpykwWdnIwUlL_yK1-BbV2ONB6JKWPkNr9bWCh6YJzPga10MfPQzSOQQW2tZCw/s399/Imperial%20-%20L'Esquella%20de%20la%20Torratxa%201911%20Almanac.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="399" data-original-width="331" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB_O6SC5OE7xUNEZJ2dsfl4s3Ml9LOu5G7tfWWg-IP-GcBe-TsahsTmLqOvcw2LX2lSvg3xHV7uuUoUmt_kC9Mf8dgGXj5isKE5WxBveWl4J-BuqI0L5jxp_ow1l4EjpykwWdnIwUlL_yK1-BbV2ONB6JKWPkNr9bWCh6YJzPga10MfPQzSOQQW2tZCw/s320/Imperial%20-%20L'Esquella%20de%20la%20Torratxa%201911%20Almanac.jpg" width="265" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt;">–</span>Está lleno, tendrá que subir al imperial.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt;">–</span>¿El imperial también va a Gracia?</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGSgXjo2nq8bgmUJ7tSkIh4DiPxLvgBOQzSkwz19Q5d-tn4WwRPvJYlp917c02FysnVumT_X_UI2U57BFn6aUVVFk5MDUQ6euPo9eAMpFx3PqvQ_eRWZBkjZ-RQyZiCNbqaKCMh9iMMOxoTbxNewAF0eZ853wrgtJ2oOhJgIUJK4QnDg_AM3GRCMNS_w/s712/L'Esquella%20de%20la%20Torratxa%201908%20Almanac%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="328" data-original-width="712" height="147" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGSgXjo2nq8bgmUJ7tSkIh4DiPxLvgBOQzSkwz19Q5d-tn4WwRPvJYlp917c02FysnVumT_X_UI2U57BFn6aUVVFk5MDUQ6euPo9eAMpFx3PqvQ_eRWZBkjZ-RQyZiCNbqaKCMh9iMMOxoTbxNewAF0eZ853wrgtJ2oOhJgIUJK4QnDg_AM3GRCMNS_w/s320/L'Esquella%20de%20la%20Torratxa%201908%20Almanac%201.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face="Calibri, sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 107%;">–</span>Eh, eh, eh. Paren, paren. ¿No ven que se me ha caido el abanico?</div><div>(En <i>L'Esquella de la Torratxa</i>, almanaque 1908)</div><div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji18lCdsGn4Ftjn7KpD5u_comc3HhoG8cpG9VH_8gtYHvnA2aEAEwvfDrnyLgiOWUfpu2bDn4q-hL9ody8aurqUMrUqcCtcnGFi7ax_Rwxi0GSqbw482-IWYa5Ob2vKwVY02B_0BQeUpixn2TB7B738favJXg-FGRaRsBmkAAyeK0ExWnAZ5xkY6Spwg/s646/Punch%20-%20%20Confusi%C3%B3%20cervesera.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="534" data-original-width="646" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji18lCdsGn4Ftjn7KpD5u_comc3HhoG8cpG9VH_8gtYHvnA2aEAEwvfDrnyLgiOWUfpu2bDn4q-hL9ody8aurqUMrUqcCtcnGFi7ax_Rwxi0GSqbw482-IWYa5Ob2vKwVY02B_0BQeUpixn2TB7B738favJXg-FGRaRsBmkAAyeK0ExWnAZ5xkY6Spwg/s320/Punch%20-%20%20Confusi%C3%B3%20cervesera.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Las cosas no son lo que parece. El hombre que entra en la casilla de los cambios de aguja y le pide al guardaagujas que le ponga una cerveza.</div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV6o366O00k3985EDXEWCvRCTQloFffGqhN8VJM2bn-T7T2AjSQVPWG451jbwSqhDTHSkuQDErpVxlWBOG3UYmRqs3ORf6OmP254RP6-hMEpVgzc2-OPXCzOg2EcMWghuCup1ouJXUSZia-ZJO6xaMI9q78dHUJy9xeSV44Z6-46GmG_XPiC_byIgFoQ/s823/Punch%20-%20Bitllet%20de%20metro.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="823" data-original-width="531" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV6o366O00k3985EDXEWCvRCTQloFffGqhN8VJM2bn-T7T2AjSQVPWG451jbwSqhDTHSkuQDErpVxlWBOG3UYmRqs3ORf6OmP254RP6-hMEpVgzc2-OPXCzOg2EcMWghuCup1ouJXUSZia-ZJO6xaMI9q78dHUJy9xeSV44Z6-46GmG_XPiC_byIgFoQ/s320/Punch%20-%20Bitllet%20de%20metro.jpg" width="206" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">En el metro</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt;">–</span>¡Oiga, jefe! No hay ningún nombre de estación en este billete.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt;">–</span>Todos los billetes son iguales</div><span face=""Calibri",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">–</span>Entonces ¿Cómo sabré a qué estación voy?