domingo, 17 de febrero de 2013

Dieselpunk ferroviario



El dieselpunk es un subgénero artístico retrofuturista que toma la estética de las realizaciones industriales art deco de los años 20 del siglo pasado y la utiliza para elaborar relatos, ilustraciones y películas. Son obras cargadas de nostalgia en las que se recrea un futuro en el que los paradigmas añorados aun están vigentes. La película Sky Captain and the World of Tomorrow (2004) se inscribe de lleno es este subgénero.

El artista ruso Alexey Lipatov es el autor de la ilustración Llegada a utopía que encabeza esta entrada y da perfecta idea de la estética diselpunk aplicada al ferrocarril.  Los aficionados al dieselpunk, cuando miran el ferrocarril, quedan fascinados con las formas de los streamliners americanos (20th Century Limited, M-10000 de la Union Pacific, Zephyr de la Burlington) y especialmente con los diseños de Henry Dreyfuss, pero también con los intentos alemanes e italianos. Curiosamente, suelen incluir fotografías en blanco y negro de los Talgo 1 y 2 en sus colecciones.

Este fenómeno pulp ha llegado a tomar tal cuerpo que, para celebrar el 175 aniversario de los ferrocarriles alemanes, la operadora Arriva maquilló de dieselpunk una de sus locomotoras Taurus con la colaboración de Roco.


sábado, 2 de febrero de 2013

Grand Central Terminal en el cine


Los cien años de la Grand Central Terminal son un buen momento para recordar algunas de las múltiples películas y series que la han utilizado como escenario. El mítico trayecto en tren del protagonista de North by Northwest (1959, Con la muerte en los talones) parte de esta estación, que ha sido utilizada también en Cotton Club (1984),  la versión de 1987 de The Untouchables (Los intocables) o Men in Black II (2002, Hombres de negro II) por poner ejemplos de géneros distintos.  

Una película de 1942, Grand Central Murder (La mujer que mintió), basada en una novela de Sue MacVeigh, merece especial atención porque, al hilo de la investigación de un detective sobre la muerte de una actriz cuyo cadáver es hallado en un vagón de tren en la terminal, la cámara se recrea en sus vías, andenes y centro de control de tráfico.

En la serie televisiva CSI New York, en el segundo episodio de la segunda temporada Grand Murder at Central Station (2004, Asesinato en la estación central), un título que obviamente recrea el de la película de 1942, los agentes investigan el asesinato de un cirujano plástico  al que han echado ácido en la cara en la estación termino en plena hora punta. Al producirse el ataque, la multitud que rodea el cirujano huye despavorida al verle caer aullando con las manos en la cara. En el escenario del delito, los policías se preguntan porqué nadie parece haber visto lo sucedido: “Crimen entre la multitud,” dice Mac, “dos mil ojos, ningún testigo.”