<br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><b>El incivismo </b><br /><br />Las viñetas que lo tratan siempre hacen quedar mal al incívico, al contrario de lo que suele ocurrir, por ejemplo, con el pícaro que intenta viajar sin billete.</div><div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2vb-j-tXSLgujq96w4icrxWZmPGxhbtgbt1kek2our39mwPWG6UkPzQIS80YjqzjG7cRJCr2mYYHzIaceDXp_ObCE1pvebnaeXkure_pxWMIpCF_MpGe84VjUcFVJOPpfMg45pQDMURCykV2aHH-N5bYN6JZ1h8KdDWF7FyUplrcySNo7nLI915h6Zw/s363/animal-kingdom-dog_lover-pet-pet_owner-dog_owner-dog-99909417_low.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="363" data-original-width="363" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2vb-j-tXSLgujq96w4icrxWZmPGxhbtgbt1kek2our39mwPWG6UkPzQIS80YjqzjG7cRJCr2mYYHzIaceDXp_ObCE1pvebnaeXkure_pxWMIpCF_MpGe84VjUcFVJOPpfMg45pQDMURCykV2aHH-N5bYN6JZ1h8KdDWF7FyUplrcySNo7nLI915h6Zw/s320/animal-kingdom-dog_lover-pet-pet_owner-dog_owner-dog-99909417_low.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><i>La vieja dam</i>a. <span face=""Calibri",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">–</span>Mary, querida, ¿te importaría cambiar el asiento con el pobre Pluff? Le gusta sentir el aire en la cara.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">[De <i>Punch</i>]</div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDQjCXthYce1G6Tq9lz1AuUOhPlIwcgo8-XOJOWCPwd6NFsoqk4Exozrr9nE4ANnXe868aEDExERccU4L_QbhdQivUeDB9qAaRygxZxBLVDCNgSGgBHb3VObiiPISZXA3Pum5pl4Cf3gBsasmUsC5vcir4nQ9U4m6ek9_NiQh-0KgT5j8JpVR4Yg4YAg/s615/Cu-cut%201902%20Escupir%20a%20terra%20(2).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="485" data-original-width="615" height="252" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDQjCXthYce1G6Tq9lz1AuUOhPlIwcgo8-XOJOWCPwd6NFsoqk4Exozrr9nE4ANnXe868aEDExERccU4L_QbhdQivUeDB9qAaRygxZxBLVDCNgSGgBHb3VObiiPISZXA3Pum5pl4Cf3gBsasmUsC5vcir4nQ9U4m6ek9_NiQh-0KgT5j8JpVR4Yg4YAg/s320/Cu-cut%201902%20Escupir%20a%20terra%20(2).jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">No escupais en el suelo. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Diversas maneras prácticas de cumplir los consejos de la alcaldía.</div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji_0zHSGWaamAnNRAfy8fubeWBCwnBoLVFZZZpu9cSNWaurKCGJiOKsKKJS-GpasLxa37kVa77IhJGgjnaSRXvJJL5Z3Uc9W1yUi7ZI53D1BXlDK5yJn5K4qKfqZHUMhTG3GvVpq40tVRIuTENEsuJoIp9e8B2aWu2GtzMMy0bss4zDTmPAyEBt9X7-w/s2203/En%20Patufet%201917.02.17.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2203" data-original-width="2158" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji_0zHSGWaamAnNRAfy8fubeWBCwnBoLVFZZZpu9cSNWaurKCGJiOKsKKJS-GpasLxa37kVa77IhJGgjnaSRXvJJL5Z3Uc9W1yUi7ZI53D1BXlDK5yJn5K4qKfqZHUMhTG3GvVpq40tVRIuTENEsuJoIp9e8B2aWu2GtzMMy0bss4zDTmPAyEBt9X7-w/s320/En%20Patufet%201917.02.17.jpg" width="313" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">En el tranvía.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt;">–</span>¿Quiere hacer el favor de ponerse bien?</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt;">–</span>¿Más bien de lo que estoy?</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIYKckdi2fIurMke7fN-hERlLii8YcqzE75lMC2Pa8rhCGpW3KXdWyCj_wX3BzVkUh3gTV_9HoGxMFmeKDhUGGfIUC-Cb_baLG8gYA0H2vMlOF-BwTqaTnnwI5L5GSwcaLsWMmfbFqyB-hFfTIApEQJy7kwvH0fDz5Qffyb-apbwkFRI46x4obIzxUNg/s540/Guarros.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="540" data-original-width="380" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIYKckdi2fIurMke7fN-hERlLii8YcqzE75lMC2Pa8rhCGpW3KXdWyCj_wX3BzVkUh3gTV_9HoGxMFmeKDhUGGfIUC-Cb_baLG8gYA0H2vMlOF-BwTqaTnnwI5L5GSwcaLsWMmfbFqyB-hFfTIApEQJy7kwvH0fDz5Qffyb-apbwkFRI46x4obIzxUNg/s320/Guarros.jpg" width="225" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt;">Los que critican, por J. Fernández</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt;">–</span>Verdaderamente es repugnante la suciedad de estos coches de ferrocarril.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2UYtU1qk2Kl_M2H60eUWAg1jm9GLShlO9UuYvlb0w4gHdmqaI4pHaauQG4mGFdbf-cV-VvFmBHz3ISPRJbkNmLY8iHYh56CyO4Slb6cMzhy34DL9Rz1nLAbfHviWLiFY0sdW-ScvNS4GFOHfwS9hanI6fQyV8MPvCbouvUGUeU6kmIL26sITLoMTUNA/s2511/Patufet%2025.12.1920.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2266" data-original-width="2511" height="289" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2UYtU1qk2Kl_M2H60eUWAg1jm9GLShlO9UuYvlb0w4gHdmqaI4pHaauQG4mGFdbf-cV-VvFmBHz3ISPRJbkNmLY8iHYh56CyO4Slb6cMzhy34DL9Rz1nLAbfHviWLiFY0sdW-ScvNS4GFOHfwS9hanI6fQyV8MPvCbouvUGUeU6kmIL26sITLoMTUNA/s320/Patufet%2025.12.1920.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">No digas de este agua no beberé</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">–¡Mira el señor que se enfadaba tanto cunado los niños se colgaban del tranvía!</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">(De <i>En Patufet</i> del 25 de diciembre de 1920)</div><br /><b>Fumar o no fumar </b><br /><br />Coches para fumadores y para no fumadores, pedir permiso a los otros pasajeros para fumar y medidas antitabaco han sido materia satírica en todos los países.<br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFhTXkVgGFd2eLcBKMLnSLCsiNg8NyM0S6SjqiTDUF73ojiY6algt5lPhyNbWT1DqL9vGJmoVTqta7_zX0lfD6rCcKAXdODJ42VhMoFZbozn6QkJNz-x_g5Bh6Re5bV7UiuO4GjazN6uyePrx2F2WCrSVDfEcmBsoj3-3Fk5J1FnoP5rGjsFCfRrY_UA/s1600/IMG_3996.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1012" data-original-width="1600" height="202" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFhTXkVgGFd2eLcBKMLnSLCsiNg8NyM0S6SjqiTDUF73ojiY6algt5lPhyNbWT1DqL9vGJmoVTqta7_zX0lfD6rCcKAXdODJ42VhMoFZbozn6QkJNz-x_g5Bh6Re5bV7UiuO4GjazN6uyePrx2F2WCrSVDfEcmBsoj3-3Fk5J1FnoP5rGjsFCfRrY_UA/s320/IMG_3996.JPG" width="320" /></a></div>–Dígame, señorita, ¿no le molestará el humo? <br />–Oh, señor, le tengo miedo. <br />–Pues no hará mal en cambiar de compartimiento porque aquí se va a fumar.</div><div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8GOBUZW2LRVn823_s6G2NK9r_Uf5jpaFIl90_pfpQVLhmsTEEjDL-3c5UB-Q-NZIG4z8sLL0aJQKu7CORnsXIjpgf8oChwRo3coNWnoSESepNpjeb5gtlro6wYdc6nrggpFkUKlXHA0DPsfMegqg8r4ytsFXo7-pNsbolOgRhg-RTOBYcB46kmuf7_A/s522/Pakitu%2007%20b%201923.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="522" data-original-width="360" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8GOBUZW2LRVn823_s6G2NK9r_Uf5jpaFIl90_pfpQVLhmsTEEjDL-3c5UB-Q-NZIG4z8sLL0aJQKu7CORnsXIjpgf8oChwRo3coNWnoSESepNpjeb5gtlro6wYdc6nrggpFkUKlXHA0DPsfMegqg8r4ytsFXo7-pNsbolOgRhg-RTOBYcB46kmuf7_A/s320/Pakitu%2007%20b%201923.JPG" width="221" /></a></div><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>–¿Le molesta el humo?<br />–Mucho.<br />–Sí que lo siento, tendrá que cambiar de coche.<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">(De <i>Le Journal Amusant</i>)</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnYXBH4gJUrgNvLhEvnFqSLxxCCb5otKGia9fgj8-fcpibU0Yyfa9aZknILYYYh16fpVYpO8gjjOHjHEbinB0_tGvoNQ-VjhIR20ZYlfC1MW3CgvPyOXUHyQKxTzoR-UY2UUzk9bZV37GuYUcLSHMEbzIxnuVOw_-XRlgAS9zTy6WuWT9k67LgNsy45Q/s842/tabaco_The%20Brooklyn%20Daily%20Eagle,%20March%205,%201906.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="842" data-original-width="630" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnYXBH4gJUrgNvLhEvnFqSLxxCCb5otKGia9fgj8-fcpibU0Yyfa9aZknILYYYh16fpVYpO8gjjOHjHEbinB0_tGvoNQ-VjhIR20ZYlfC1MW3CgvPyOXUHyQKxTzoR-UY2UUzk9bZV37GuYUcLSHMEbzIxnuVOw_-XRlgAS9zTy6WuWT9k67LgNsy45Q/s320/tabaco_The%20Brooklyn%20Daily%20Eagle,%20March%205,%201906.jpg" width="239" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Por la tontería de los cigarros encendidos</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Que las compañís de tranvías contraten bomberos.</div><div class="separator" style="clear: both;">(De <i>The Brooklyn Daily Eagle</i> del 5 de marzo del 1906)</div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhak0o02aNlX1aZ4jtkHZOb3-3Gv5FIUSq-HBzkx_XTmL9hgeYn2Ee6CS6h83K7NzDy2HL1-UJ-S1ykagnaLYgRcbDjbWKOus-MPu6RH3w2AkomcDGxtmUWfY5ZKGwiKs8njv_k0iUchCVnRbNjtpENJ8YFSloBNDq39hjss89t-VAsSbKK_pxlI_QLKw/s1292/el-primer-carro-de-fumar-cartoon-por-william-heath-robinson-khjx5p.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1292" data-original-width="954" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhak0o02aNlX1aZ4jtkHZOb3-3Gv5FIUSq-HBzkx_XTmL9hgeYn2Ee6CS6h83K7NzDy2HL1-UJ-S1ykagnaLYgRcbDjbWKOus-MPu6RH3w2AkomcDGxtmUWfY5ZKGwiKs8njv_k0iUchCVnRbNjtpENJ8YFSloBNDq39hjss89t-VAsSbKK_pxlI_QLKw/s320/el-primer-carro-de-fumar-cartoon-por-william-heath-robinson-khjx5p.jpg" width="236" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">El primer coche para fumadores</div>(William Heath Robinson) <br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: left;">En el año 1903, el alcalde de Barcelona Josep Monegal, publicó la orden que prohibía fumar y escupir en los tranvías y, la que tendría que haber sido una medida de mejora de la higiene y el confort del servicio, se convirtió en el centro de las iras de la política del alcalde. La revista <i>¡Cu-cut!</i> ridiculizó así la medida antitabaco:</div><br /><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoL8W0VEDEJY1w4FrVL-nehnHyzhyphenhyphenrU1YUfzXrSFutoan3c71eSUUeSMr_5n4YxHMFpPwAV7pwnt7cmVeLsnP-ne6st1rM4e8fCmp6IZ9G4kjp_O73FQnzWxJ_fudg9ejjC_vYY5ZNz4oy/s1600/Monegal+cucut-tabac2+%25281%2529.jpg"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoL8W0VEDEJY1w4FrVL-nehnHyzhyphenhyphenrU1YUfzXrSFutoan3c71eSUUeSMr_5n4YxHMFpPwAV7pwnt7cmVeLsnP-ne6st1rM4e8fCmp6IZ9G4kjp_O73FQnzWxJ_fudg9ejjC_vYY5ZNz4oy/s320/Monegal+cucut-tabac2+%25281%2529.jpg" /></a> </div>Reflexiones de un conductor<br />–Tal cómo se ha puesto esto, si el alcalde no lo arregla, todo el tranvía tendrá que ser plataforma.</div><div><br /></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqW4b8pPlFvke12WzVeAirs8BWvn_OOnZehsYtO3_emsUKOZWxSCxqLL5uVVmeFyBAJla36Ac8A3_lu9eFlf2JgTfONWU0JxtAkcekgYforu_HIppkNXwbnTzUu6HvPe0cNNpJ-aRtEDpoRiZIQODA-r34Ga5N2R1wGoeJqCG1i7XZIH5r0c6A9duO3w/s910/12fumoir.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="718" data-original-width="910" height="252" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqW4b8pPlFvke12WzVeAirs8BWvn_OOnZehsYtO3_emsUKOZWxSCxqLL5uVVmeFyBAJla36Ac8A3_lu9eFlf2JgTfONWU0JxtAkcekgYforu_HIppkNXwbnTzUu6HvPe0cNNpJ-aRtEDpoRiZIQODA-r34Ga5N2R1wGoeJqCG1i7XZIH5r0c6A9duO3w/s320/12fumoir.jpg" width="320" /></a></div></div></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Curioso aspecto que presentan los tranvías desde que no se deja fumar en su interior.</div>Jordi Font-Agustíhttp://www.blogger.com/profile/18084393705750764359noreply@blogger.com